Hernández, fenómeno electoral | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Mayo de 2022

* Segunda vuelta inédita en el país

* Punto de inflexión en política colombiana

 

 

Con el paso de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández a la segunda vuelta presidencial, luego de la jornada electoral de ayer, resulta evidente que en estas tres semanas las plataformas programáticas tomarán una vigencia inusitada. Ahora sí, después de una insólita campaña en que hubo más de 50 cincuenta precandidatos y candidatos, y que estuvo signada por la camorra permanente y una polarización sin precedentes, es posible contrastar las diferencias ideológicas y la orientación específica que cada aspirante pretende darle a Colombia, una vez ambos se han presentado como personeros del cambio.

Por otra parte, nadie dudaría de que el fenómeno electoral de ayer fue la votación de cerca de seis millones de sufragios, lograda por el ingeniero Rodolfo Hernández. Aunque algunos sondeos mostraban al candidato independiente en franco ascenso sus resultados finales demostraron que en los últimos días el exalcalde de Bucaramanga logró, en buena medida, conquistar el corazón de un número trascendental de colombianos, asegurando el segundo lugar después del candidato izquierdista Gustavo Petro.

De esta forma, el aspirante de la Liga Anticorrupción pudo sobrepasar al candidato de Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez, quien, pese a quedar en tercer lugar, logró la no despreciable cifra de cinco millones de papeletas, superando la votación que había obtenido su coalición, el 13 de marzo pasado, en las consultas interpartidistas. En ese orden de ideas, Gutiérrez reconoció ipso facto la victoria de Hernández y en una rápida y serena intervención, y en un acto de confianza unilateral, añadió que votaría por él en la segunda vuelta, sin necesidad de reuniones o pactos de ninguna índole, ni mucho menos compromisos burocráticos, sino bajo la enseña de salvar la democracia y garantizar la vigencia del sistema de orden y libertades que, a través de sus instituciones, impera en Colombia.

De tal manera, Gutiérrez envió una señal a sus electores, lo cual de inmediato hizo que los analistas sumaran los registros de ambos exalcaldes (11 millones de votos) y a no dudarlo ese fue el hecho político una vez terminó el preconteo informativo por parte de la Registraduría Nacional, además de la adhesión de Enrique Gómez Martínez y la eventual de John Milton Rodríguez. Faltará ver, desde luego, si en el transcurso de la campaña esta cifra se hace una realidad, pero de antemano es claro que será el voto libre el que prepondere, sin ataduras de ninguna especie. De hecho, Hernández obtuvo el primer lugar en los departamentos del centro-oriente, así como en el Huila y el Tolima, a lo que se sumó una buena exposición electoral en el Eje Cafetero. Incluso, en Bogotá, el petrismo obtuvo el 47% pero el llamado antipetrismo logró el 42% si, en efecto, se adicionan los votos de los exalcaldes de Bucaramanga y Medellín.  

Por su parte, el candidato izquierdista confirmó su primacía en las encuestas de primera vuelta, con ocho y medio millones de votos, pero estuvo bastante lejos de lograr su anhelo de ganar la presidencia sin necesidad de balotaje. En todo caso, calificó de “suicidio” cualquier votación por Hernández y de una vez entró a atacarlo.       

Así las cosas, hay una nueva baraja para la segunda vuelta y nada está dicho. Desde el punto de vista programático habrán de enfrentarse las nociones que tienen un empresario santandereano exitoso, como Hernández, y las habilidades retóricas de un candidato experto en las lides parlamentarias, como Petro. Son dos visiones de país completamente diferentes frente al sistema de mercado y la iniciativa privada, la transición energética, las cargas tributarias, el gasto público y el costo de la burocracia estatal, así como en el manejo de la seguridad, las reformas a la justicia, la creación de empleo y el marco laboral y pensional. Para Hernández la paz se consigue en un debate frontal contra la corrupción y las anomalías de la contratación pública, que denomina “la ladronera”, mientras que para Petro la paz consiste en el desarrollo del acuerdo de La Habana y el sometimiento a la justicia de los actores de la criminalidad. 

La jornada democrática de ayer se adelantó pacíficamente y valga decir que en este caso la Registraduría logró superar las sospechas que se habían enquistado a raíz de las irregularidades de los comicios parlamentarios. Queda, pues, abierto un escenario electoral inédito en el país que marcará un punto de inflexión en la política colombiana.