Extender IVA a todos los bienes y servicios golpearía más a pobres | El Nuevo Siglo
SI SE extiende el IVA a toda la canasta básica de los colombianos se incrementaría la pobreza en el país./ENS
Foto archivo ENS
Sábado, 26 de Diciembre de 2020
Redacción Economía

Ante la difícil situación fiscal del país agravada por la pandemia del covid-19 en 2020, ante una caída de ingresos del Gobierno nacional de un 2.5% del PIB y un aumento del gasto público para enfrentar la crisis social y económica, es de dominio público la necesidad de emprender, a más tardar en 2022, un proceso de reforma estructural tributaria.

El economista e investigador Luis Jorge Garay, reflexiona sobre esta situación y explica la razón por la cual ya se están dirimiendo diferentes posiciones como la anunciada por voceros del actual Gobierno, en el sentido de que uno de sus pilares sería la de universalizar el IVA para todo el conjunto de bienes y servicios.



Señala el experto que el pago del IVA realizado por hogares en pobreza (24%) y en vulnerabilidad (17%) es muy superior al de los hogares de mayores ingresos de la denominada clase alta (7% para los hogares del decil 10 de los mayores ingresos y 12%, en promedio, para los deciles 7 a 9 de ingresos de la clase alta). Además, la proporción del pago de un IVA generalizado del 19% en el gasto total de los hogares resultaría ser bastante uniforme a lo largo de la distribución de ingresos de los hogares y se situaría muy cercano al nivel de la tarifa general, al menos en parte debido al conjunto de los bienes y servicios que se encuentran actualmente excluidos o exentos del IVA.

La canasta

La distribución del IVA del 19% a toda la canasta familiar a nivel de las clases sociales muestra cómo el recaudo se iría a concentrar fundamentalmente en los hogares de la clase media (44%), seguido por los vulnerables (26%), los hogares en pobreza (19%) y, finalmente, los de la clase alta (11%), destacándose cómo el peso del impuesto IVA sobre el ingreso representaría el 24.4% para los hogares en pobreza, mientras que para los hogares ricos sería de tan solo el 10.8% y mucho menos para el sub-decil de los hogares más ricos de la clase alta para los que el IVA a la canasta familiar tan solo representaría el 7.3% de su ingreso

Señala el economista que “la propuesta se debiera orientar a no gravar la canasta básica de los hogares en pobreza y vulnerabilidad, ni tampoco a los rangos o sub-deciles de ingresos bajos de la clase media, para que con ello se lograran mejoras sustanciales en el índice Gini de concentración de ingresos al pasar de 0.5438 a 0.5166”.

Sostiene que “ante esta composición del gasto de los hogares en el país, universalizar la tarifa del IVA del 19% a la canasta familiar de bienes y servicios generaría un recaudo de aproximadamente $62 billones al año (6.2% del PIB). La distribución del impacto recaudatorio sobre los ingresos de los hogares desde el punto de vista de las clases sociales sería así: el 45% del recaudo recaería sobre la clase media, un 25% sobre los hogares vulnerables, un 20% sobre los hogares en pobreza y apenas un 10% sobre la clase alta”.

Clases

Mediante una micro simulación del IVA a toda la canasta familiar, se estima que el IVA universal del 19% para todos los bienes y servicios, reconfiguraría de manera apreciable la estructura de las clases sociales, con un aumento de la proporción de hogares en pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad y una reducción de los hogares de clase media.

Sostiene Garay que “gravar todos los alimentos con el IVA a la tarifa general del 19%, le representaría un recaudo adicional al Gobierno nacional de $771 mil millones al mes –$9.3 billones al año, algo superior al 0.9% del PIB–, el cual recaería sobre la clase media (37%), la clase de los hogares vulnerables (33%), los hogares en pobreza (25%) y apenas el 5% sobre los hogares de la clase alta”.

Ello llevaría a expulsar, por ejemplo, a un conglomerado de 963 mil personas (5.6%) de la clase vulnerable a la pobreza, e incrementaría la inequidad en la distribución de ingresos en el país al elevarse el índice de Gini de concentración de 0.5438 a 0.5502.

Ahora bien, si se aplicara el IVA sobre alimentos a una tarifa del 19% para los hogares de los deciles 9 y 10 de más altos ingresos en el país se evitaría dicha subida de la concentración y, por el contrario, podría incluso reducirse muy ligeramente de 0.5438 a 0.5407, aparte de generar un recaudo de cerca de 0.23% del PIB al año.

Por ello resultaría recomendable que se aplicara una tarifa del 19% del consumo imputado para los hogares de los deciles 9 y 10, y con una tarifa del 0% para el resto de hogares. Este tipo de imputación ya está siendo aplicado para la devolución del IVA de ciertos bienes a los hogares en pobreza, aunque su focalización y cobertura resultan ser muy deficiente hasta el momento, lo que está reproduciendo importantes asimetrías e inequidades horizontales entre hogares pobres.

Los arriendos

Señala Garay que si se gravaran los arriendos pagados con IVA, los cuales hoy se encuentran excluidos y hacen parte de la canasta familiar, a la tarifa general del 19%, se recaudarían aproximadamente $6.8 billones al año, siendo el aporte potencial por parte de los hogares pobres del orden de los $1.8 billones y el restante $5.0 billones a cargo del resto de hogares.

La categoría estrato socioeconómico la define el DANE de acuerdo con el servicio de energía eléctrica. El estrato que concentra el mayor número de hogares es el estrato dos (26.0 %), seguido por el estrato tres (23.3 %), en tanto que el estrato uno concentra el 18.0% de los hogares y el estrato seis el 9.9%. En el caso de los hogares pobres el 82% se concentra en los estratos 1, 2 y 3, mientras que el 75% de los no pobres en los estratos en el 1, 2, 3 y 4.

De igual manera, a medida que aumenta el estrato socioeconómico, aumenta el porcentaje de hogares no pobres y disminuye el de los pobres. En el único estrato en el que el porcentaje de hogares pobres es mayor al de no pobres es en el 1.

A nivel de los estratos se observa que el 33% del total de arriendos pagados se concentra en el estrato 3, el 28% en el 2, el 12% en el 4 y el 10% en el 6. En el caso del arriendo pagado por parte de los hogares pobres el 52% se concentra en el estrato 2, el 19% en el 3 y el 16% en el 1. Esta misma distribución en los hogares no pobres fue de 38% en el 3, el 20% en el 2 y el 14% en el 4.