Replantear evaluación de riesgo pide Duque a calificadoras | El Nuevo Siglo
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Presidencia
Jueves, 27 de Mayo de 2021
Redacción Web

El presidente Iván Duque pidió este jueves a las agencias calificadoras de riesgo no evaluar a los países con criterios prepandémicos, en momentos en que el mundo y, especialmente los países emergentes, pasan por el peor momento económico desde la Segunda Guerra Mundial.

La semana pasada, la agencia S&P Global Ratings rebajó la calificación crediticia soberana de Colombia desde 'BBB-' hasta 'BB+', quitando así el grado de inversión al país. La decisión de la firma se produjo por las protestas sociales provocadas por la propuesta de reforma tributaria que luego fue retirada por el propio Gobierno.

En una intervención durante el XIII Foro Económico Internacional sobre América Latina y el Caribe, el jefe de Estado dijo que el país puso en marcha exitosamente una red de protección social para los colombianos más vulnerables por los efectos de la crisis, así como medidas con las que se pudo sacar al país de la recesión económica en que cayó el año pasado.

El foro, organizado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es uno de los eventos más relevantes en Europa dedicado a la situación de América Latina y El Caribe, la región más afectada por la pandemia del coronavirus.

El mandatario señaló que “quiero destacar que hoy tenemos un reto, y necesitamos que la voz de la OCDE, la voz del BID, sea clara: Los países no pueden seguir siendo evaluados por las calificadoras de riesgo con criterios prepandémicos. Hoy sabemos que los retos son grandes, enormes, que necesitamos salir y salir con crecimiento, con un crecimiento que traiga la responsabilidad fiscal”.


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Crecimiento

El Presidente Duque dijo que, en 2020, el país empezó con una senda de crecimiento del orden de 3,4% -una de las más altas de América Latina-, con la mayor reducción del déficit fiscal en casi 7 años y con un recaudo tributario aumentando más de 10%, cuando empezaron los efectos de la pandemia en el segundo trimestre.

Recordó que atender la situación implicó un aumento del endeudamiento y del déficit público, pero se logró, entre muchas cosas, el Compromiso por Colombia, un plan de reactivación de US$45.000 millones, duplicar las unidades de cuidado intensivo, y crear una red de protección social respaldada por la OCDE y el BID.

“Pudimos desarrollar una herramienta para llevar transferencias monetarias no condicionadas a 3,5 millones de hogares, la devolución del IVA para 2 millones de personas, subsidiar la nómina por primera vez en la historia por más de 15 meses, pagando el 50% del salario mínimo y protegiendo el tejido laboral. Generamos una red de protección para fortalecer las transferencias condicionadas regulares”, indicó.

Beneficios

El Gobierno calcula que más de 28 millones de colombianos han sido beneficiados con la protección social extendida a los más vulnerables, mujeres y jóvenes, quienes han sido los más afectados con la situación económica.

No haber contado con la red de protección social del Gobierno hubiera implicado que la pobreza cubriera al 50% de la población.

Ahora, el país enfrenta un 2021 con esperanza y con enormes retos, porque el crecimiento económico fue de 1,1% en el primer trimestre y se espera llegar al 5% al finalizar el año, y los colombianos deben seguir recibiendo protección porque la pandemia no ha terminado.

“El reto del 2021 es aún mayor. Primero, la pandemia no ha terminado y eso quiere decir que debemos seguir protegiéndonos, recuperar la actividad económica y avanzar en la vacunación masiva, asociada a la disponibilidad de vacunas. Colombia tiene un compromiso con la estabilidad fiscal de sus finanzas, pero también apoyar el fortalecimiento de las finanzas territoriales”, expresó el jefe de Estado.

“Necesitamos que todos los organismos multilaterales sean conscientes de que los mercados emergentes pueden sufrir mucho ante una eventual alza en las tasas de interés en los Estados Unidos y también somos conscientes de que, dado el informe del Fondo Monetario Internacional donde dice que la relación de deuda/PIB en promedio mundial estará llegando al 99%, estaremos viendo una competencia feroz por endeudamiento en los próximos años”, precisó.

De ahí que el Mandatario pidiera mejores herramientas de rápido desembolso de créditos, de atención, de garantías parciales, “pero, también, permitir una valoración de estos esfuerzos en un contexto casi que excepcional de pandemia, ayudar a mantener la credibilidad en las finanzas públicas de muchos de nuestros países”, puntualizó.


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Capitales

De otra parte, ayer los mercados financieros insistieron que es fundamental tramitar la reforma fiscal para enderezar el descuadre de las finanzas nacionales.

Sin duda la decisión de la firma Standard & Poor’s (S&P) de rebajar la calificación crediticia de la deuda colombiana denominada en moneda extranjera de BBB- con perspectiva negativa a BB+ con perspectiva estable, puso en vilo la credibilidad del país con sus obligaciones.

Incluso el mismo día de la decisión, hubo una reacción negativa de los mercados, lo que se tradujo en la depreciación del peso y aumento en las tasas de interés. De hecho, el peso colombiano cayó cerca de un 1% y las acciones de empresas nacionales presentaron un desempeño negativo.

Según un análisis de Anif: “Las repercusiones de la pérdida del grado de inversión serían aún más profundas. En el corto plazo, podría presentarse no solo una disminución en la inversión extranjera directa, sino también una fuga de capitales que refuercen la depreciación del peso frente al dólar estadounidense”.

Sostienen los investigadores que “esto podría tener consecuencias negativas en los niveles de producción debido a que la importación de maquinarias y materias primas sería más costosa. Lo anterior, sumado a que el mencionado encarecimiento del endeudamiento del gobierno en el extranjero llevará a un menor gasto público, herramienta clave en la generación de empleo y de ingreso de los hogares y, en general, a un menor crecimiento de la economía y mayor desigualdad”.

Agrega la Asociación que “así mismo, también es importante saber qué sucederá en el mediano y largo plazo. Si la reactivación de la economía continúa detenida debido a medidas restrictivas a la movilidad y el comercio como cuarentenas y toques de queda y si las manifestaciones y bloqueos se prolongan, es probable que las calificadoras bajen la perspectiva que tienen a futuro de nuestro grado crediticio: S&P la fijó en estable mientras Fitch y Moody’s tienen perspectiva negativa”.

No más largas a la reforma

Sostiene Anif que “de no tramitar con urgencia una nueva reforma tributaria, es casi seguro que Fitch siga el camino de S&P y baje nuestra calificación a BB+. ¿Qué expectativas hay a futuro? Como lo expresamos, lo que pase en los próximos meses depende de la seriedad con la que se asuma la necesidad de tramitar una reforma tributaria que permita, en el corto plazo y de manera progresiva, aumentar los ingresos de la Nación”.

Expresa el análisis que “un consenso para sacar adelante esta reforma no da más largas y es responsabilidad de todos los sectores políticos agilizarla y debatirla en las instancias requeridas. De lo contrario, la situación solo tenderá a empeorar en materia económica y eso significa un menor bienestar para todos los ciudadanos. Las otras calificadoras están a la expectativa de lo que ocurra con el trámite de esta nueva reforma y, también, a la manera en la que se hará frente a la crisis social que golpea al país por cuenta de las manifestaciones y bloqueos de vías”.

Pero paralelamente, “los ojos están puestos en el avance del Plan Nacional de Vacunación y la recuperación económica, aspectos que van todos de la mano. Lo anterior hace evidente el alto grado de incertidumbre en el que se encuentra el país y, consecuentemente, de la evolución en su calificación crediticia. Así, vale la pena resaltar que, en el ámbito macroeconómico, la pérdida del grado de inversión conlleva un rápido ajuste fiscal y una rápida corrección en la balanza de pagos, mientras que conduce a un crecimiento económico más lento”.