Incremento de intereses golpeará el bolsillo de todos | El Nuevo Siglo
Es indudable que el costo de vida de los colombianos se complica al subir los intereses, pero también la inflación. /ENS
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Viernes, 1 de Octubre de 2021
Redacción Economía

Por primera vez en un año, la Junta Directiva del Banco de la República decidió hacer un cambio en su política monetaria y aceptar los cantos de sirenas de los mercados. Así decidió incrementar en 0,25% las tasas de interés y dejarlas en 2%, iniciando con ello una tendencia al alza en el costo del dinero que va a afectar el bolsillo de los colombianos.

Dos factores incidieron para que 4 de los codirectores decidieran el aumento: de un lado la inflación que está desbordada y supera la meta establecida por el mismo Banco central, y de otro que el país registra un crecimiento positivo y se dirige a alcanzar el 8% este año debido a la demanda del consumo.

Hay que destacar que de inmediato el incremento de las tasas del Emisor, afectan a las entidades financieras a las que les presta dinero. Pero ese nivel de intereses es la base para que los bancos y otras entidades de crédito ajusten el cobro a sus clientes, sobre todo a los nuevos solicitantes de recursos.

Ya en agosto pasado, el Índice de Precios del Consumidor (IPC) registró una variación mensual de 0,45%, lo que impulsó a que la inflación anual llegara a 4,44%, un dato por encima del techo de 4% estipulado por el Banco de la República.

Este resultado, impulsado especialmente por las variaciones en los rubros de alimentos, generó varias opiniones en el mercado, en torno al impacto que podrá tener en materia de tasas de interés y sobre el bolsillo de los colombianos, pues incluso se ubicó por encima de las expectativas promedio del mercado, que apuntaban a un dato de 4,2%.

La base

Con este elemento como base, el Directorio del Banco Central comenzó a eliminar el estímulo monetario con un alza de 25 puntos básicos, llevando la tasa al 2,0%, en línea con el consenso del mercado. La decisión estuvo dividida, lo que indica que es probable que se introduzcan aumentos de mayor magnitud en los próximos meses a medida que avanza la recuperación económica y aumentan las presiones inflacionarias.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dijo ante dicho cambio en la política monetaria que “todo el mercado estaba esperando que el Banco subiera sus tasas, pero lo que se quería saber era el porcentaje. Fue una decisión dividida", comentó Mejía.

Las buenas cifras de crecimiento económico por cuenta de la actividad productiva y la inflación fueron las razones de peso para efectuar dicho movimiento.


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Sostiene Mejía que la tasa de interés es de referencia y se convierte en un piso, a partir del cual el resto del mercado empieza a tomar decisiones.

Señala que “no tendrá impactos inmediatos ya que cuando se acude a solicitar préstamos, se tiene fijada una tasa de interés que no cambia. Por ejemplo, en el caso de los créditos hipotecarios, de inversión o consumo.

Ahora bien, esto es diferente para los nuevos créditos o aquellos que tienen tasas variables, ya que se verán impactados de forma paulatina”.

Indicó el analista que “Colombia se había quedado rezagada en términos de rendimiento que ofrece a los inversionistas locales e internacionales. El movimiento de la tasa de interés ayudará, pero no será suficiente”.

Por su parte, el analista económico y profesor de la Universidad del Rosario, Alejandro Useche, explicó los efectos que lo mismo supondrá para el bolsillo de los colombianos.

Transición

El economista recordó que lo que subió fue la tasa de interés de referencia del Banco de la República, es decir, la tasa de interés a la cual le presta dinero a la banca particular.

Así, precisó: “El efecto de transición sobre el costo de préstamos a empresas, familias y tarjetas de créditos va a tomar un tiempo y hay unos límites impuestos por la tasa de usura”.

Useche aseguró que la transmisión se verá en unos meses. “Seguramente por lo que resta del año vamos a tener las mismas tasas de interés en los créditos y el efecto va a ser para principios del año entrante, donde empezaremos a ver los créditos más costosos. Este es un proceso gradual”, añadió.

También, el experto señaló que la subida de tasa de interés va a implicar un apretón en la liquidez de la economía, y la parte positiva para el Banco es que seguramente será la manera más directa para luchar contra la inflación, es decir, que ayudará a que no suba el costo de vida de los colombianos.

De otro lado, tras más cinco años sin subirlas y tras la reducción hecha para impulsar la economía después del golpe de la pandemia del covid-19, el Banco inició un ciclo de normalización de su política monetaria.

Analistas del BBVA creen que detrás de ello existe una preocupación de mantener a raya las expectativas de inflación, que de materializarse terminarían afectando aún más a la población de menores ingresos, por el aumento de precios de los bienes y servicios.

Es decir, el primer efecto de la decisión tiene que ver con evitar sorpresas en el futuro y que la inflación termine reduciendo más la capacidad de compra de los hogares y las familias.

El gasto

Camilo Herrera, director de la firma de análisis Raddar, sostuvo que la inflación es hoy un reto enorme para el gasto de los hogares, y lo seguirá siendo para todo el mundo en el 2022.

El analista explicó que actualmente muchas personas pueden comprar una cosa menos de las 100 que adquirían en agosto de 2020, debido a que en 2021 el salario mínimo creció 3,5%, por debajo del aumento de precios, bajando la capacidad de compra de muchos salarios (en particular de quienes ganan el mínimo) y afectando de manera fuerte a las personas de ingresos bajos.

De otra parte, de acuerdo con el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, la decisión del banco central evidencia que las expectativas de inflación han aumentado, aunque a mediano plazo se mantienen alrededor de la meta. “La mayor persistencia de los choques de oferta y su efecto alcista sobre los precios podrían alejarlas de la meta”, reconoció el Emisor.

Y en medio del debate sobre la velocidad en que se daría la normalización de la política monetaria, subiendo la tasa de referencia del Emisor, los analistas del Banco de Bogotá ajustaron el escenario central de tasa de interés y ahora esperan dos incrementos adicionales en la parte final del año de medio punto porcentual, que lleven la tasa a cerrar este año en 3% o cada uno de 0,25% con lo que se cerraría el año en 2,50%.

Efecto a medio plazo

El efecto de este incremento de los intereses sería paulatino en la economía, a través del costo de los nuevos créditos que tomen los consumidores y otros indicadores.

Munir Jalil, director de investigaciones económicas para la región andina de BTG Pactual, dijo que “los intereses comienzan ahora para que los efectos empiecen a sentirse en año y medio. Lo que se quiere evitar a toda costa es un sobrecalentamiento de la economía, que todos empiecen a demandar productos y no haya los suficientes, y se suban los precios. La inflación ya está alta y esta golpea a la larga más fuerte a las personas de menores recursos”.

“Lo que se busca con esto es empezar un proceso de normalización. El interés está en 1,75%, la inflación en 4,44% y eso es una tasa de interés negativa en términos reales”, explicó Munir Jalil.

Uno de los aspectos positivos de la economía es que, tras la pandemia y el paro, el ritmo de recuperación se ha acelerado a tal punto que el Emisor estima que el crecimiento del PIB de este año será de 8,3%, mientras que hace un mes la expectativa era del 7,6%.

A su vez, los analistas del Banco de Bogotá, estiman que “será determinante la revisión de proyecciones que hará el equipo técnico y que presentará a la junta en la reunión de octubre, pues nuevas sorpresas alcistas en inflación o una nueva aceleración de la economía inclinarían la balanza hacia una subida de 50 puntos básicos”.