La peligrosa implosión del proceso de paz con disidencias de Farc | El Nuevo Siglo
EL PRESIDENTE de la Comisión de Paz del Senado, Ariel Ávila, el director del Instituto de Ciencias Políticas, Carlos Chacón, y el analista en conflicto armado y procesos de paz, Eduardo Pizarro, aseguraron que, si el Estado da un mal paso, los diálogos pueden fracasar. /ENS - archivo
Miércoles, 17 de Julio de 2024
Redacción Política

COMO SE sabe, la Oficina del alto comisionado de Paz indicó el martes pasado que solo se mantendrá el cese el fuego, hasta el próximo 15 de octubre, con tres bloques del EMC: “Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte”, “Comandante Jorge Suárez Briceño” y “frente Raúl Reyes”.

 

El “Jorge Suárez Briceño” está integrado por los frentes “Gaitán Gutiérrez”, “Marco Aurelio Buendía”, “Ever Castro”, “Arturo Ruiz”, “Iván Díaz”, “Rodrigo Cadete”, “Darío Gutiérrez” y “Jhon Linares”. El del “Magdalena Medio” lo forman los frentes 4, 18, 36, 24, 37, “Martín Caballero”, “Mariscal Antonio José de Sucre” y la columna móvil “Bernardo Jara”.

La vocería de estos grupos está en cabeza de Alexander Díaz Mendoza, alias ‘Calarcá’.

Entretanto, los frentes que comanda Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, quedaron por fuera del proceso de paz. Actúan en Nariño, Valle y Cauca, pero también en el Caquetá, Antioquia y otros departamentos. En los tres primeros departamentos, el Gobierno suspendió desde marzo pasado el cese el fuego por la ofensiva terrorista de esas facciones contra la Fuerza Pública y la población civil. Ahora, esa medida se extiende a todo el país. Es decir, que se les combatirá en todo el territorio.

EL NUEVO SIGLO habló con tres expertos en temas de conflicto armado en torno a las dificultades que implicará para las Fuerzas Militares sobre el terreno poder diferenciar qué grupos de las disidencias sí están en proceso de paz y cuáles deben ser combatidos sin cuartel.

 

Proceso accidentado

¿Cómo entender el accidentado proceso de paz con el EMC?

Para el presidente de la Comisión de Paz del Senado, el senador Ariel Ávila, “el proceso de paz entre la ‘Segunda Marquetalia’ y el Estado está arrancando y que creo que va a ser como el más fácil, −no sé sí termine bien o no−, pero va ser más fácil; El del ‘Eln’ lleva más o menos seis meses en crisis, aunque se reúnen y demás, no han avanzado en la agenda; Y el del autodenominado Estado Mayor Central, es como la combinación del peor escenario posible para un proceso de paz por tres razones; primero, porque hay una división que va a estallar casi una guerra civil entre alias ‘Calarcá’ y alias Iván ‘Mordisco’, y esto va a significar una cantidad de muertos en lo que ellos llaman la base social; segundo, en el territorio no es fácil discriminar, en muchas zonas operan ambos y, por ende, la Fuerza Pública no la tiene tan fácil para hacer operativos; y lo tercero, porque esa división no está zanjada”.

A su turno, Carlos Chacón, director del Instituto de Ciencias Políticas (ICP) sostuvo que “lo que está evidenciando esto es el fracaso de la paz total y todos los problemas que se han venido advirtiendo. El proceso accidentado, porque de alguna manera nunca se garantizó que hubiera una unidad de mando con los grupos que se estaba negociando, porque las líneas rojas siguen sin estar claras con ninguno de los grupos, porque esos grupos lo que han hecho es fortalecerse en la medida en que pasan las negociaciones y se conceden ceses al fuego. En la medida en que a esos grupos se les ha reconocido carácter político se convirtieron en un peligro, y eso se advirtió e incluso se le pidió al gobierno que no les diera ese estatus”.

Del mismo modo, Eduardo Pizarro, analista en conflicto armado y paz, agregó que “es honda la diferencia que existe entre las dos disidencias de las Farc. Mientras que el grupo que continúa en la mesa de negociaciones liderado por alias “Calarcá” conserva así sea un débil barniz político, la disidencia liderada por ‘Iván Mordisco’ es una organización dedicada casi que exclusivamente al control territorial para lograr el monopolio de las rentas ilegales en sus zonas de influencia. Por otra parte, el grupo liderado por ‘Iván Márquez’ no solo tiene serios problemas legales para negociar, −pues el texto del Teatro Colón elevado a la categoría de norma constitucional− prohíbe darle estatus político a un grupo reincidente. Además, su máximo líder no solo quedó en mal estado de salud tras el atentado sufrido en Venezuela, sino que se halla imposibilitado para ejercer su mando en el terreno”.

 

Complejidad en el terreno

Un tema de extrema complejidad es poder establecer claramente cómo diferenciar unos grupos de otros.

Al respecto, Ariel Ávila dijo que “sobre el terreno no hay ninguna posibilidad de distinguirlos; sin embargo, hay zonas donde opera uno u otro. Pero en zonas donde operan ambas estructuras como en los llanos orientales qué es dónde va a estallar la crisis y la guerra civil entre ellos, va a ser muy difícil. Yo lo que siento es que aquí las autoridades lo que van a presenciar es una matazón y no van a poder meterse, como en su momento lo hizo Miguel Arroyave con ‘Los Buitragueños’ en esa famosa guerra de los llanos orientales de los paramilitares”.

Por su parte, Carlos Chacón, opinó que la Fuerza Pública va a suponer una dificultad al advertir diferencias entre grupos de ‘Mordisco’ y las otras disidencias. “Va ser muy difícil para las autoridades, tratar de recobrar ese control territorial en el marco de esas distinciones que se están haciendo con las disidencias. Porque, ha habido un debilitamiento sistemático de las capacidades de la Fuerza Pública; no obstante, estos grupos están fraccionados entre ellos mismos en algunos territorios cooperan y en otros pugnan. No sabemos qué tanta capacidad de inteligencia exista para distinguir efectivamente qué grupo está al mando y cuáles se encuentran bajo una unidad de mando a la cual respondan”.

De igual manera, Eduardo Pizarro aseguró que “aun cuando sobre el papel una y otra de las dos facciones tienen presencia en distintas regiones del país −y, por tanto, sería posible actuar con firmeza en unas zonas y en otras mantener un cese al fuego bilateral−, en la práctica es imposible, pues, unos y otros se hallan en constante movimiento e intentando copar y expulsar a sus adversarios. Si por la imposibilidad de diferenciarlos se produce un enfrentamiento entre el grupo de ‘Calarcá’ y las FF. MM., todo el proceso se puede derrumbar. Por ello, la única solución sería que los frentes que continúan en la mesa tomaran la decisión sería de ubicarse ya en campamentos de paz protegidos por la Fuerza Pública”.

¿COP 16 en peligro?

Uno de los asuntos que más preocupa es la posible amenaza de la facción de ‘Mordisco’ a la COP16 sobre biodiversidad que se realizará en Cali, en octubre próximo.

Como se sabe, el martes se conoció un mensaje en internet atribuido a las disidencias en donde se advertía que: “La COP16 fracasará, aunque militarice con gringos (estadounidenses) la ciudad”, según publicó ese grupo armado en la red social X.

Al respecto, Ávila mencionó que “el caso de las estructuras que operan en el suroccidente de Colombia, en el Cauca opera la Jaime Martínez, la Dagoberto Ramos, y la Carlos Patiño. Ellos tienen mucha capacidad de daño, −yo tengo un miedo sobre Cali−. Pero, no son estructuras que obedezcan a ‘Mordisco’, él no controla eso al 100%, pero allá no hay cese al fuego. Entonces, es muy probable que estas estructuras puedan hacer un atentado o no, pero nosotros hemos llamado a la alerta que Cali cree un plan candado permanente para evitar que entren explosivos a la ciudad porque tengo ese temor”.

Igualmente, Chacón agregó que “el Gobierno nacional, y las autoridades del Valle del Cauca y de Cali, tienen que prepararse para garantizar la seguridad en la COP 16. Es claro que los grupos criminales van a querer llevar a cabo algún tipo de acción para mostrar que tienen poder. Evidentemente, estamos ante un deterioro de las condiciones de orden público, en la que, los grupos armados juegan un papel determinante como quiera que los eventos internacionales les darían visibilidad”.

Para finalizar, Eduardo Pizarro sostuvo que “la amenaza de sabotear la COP16 en Cali tiene un objetivo claro: obligar al gobierno a reabrir las negociaciones con esta facción y retomar el tema del cese al fuego bilateral. Para el Gobierno una cancelación de este importante evento sería un desastre para su imagen internacional. Este es el cálculo de este grupo disidente y, el Gobierno puede optar −como al parecer es su decisión− por lanzar una fuerte ofensiva militar en el norte del Cauca y el sur del Valle para alejar esa amenaza. Ojalá tengan éxito”.