Restricción y contrabando del acero | El Nuevo Siglo
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Domingo, 1 de Abril de 2018
Redacción Economía
Entrevista. Empresarios denuncian mercado ilegal de la materia prima desde Venezuela
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El mercado del acero en Colombia se ha visto agitado no solo por las decisiones del gobierno de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones acero y de 10% a las de aluminio, exceptuando temporalmente a México y Canadá, sino que también se ve afectado por el contrabando procedente de Venezuela.

Teniendo en cuenta la situación que se está generando en torno al tema de la sección 232 sobre los aranceles que el presidente Trump, impuso, el 8 de marzo, a las importaciones de acero; desde la Cámara Colombiana del Acero, Camacero, se pretende dar claridad a los factores que se encuentran tras esta decisión del mandatario norteamericano.

Trump a lo largo de su campaña a la presidencia manejó propuestas populistas, dentro de las cuales se encontraba “proteger la industria del acero” dado que según el mandatario la disminución de empleos en las siderúrgicas estadounidenses es una consecuencia directa de la globalización y las importaciones que su país realiza de acero. Enfocándose principalmente en las de China, dado los valores en los productos que este país maneja y su alto nivel de producción.

Sin embargo se debe tener en cuenta que el porcentaje total de exportaciones que el país asiático envía a EU consiste únicamente en el 2,9% del total que ingresan a la nación americana. Porcentaje que se enfoca en aceros largos y no planos (los cuales representan la sobrecapacidad china). Sumado a esto se debe tener en cuenta que actualmente la capacidad de producción china ha venido disminuyendo, dadas las normas de protección ambiental exigidas por el gobierno y el aumento interno del consumo.

Lo cual no quiere decir que esto no impacte en la disminución y pérdida de empleos sin embargo no es la razón principal.

El director ejecutivo de la Cámara Colombiana del Acero, Camacero, Andrés Ramírez Sánchez, habló con EL NUEVO SIGLO sobre la situación del mercado del acero en la nueva realidad que se impone ante los aranceles impuestos por Estados Unidos.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo impactará el precio del acero la determinación de imponer aranceles por parte del gobierno de Donald Trump?

ANDRÉS RAMÍREZ SÁNCHEZ: Es muy probable que el precio del acero a nivel internacional se mantenga elevado, tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles de un 25% a las importaciones de acero y de un 10% a las de aluminio. Se puede presentar una sobreoferta, con la que bajarían los precios, pero también se debe considerar que estos dependen de las materias primas cuyo valor viene aumentando en los últimos años. Desde Camacero no creemos que exista un incremento del precio de acero para el caso del precio local, esencialmente porque Turquía, por ahora, no aparece en el radar de países a los que se le aplicaría el arancel y es la nación referencia, por temas de producción y exportación, que incide en la colocación de precios.

 

ENS: ¿A cuánto ascienden las exportaciones colombianas de acero a Estados Unidos?

ARS: Las exportaciones de acero del país estarían cercanas a las 65 mil toneladas por año. En contraste, la demanda nacional está en el orden de los 3,5 millones de toneladas anuales, de las cuales el país solo produce 1,4 millones.

 

Producción

ENS: ¿La producción colombiana de la materia prima en cuánto está?

ARS: Colombia tiene una industria con una capacidad instalada de 1,8 millones de toneladas de acero, que fue la cifra alcanzada en la producción de 2017 y la misma que se proyecta para este año. Ahora, para producir más, se tendría que importar materia prima, porque no hay en el mercado nacional la chatarra necesaria. Hoy, cuatro de las cinco grandes siderúrgicas del país fabrican el acero a partir de dichos residuos, un millón de toneladas de acero al año.

 

ENS: ¿De qué orden son las importaciones de materia prima?

ARS: Colombia importa dos terceras partes del consumo. El año pasado cayó en 300 mil toneladas, porque fue un periodo difícil para la economía nacional, las exportaciones pasaron de 2,3 millones de toneladas en 2016 a 2 millones de toneladas en 2017. La reducción, básicamente, fue un reflejo de la situación económica del país, que mostró un deterioro en sectores como construcción e infraestructura, pilares para el desarrollo del país y de la industria.

 

Contrabando

ENS: Otro de los puntos que afectan gravemente al sector y que han sido denunciados por Camacero es el contrabando desde Venezuela, ¿cómo es esta situación?

ARS: La mayor siderúrgica de Venezuela, Sidor, ya del gobierno de Nicolás Maduro, produce 300 mil toneladas al año que no logran venderse en Venezuela porque no existe la suficiente demanda. Y, sin embargo, se incrementó la planta de trabajadores. Lo que hace el contrabandista es que aprovecha las dos tasas de dólar que hay en Venezuela. Con el dólar negro va a la fábrica y compra a tasa oficial el acero, le sale muy barato, lo introduce en Colombia y lo vende rápido. El contrabandista debería hacer la devolución de las divisas por medio del Banco de la República, pero no la hace. Es un delito fiscal.

 

ENS: ¿Cómo se ha detectado este fenómeno de comercio ilegal?

ARS: Los datos de mercado señalan que en Barranquilla una tonelada legal de HRC de lámina caliente cuesta US$700. Esta misma tonelada la compran en Venezuela en US$110. Y una parte de la modalidad del contrabando es venderla rápido, por lo que en Colombia la venden por debajo del precio del mercado y eso nos afecta. Además, algunas de esas láminas no cumplen con las normas de sismo resistencia. Se están ganando un 50 %. Ya estamos viendo este acero venezolano en Bogotá y en Barranquilla. El año pasado entraron cerca de 4 mil toneladas de contrabando de acero por la frontera. Les pedimos a las autoridades aduaneras que nos colabore. En pesos colombianos, los contrabandistas estarían comprando la tonelada de acero en Venezuela a $313 mil, y lo venderían en el país a alrededor de $1.100.000, mientras que en el mercado colombiano está en cerca de dos millones de pesos. Es decir, venden el acero un millón más barato, lo que puede ser atractivo para algunos constructores.