Las operaciones de canje de deuda pueden mejorar el perfil de riesgo de las obligaciones del país tanto a mediano como en el largo plazo, de acuerdo con los analistas
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Mediante las operaciones de amortizaciones de deuda que emprendió este año, el Gobierno espera calmar la ansiedad y nerviosismo de las firmas calificadoras que han puesto sus ojos sobre esta situación, sobre todo por el porcentaje del PIB en obligaciones y que llega al 50%.
En efecto, la semana pasada el Gobierno nacional confirmó la realización de una operación que reduce las amortizaciones de deuda pública en 2020. El Ministerio de Hacienda reveló que el 23 de septiembre utilizó excedentes de tesorería para prepagar títulos TES tasa fija con vencimiento el 24 de julio de 2020 por un monto total de $4 billones.
La operación fue posible gracias a la sólida posición de caja con la que cuenta el Tesoro Nacional, la cual es consecuencia de los buenos resultados en materia de recaudo tributario, el control del gasto y los niveles de ejecución presupuestal observados hasta ahora. Esta recompra permitió reasignar partidas en el Presupuesto 2020 que actualmente se discute en el Congreso.
En efecto, la operación mencionada hizo posible que en el primer debate de la iniciativa se redujera el monto de pagos de deuda el próximo año en $4,76 billones. Esto, sumado a una disminución de $2,4 billones en los gastos de funcionamiento, permitió aumentar en casi $7,2 billones el presupuesto de inversión para el próximo año.
Los resultados
Un análisis del Bancolombia señala que teniendo en cuenta los resultados de las operaciones realizadas el último año, “estimamos que mediante canjes con el mercado el Gobierno podría reducir las amortizaciones de deuda para 2020 en $4,5 billones adicionales”.
De esta suma, un 78% correspondería a los TES en pesos con vencimiento en marzo, y el 22% restante a los bonos globales con vencimiento en febrero. “Con base en las experiencias del último año, no creemos que un canje de la magnitud prevista en los próximos meses conduzca a un empinamiento de la curva de deuda pública local”, señalan los investigadores de la entidad financiera.
Sostienen que “dado que las amortizaciones de deuda en los años siguientes serán más abultadas, creemos que los canjes y las recompras de deuda no solo se harán más frecuentes en el resto del cuatrienio, sino que su monto tenderá a incrementarse. Para 2021 estimamos que el monto a canjear podría superar los $10 billones, y para 2022 sería cercano a $15 billones”.
Efectos
Pese a que las operaciones de manejo de deuda mejoran el perfil de los pasivos del Gobierno, un efecto colateral de las mismas es que limitan el margen de corrección del saldo de la deuda pública.
“Gracias a ello, proyectamos que para 2022 la deuda del Gobierno Central podría ubicarse en 53% del PIB, más de 3 puntos porcentuales más que lo previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo”.
Además de lo anterior, el reperfilamiento de las obligaciones tiene otros beneficios en materia de gestión de la deuda pública. Entre ellos está reducir el riesgo de refinanciación, lo que es de particular utilidad ante la actual coyuntura de incertidumbre en los mercados financieros mundiales. Con ello las autoridades consiguen incrementar la vida media de la deuda interna en aproximadamente 0,05 años, al tiempo que reducen el cupón total de la misma. Al respecto, vale la pena recordar que los TES recomprados tienen una tasa facial de 11%, 330 puntos más que el cupón de la deuda en pesos. Todo ello se logró sin ser necesario recurrir a los inversionistas privados.
Puerta abierta
Debido a estos efectos positivos, el Ministerio de Hacienda dejó la puerta abierta para que en los próximos meses se pudieran realizar operaciones adicionales para mejorar los indicadores de gestión de deuda pública.
Estas declaraciones refuerzan la posibilidad de que la entidad pueda realizar antes de finalizar 2019 un nuevo canje de deuda pública con inversionistas privados.
“Es por ello que hicimos una estimación del monto al que podrían ascender estas operaciones. Para ello, nos remitimos a los resultados de las operaciones realizadas en octubre y marzo. En ellas el Gobierno recogió un poco más del 40% del saldo de los papeles en pesos y cerca del 30% de los denominados en UVR. En nuestra opinión, el hecho de que no puedan recogerse mayores porcentajes del saldo en circulación de estos títulos se debe a que las tenencias de los mismos están concentradas en portafolios con políticas de inversión restrictivas”, sostienen los expertos.
Aseguran los analistas que “el canje estimado podría ascender a $4,5 billones. Tal cifra parte de asumir que el valor nominal de los títulos tasa fija con vencimiento el 24 de julio de 2020, luego de la redención anticipada realizada el pasado lunes, es cercano a $10,6 billones. Si a este valor le aplicamos el porcentaje que el Gobierno ha recogido en sus últimos canjes (40%), y tenemos en cuenta el monto que ya se intercambió en marzo de este año, el saldo que faltaría por canjear seria de aproximadamente $3,5 billones. A este valor se sumaría lo correspondiente al título externo, para el que empleamos el mismo porcentaje de canje de los instrumentos locales. Con esto, el canje de los títulos en dólares sería por un valor nominal de $1 billón”.
Mejor perfil
Lo anterior, mejoraría el perfil de amortizaciones del próximo año. Teniendo en cuenta los cálculos realizados, el perfil de amortizaciones de deuda total el próximo año pasaría de $31,4 billones, de acuerdo con el perfil de deuda de agosto, a $22 billones. De esta manera el perfil de amortizaciones de 2020 como porcentaje del saldo total de deuda se disminuiría de 6,3%, antes de las operaciones de manejo de deuda, a 4,5%, muy por debajo del objetivo (8%) que el Gobierno se planteó en su estrategia de financiamiento 2018-2022.
Además, esto posibilitaría hacer una nueva reasignación en el Presupuesto de 2020 desde deuda hacia inversión. “Si se efectuara el canje en las cifras que estimamos, el gasto en funcionamiento e inversión pasaría del 18,9% del PIB previsto en el Presupuesto de este año a casi 20% del PIB el próximo. Así, equivaldría al incremento más marcado de la última década y llegaría a los niveles más altos observados desde 2015”, dicen los investigadores privados. Sin embargo dicen que “esperamos que el Gobierno Nacional continúe haciendo uso de estas operaciones de deuda en los próximos años.
Si una de las intenciones principales de las autoridades con la redención anticipada y con los canjes de deuda es aminorar la carga de las amortizaciones en el Presupuesto de 2020 y por tanto liberar recursos para otros rubros, el perfil de vencimientos de los años siguientes apunta a que estas operaciones se harán más frecuentes. Al respecto, vale la pena recordar que en 2021 se vence el 6,7% de la deuda total, y que a 2022 y 2023 este porcentaje pasa a 7,4% y 7,2%, respectivamente.