A pesar de las cifras dadas a conocer por el Gobierno las exportaciones de productos agropecuarios, agroindustriales e industriales registraron en febrero de 2018 un aumento de 13,9 %, frente al mismo mes del año pasado, aún está lejos el momento en que la ventas al exterior colombianas dejen de depender del sector minero energético, pues los sectores que más crecen en esta materia son los que dependen del insumo de los hidrocarburos.

Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, en los sectores que decrecen aparecen los sectores conexos a la cadena agroindustrial-alimenticia y de confecciones.

Según el centro de estudios económicos, las razones para este comportamiento se derivan del “rosario” de problemas estructurales que enfrenta la industria colombiana y que han sido empeorados recientemente por el contrabando y la competencia desleal.

En particular, ANIF ha repetido con ahínco la importancia de reducir el elevado “Costo Colombia” que enfrentan los empresarios del país.

Entre estos sobrecostos aparecen los laborales, que ascienden al 49% del salario en el caso de los pagos no salariales; los energéticos, dado que el país tiene una tarifa más costosa que pares regionales como Perú, Argentina y Brasil; los de transporte-logísticos de hasta el 15% según la OECD; y la elevada carga tributaria del 37% actualmente, aunque bajaría escalonadamente al 33% durante 2018-2019 según lo mandado en la Ley 1819 de 2016.

Situación preocupante

A raíz de la preocupante contracción de la industria en 2017, al analizar los datos desagregados del sector proporcionados por la Encuesta Mensual Manufacturera del DANE se tiene que la producción del sector industrial como un todo registró contracciones del -0,6% para 2017. Donde las dinámicas sectoriales presentaron comportamientos heterogéneos.

Los sectores industriales con mejores registros en su producción fueron productos de caucho +9,4% en 2017 contra el 1,3% en 2016, donde se revitalizó la oferta del sector ante los atractivos precios internacionales del caucho-látex que se duplicaron en 2017 frente. 2016.

Un sector con un comportamiento irregular fue la refinación de petróleo  que creció 5,4% en 2017 contra el 22,4% alcanzado en 2016, donde, pese a que poco a poco se fue diluyendo el efecto estadístico de la reapertura de Reficar al cierre de 2015, y productos químicos básicos 5,1% en 2017 contra -5,1% en 2016, sector que se ha visto favorecido del encadenamiento productivo con la refinación de petróleo, y que adicionalmente se benefició del buen momento del agro y su mayor demanda por abonos y pesticidas.

Los de peor desempeño

Los sectores con peores registros en producción fueron metales preciosos -25% en 2017 contra -10.8% en 2016, sector con grandes dificultades en su medición dado su alto grado de informalidad-ilegalidad; y vehículos automotores -14,7% en 2017 frente a -1% en 2016, siendo este registro la contrapartida de una reducción de 13 mil unidades en las ventas totales de automóviles y la pérdida coyuntural de “mercados ya ganados” como el de México.

Factores de crecimiento

Según el análisis se proyecta una expansión del valor agregado industrial del 1,3% real frente al -1% del 2017. Allí incidirían positivamente un mayor crecimiento de la construcción jalonado por los proyectos 4G, impulsando los sectores conexos a la construcción; el disipamiento del efecto de la subida en la tarifa general del IVA, el cual afectó fuertemente el consumo privado; el salón del automóvil a finales de año, que dinamizaría las ventas-producción de vehículos; el Mundial de Futbol, con sus típicas contribuciones a los sectores de bebidas, muebles y electrodomésticos; y las medidas contra el contrabando implementadas recientemente por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, para apoyar los sectores de textiles-confecciones y calzado.

En cambio, los lastres estructurales serán una talanquera para un mayor repunte del sector.