Solo hasta el 2022 la industria volverá a su nivel de producción | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 23 de Diciembre de 2020
Redacción Economía

AUNQUE en los últimos meses el sector industrial ha logrado revertir algo de lo que perdió con las cuarentenas estrictas que se establecieron por culpa de la pandemia, no ha sido suficiente recuperar el nivel de producción y será solo hasta el 2022 cuando lo logre.



Sin duda este 2020 fue un año inusual que generó impactos en distintos sectores e industrias con efectos negativos que se reflejaron en los ritmos de producción de las corporaciones a nivel mundial.

Con el coronavirus, las compañías se vieron obligadas a modificar drásticamente algunos de sus procesos, enviando personal a trabajar de forma remota, reduciendo el número de colaboradores en las instalaciones, y generando una necesidad de ahorro en diversos ámbitos con el fin de disminuir el impacto por el virus.

El panorama

Es por eso que de cara al 2021, el sector industrial enfrentará un panorama completamente distinto al que las compañías están acostumbradas, con nuevas necesidades y retos que serán parte de su ‘nueva normalidad’.

Cabe mencionar que la actividad industrial del país enfrentará un escenario de recuperación para el año próximo, ya que se ha visto afectada derivado de la pandemia.

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Según los resultados de la encuesta “Pulso Empresarial” del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el 48,6% de las empresas de Comercio, Industria manufacturera, Servicios y Construcción reportaron una disminución de la demanda de sus productos o servicios.



Para salir avante, pueden hacer uso de la inteligencia operativa que, basada en tecnología y en el uso y análisis de datos, ayuda a las compañías a contrarrestar el impacto negativo de la pandemia e incluso a generar beneficios para mantenerse a flote.

En este contexto, algunos de los retos y desafíos que enfrentará la industria, de manera general, son:

1. Trabajo remoto

 Las compañías están cada vez más acostumbradas a tener personal trabajando a distancia y en múltiples ubicaciones a la vez. Esto, si bien no es nuevo, es una necesidad que se aceleró a raíz de la Covid-19 y que forma parte de la evolución industrial hacia el próximo año.

En ese sentido, la inteligencia operativa se vuelve un arma fundamental para que las empresas puedan recopilar datos de distintas fuentes disponibles y tener visibilidad en una plataforma, como lo es PI System, incluso de forma remota y sin necesidad de que el personal se encuentre en la planta.

El acceso a datos críticos, en tiempo real, ayuda a los colaboradores a ser eficaces en la toma de decisiones, prevenir fallas en la maquinaria, y anticiparse a errores sin necesidad de estar presentes en las instalaciones, algo crucial en el entorno actual.

Cabe destacar que el 85% de las empresas, de acuerdo con datos de OSIsoft, asegura que su productividad ha aumentado como resultado de una mayor flexibilidad, otorgada por el trabajo remoto hacia sus colaboradores.

2. Necesidad de ahorrar

Luego de un 2020 con efectos negativos, como el cierre de plantas y reducción de personal, el 2021 será un año de recuperación en donde ahorrar será fundamental. En noviembre, el 37,4% del total de empresas de manufactura que participaron en la encuesta “Pulso Empresarial” del Dane, manifestaron que esperan un aumento en sus ingresos durante los próximos tres meses.



Una forma de ahorrar será anticiparse a posibles fallas, realizar revisiones y prevenir los errores a través de estrategias de mantenimiento basadas en inteligencia operativa, y no de forma reactiva una vez que los fallos presentan consecuencias. Para lograrlo se requiere una plataforma que brinde visualización en tiempo real de los datos que se generan, con el fin de convertirlos en información de valor.

A través de la inteligencia operativa se puede detectar el desgaste de activos clave y, por lo tanto, programar su reemplazo o mantenimiento.

3. Gestión del agua

Hacer uso adecuado de este recurso en el plano industrial es crucial, no solo hacia 2021, sino de cara al futuro en general. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en América Latina, el agua por persona ha disminuido un 22%, en el sur de Asia un 27% y en África Subsahariana hasta un 41%.

Mediante sensores, las empresas pueden monitorear patrones específicos en el flujo de agua y su consumo para operaciones cotidianas, con el fin de tomar decisiones que les ayuden a reducir el desperdicio y su gasto.

Por ejemplo, el principal proveedor de agua de Tennessee, White House Utility District (WHUD), utilizó medidores de flujo en sus tuberías para monitorear sus operaciones y almacenó los datos generados en PI System.

Esa información demostró, en menos de 4 días, que WHUD perdía alrededor de 147 millones de galones al año en fugas, algo que desconocían. En dos años, luego de la detección de esta falla, WHUD ahorró cerca de US$900.000 en la gestión de agua.

4. Productos básicos

Poner en funcionamiento a una empresa, de cualquier sector, no será igual a como las compañías estaban acostumbradas. Existirá una necesidad importante de abastecer de productos básicos a la gente, además de posibles incrementos en la demanda de insumos, lo que hará que las firmas deban incrementar sus ritmos de trabajo y reorientar sus estrategias de producción, una tarea para la que la inteligencia operativa puede ser de gran ayuda.



El futuro del cobre

Una de las alternativas de la industria está en desarrollo de minerales. Precisamente, Colombia, que actualmente no es un país reconocido como potencia en cobre, cuenta con un gran potencial al ser atravesado por la misma formación cuprífera de Los Andes en la que se encuentran los más grandes yacimientos existentes en países que han sido históricamente potencia en la materia como Chile y -cada día más- Perú.

Es así que el gobierno nacional, ha dado pasos importantes enfocando sus esfuerzos en el desarrollo de proyectos de cobre, dada la importancia de este mineral en la diversificación de la canasta minera del país. Por ejemplo, proyectos como Quebradona y Gramalote, ambos desarrollados por AngloGold Ashanti Colombia, están en lo más alto de la agenda del gobierno nacional. Quebradona es un proyecto de minería subterránea a gran escala, el primero en el país, que produciría concentrados de cobre (con oro y plata) para ser exportados.