EN RESPUESTA al rápido envejecimiento en América Latina y el Caribe (ALC), la Fundación Arturo Sesana, BID Lab, el laboratorio de innovación y venture capital del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con el BID, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), y el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), lanzó la iniciativa Región Plateada, el primer fondo multilateral destinado a financiar proyectos innovadores que mejoren los servicios de cuidado y promuevan la estabilidad económica de las personas mayores de 60 años en la región.
Con el propósito de impulsar iniciativas que transformen la experiencia del envejecimiento, se abrió la primera convocatoria de Región Plateada, la cual busca seleccionar 30 proyectos que recibirán aceleración y alrededor de 4 de estos podrán recibir financiamiento hasta por US $100.000. Los proyectos deben mejorar la oferta de servicios de cuidado de larga duración, prevenir la dependencia de las personas mayores y formar a los cuidadores. Región Plateada se destaca como una iniciativa clave para abordar el mercado de servicios de cuidado y, de esta manera, incubar un ecosistema empresarial que resolverá los problemas del cambio demográfico en América latina y el Caribe en la próxima década.
Este esfuerzo es particularmente relevante en Colombia, donde el envejecimiento poblacional avanza rápidamente. Según el informe Panorama de envejecimiento y dependencia en América Latina y el Caribe, publicado por el BID, para 2050 se proyecta que las personas mayores de 60 años en el país representarán el 27,6% de la población, lo que equivale a más de 15 millones de personas. Este crecimiento demanda innovación en los servicios de salud y cuidado a largo plazo.
De igual manera el estudio Tsunami LATAM, coordinado por Data8 y Hype50+, y respaldado por BID Lab, revela que el 86% de los cuidadores familiares en Colombia son mujeres, muchas de las cuales enfrentan desafíos económicos considerables. Solo el 34% de ellas tiene acceso a trabajos remunerados, lo que refleja la urgencia de abordar las limitaciones económicas y sociales que enfrentan las mujeres cuidadoras, especialmente en áreas rurales, donde 9 de cada 10 mujeres mayores de 60 años no cuentan con ingresos ni pensión.