¿Es fuerte el peso colombiano frente a sus vecinos? | El Nuevo Siglo
La disminución de las tasas de interés, la caída de la inflación y la estabilidad de la tasa de cambio, le han dado fortaleza al peso frente a otras monedas./AFP
Jueves, 29 de Agosto de 2024
Redacción Economía

¿TENEMOS UN peso débil o fuerte? Esta pregunta, de acuerdo al comportamiento de la inflación, tasas de interés y el impacto del dólar, así como el crecimiento, la hace ANIF en un análisis detenido.

Un primer elemento de juicio es el comportamiento del peso frente a monedas similares. “Nuestro análisis sugiere que el divorcio observado entre finales de 2022 y comienzos de 2023 entre la moneda colombiana y las de otros países de la región llegó a su fin. Ya el peso no se ve débil frente a otras monedas de América Latina”, sostienen los investigadores de ANIF.

Adicionalmente, un ejercicio sobre el nivel de tasa de cambio real de equilibrio sugiere que “el peso colombiano se encuentra en este momento 6% sobrevalorado. Nuestros cálculos sugieren que la tasa de cambio nominal debería estar en niveles cercanos a los $4.263 por dólar”.

El peso colombiano ha tenido en los últimos años grandes fluctuaciones. Con la llegada de la pandemia, la tasa de cambio pasó de los $3.500 por dólar a niveles promedio de $3.800 durante el segundo trimestre de 2020.

Devaluación

Pasado el periodo de mayor incertidumbre asociado al covid-19, la moneda tuvo algo de respiro, en la antesala de una súbita devaluación asociada al proceso electoral y el inicio del actual gobierno, alcanzado una TRM (Tasa Representativa del Mercado) máxima de $5.061 por dólar a comienzos de noviembre de 2022. Desde entonces, y para sorpresa de algunos, el peso colombiano ha venido en un proceso gradual pero consistente de apreciación, alcanzando una TRM mínima de $3.763 el 10 de abril de este año.

Este comportamiento sugiere una recuperación en la fortaleza de la moneda.

Un análisis comparativo con monedas similares de la región muestra que la reciente brecha de devaluación se ha cerrado, posicionando al peso colombiano en niveles similares a los de otros países vecinos.

Además, la tasa de cambio real, que ajusta el valor del peso considerando el poder adquisitivo, indica que la moneda colombiana estaba subvaluada a finales de 2022, pero la reciente apreciación parece exceder los niveles fundamentales estimados.

A pesar de una inflación superior a la de sus pares y un crecimiento económico relativamente bajo, el peso ha mejorado su posición frente a monedas regionales y se espera que continúe apreciándose si persisten las condiciones actuales y la política monetaria externa favorece a los activos emergentes.

Aunque el peso colombiano aún enfrenta desafíos, su reciente apreciación sugiere que ha dejado atrás el período de debilidad.

Sin duda el divorcio reciente entre la moneda colombiana y la de otros países comparables de la región llegó a su fin, sobre todo frente al promedio de otras monedas de países vecinos (Brasil, Chile, Perú y México) en los últimos 5 años.

Se aprecia la devaluación causada por la pandemia y su posterior corrección, así como la devaluación idiosincrática del peso, se aceleró durante el segundo semestre de 2022 y alcanzó una brecha de casi 30%. Con el proceso de apreciación del peso esta brecha se cerró completamente, y ahora el peso colombiano exhibe un nivel similar al de otras monedas de la región.

Rangos permitidos

Al respecto, EL NUEVO SIGLO consultó con el investigador y académico de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho.

El experto señala que “nuestra economía colombiana en comparación con algunos países de Latinoamérica, particularmente Perú, Brasil, México o Chile si tiene una zona de devaluación del peso un poco más alta, pero está dentro de los rangos aparentemente permitidos porque nuestra lucha contra la inflación y desde luego el revestimiento de la tasa de interés, ha tenido bastante dinámica este año y porque en ambos casos la tasa de inflación está buscando su punto de equilibrio su tope que debe ser el 3% y lo va a lograr en el año 2025”.

Sostiene el experto que “a finales de este año esperamos estar llegar a un 5,5%, pero en cuanto a la tasa de cambio vamos a estar cerca de una devaluación entre el 6,5% y 7% a finales de diciembre. Sin embargo, monedas como la brasileña, la chilena y la peruana están oscilando en porcentajes entre el 2,2% Perú, el 3,5% para Chile y el 6,2% para Brasil, porque ellos han tenido un periodo de ajuste mucho más efectivo en este tiempo. Nosotros hemos tenido diversas dificultades que no habían dejado que la lucha contra la inflación se diera en términos mucho más acelerados en la baja de ese mismo indicador del IPC y en la misma tasa de interés, debido a que ha habido fenómenos climatológicos, fenómenos sociales, como algunas dificultades en la seguridad, algunos paros que se han hecho, en fin, otra serie de cosas que han venido afectando”.

Punto de equilibrio

Indica Amorocho que “entonces ahora apenas se está buscando desde luego la tasa de interés, un momento al llegar a su punto de equilibrio que tiene que ser muy parecido a lo que del IPC es decir debe estar en un 3% a 4% del año entrante. Otro punto importante es la tasa de cambio y la tasa de cambio que está buscando su punto de equilibrio. Este año ha estado con un piso definido y un techo definido, un piso de $3.800 y un techo de $4.200. Calculamos que para final de año vamos a estar en una tasa de cambio de $3.950 que nos da un rango de devaluación entre el 6,5% y el 7% que es un rango importante y desde luego nos va a tener cercano a los precios de la economía, buscando su equilibrio para el año de 2025 Esto indiscutiblemente son buenas noticias para Colombia porque si sumamos una menor tasa de interés, con un IPC menor a finales de 2024 y a finales de 2025, están abiertas las brechas para los caminos de la recuperación económica y desde luego para la reactivación”.

Advierte el analista e investigador que “si logramos el equilibrio en tasas de interés con IPC y desde luego en tasa de cambio, se está dando en la línea de los precios de la economía para mejores tiempos en la recuperación del crecimiento económico y posiblemente la reactivación económica ya para el año entrante. De hecho, las tasas de crecimiento calculadas son el 1,7% al 1,8% para este año según lo ha dicho el Banco de la República y el año entrante esperamos estar en un 3%”.

Poder de compra

Por otra parte, el mismo análisis de ANIF menciona que “más allá de la apreciación del peso, vale la pena mencionar que Colombia tiene una inflación mayor a la de sus pares, en un contexto de bajo crecimiento. Eso implica que incluso con la tasa de cambio estable, la tasa de cambio real se aprecia. Recordemos que, bajo la teoría de paridad de poder de compra, la tasa de cambio real debe reflejar el diferencial de inflación de las monedas respectivas.

Por otro lado, en la medida en que el Banco de la República continúe con el recorte de tasas, la incertidumbre en materia fiscal se mantenga y la demanda doméstica muestre síntomas más robustos de mejora, el peso colombiano enfrentará fuerzas de devaluación.

“Más allá de las actuales y futuras incertidumbres, nuestro análisis sugiere que el peso ya no se encuentra subvaluado y que en el mediano plazo deberíamos ver un tipo de cambio hacia niveles de $4.260.

La construcción la tasa de cambio real

La tasa de cambio real de equilibrio se construye así:

  1. Términos de intercambio, se define como la razón entre el precio de las exportaciones de un país y el precio de sus importaciones.
  2. Una medida de productividad relativa. Mide el crecimiento del PIB de socios comerciales de Colombia en dólares ajustado por paridad de poder adquisitivo (PPA) frente al crecimiento económico del país.
  3. Deuda externa de Colombia en relación al PIB
  4. Gasto público como porcentaje del PIB
  5. El diferencial de tasas de interés entre la tasa de política monetaria de Colombia y la tasa de política en Estados Unidos.