Europa: crece turismo pese a ausencia de chinos y norteamericanos | El Nuevo Siglo
LA TEMPORADA veraniega en Europa se recuperó del impacto por la pandemia de la covid-19 en 2020./AFP
Foto AFP
Lunes, 6 de Septiembre de 2021
Agence France Presse

El turismo en Europa logró salir airoso en la temporada veraniega que llega a su fin, gracias a la clientela "local", que suplió la ausencia de visitantes de Asia y Estados Unidos, especialmente en los destinos soleados.

"En julio y agosto superamos los dos millones de visitantes, algo que no habíamos visto desde 2019", se regocijó Haris Theocharis, ministro de Turismo griego.

En el corazón del barrio turístico Plaka de Atenas, Napoleón, propietario de una taberna, dice que la temporada "superó en más de 50%" sus previsiones.

Pero Zimi Mistiopoulos, cogerente del hotel Byron, considera que las cifras están por debajo de las de 2019, con solo una decena de días llenos comparado con la temporada completa hace dos años.

"Los turistas estaban allí, pero no han comprado tanto como antes", remarcó Dimitris Papachristodoulou, jefe de varias tiendas de souvenirs. Lamentó especialmente la ausencia de estadounidenses y chinos, "los que más consumen".

Tampoco había estadounidenses y chinos en Italia, donde Walter Pecoraro, propietario del hotel Cosmopolita de Roma y presidente de la asociación de hoteleros de la región capitalina, dice que "en promedio hay tres o cinco habitaciones ocupadas de las 82 de un hotel".

"El turismo romano es 80% de extranjeros, y de ellos, 80% son estadounidenses y asiáticos", explicó Pecoraro a la AFP. Según la asociación, 600 hoteles de los 1.200 de Roma estaban abiertos este verano, con una tasa media de ocupación de 30% a 35%.

Oxígeno

España, segundo destino turístico mundial después de Francia en 2019, recibió en julio 4,4 millones de visitantes, 78% más que en 2020, según el Instituto Nacional de Estadísticas, pero lejos de los 9,9 millones de 2019, antes de la pandemia.

La temporada veraniega le dio "un poquito de oxígeno" al turismo, pero principalmente gracias "al mercado nacional", comentó Carlos Abella, secretario general de la asociación Mesa del Turismo, a Radio Intereconomía.

La costa mediterránea se vio favorecida, en especial Cataluña, donde los establecimientos registraron una tasa de ocupación de 95% en agosto.



Los franceses fueron los más numerosos (874.000 ingresos), seguidos de los alemanes (707.000) y los británicos (555.000), quienes otrora eran el primer contingente de visitantes extranjeros.

Estos últimos optaron por quedarse en sus casas, asustados con los constantes cambios en las restricciones para viajes al exterior y por el alto costo de las pruebas de covid-19 que se deben realizar, según la Asociación Británica de Agentes de Viaje.

Destinos

Aquellos que pese a todo decidieron salir optaron por las islas de España y Grecia, al igual que los franceses, de los cuales más de 450.000 fueron a Grecia.

"La particularidad de este verano es que había muy pocos destinos abiertos", explicó a la AFP Ana Domenech, director para Francia del sitio de reservaciones lastminute.com.

Francia también ha vivido "un bello verano", dijo a la AFP Sebastien Manceau, especialista de turismo en la firma consultora Roland Berger.

Ello fue sobre todo gracias a los propios franceses: unos 37 millones tomaron vacaciones este verano y 85% de ellos permanecieron en el país, según Jean-Baptiste Lemoyne, secretario de Estado a cargo de Turismo.

"Como tuvimos un tiempo cambiante, algunas regiones sufrieron, como Bretaña y Normandía", mientras el sur de Francia se benefició, según Manceau.

En el camping Les Sablères de Vieux-Boucau, en el suroeste francés, los 500 espacios estuvieron llenos de mediados de julio a finales de agosto, y debió rechazar hasta 150 pedidos por día.

"Volvimos a los niveles de 2019, si no mejor", según su director, Hervé Labarthe.

Y los extranjeros volvieron: belgas, holandeses, alemanes, "pero aún no los británicos", lamentó Monceau.