Migración disparada en 2023 | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Diciembre de 2023

* Uno de los grandes retos de la humanidad

* Colombia, entre protagonistas de la crisis

 

En este año que termina la migración alcanzó niveles récord de crecimiento en todo el planeta, con énfasis especial en las Américas. 

Por sus enormes implicaciones económicas, sociales y políticas, así como por la estela de opresión, crimen y sufrimiento que difuminan sus dramáticas historias, junto con la guerra y la inteligencia artificial, la migración es uno de los temas capitales para la humanidad, en este punto y hora.

Colombia tiene un capítulo especial en esta historia por la rapidez vertiginosa con la cual las mafias locales y algunos grupos armados ilegales consolidaron la actividad de redes criminales de tráfico de personas en nuestro territorio, con migrantes de varias nacionalidades que atraviesan la ruta a Panamá a través del tapón del Darién, para iniciar desde allí una tortuosa ruta que continúa a lo largo de todo Centroamérica y México, hasta llegar a Estados Unidos, por Texas y Arizona. La colonizaron en el 2014 con cubanos que llegaban en avión hasta Ecuador y entraban a nuestro país por Nariño. Cruzaron 40 mil ese año y en 2023 ya van 500 mil migrantes, en su mayoría venezolanos, colombianos, ecuatorianos, haitianos, cubanos y también asiáticos y africanos. Es más del doble de la cifra registrada el año pasado.

Estados Unidos reporta 2,5 millones de encuentros con migrantes en 2023, un nuevo récord histórico, fenómeno que se repite en otras latitudes. Australia tuvo 737 mil llegadas de migrantes, frente a 427 mil del año anterior, e Irlanda 77.600, frente a 51.700 de 2022. Y la presión migratoria llevó a los países de la OCDE a otorgar 2,4 millones de permisos de trabajo, un impactante crecimiento de 77 % respecto del año anterior.

En su mayoría el aumento obedece a la tendencia expansiva que traen, desde hace años en todo el mundo, la migración humanitaria y la laboral. La mala situación económica, la inestabilidad política y la falta de oportunidades en los países de origen son las fuerzas que en definitiva arrojan a millones de personas a buscar, al costo que sea, otro destino para ellas y sus familias. Precisamente la familiar continúa siendo la categoría principal de migración permanente. Otros hechos que explican el año récord en migraciones a nivel planetario son los conflictos en Sudán, Afganistán, Etiopía, el Sahel africano y –muy especialmente– las guerras en Ucrania y Palestina.

En sus últimos reportes, la Organización Internacional para las Migraciones señala los desastres naturales relacionados con el cambio climático como otra de las principales causas del aumento inusitado de las migraciones. Lluvias torrenciales, inundaciones, huracanes, sequías y aumento del nivel del mar causan ruina a millones de personas y provocan desplazamientos internos y migración.

La lección que deja este 2023 en la materia es que, por su tamaño y creciente gravedad, por el número de afectados, por la potente interferencia de la delincuencia en los procesos (después del narcotráfico y el tráfico de armas, el tráfico de personas es la tercera actividad criminal más lucrativa del mundo), la migración avanza rápidamente a convertirse en el mayor reto colectivo para la humanidad.

Es una crisis global que compromete profundamente el destino de centenares de millones de personas y exige, por lo tanto, soluciones globales que trasciendan los enfoques represivos y desplacen la atención hacia temas como la desigualdad y la justicia.  

Exige respuestas para enfrentar la pobreza –un camino por el cual la humanidad avanza a paso de tortuga– y un profundo cambio de actitud de los países receptores para poner fin a la aporofobia –aversión hacia los pobres– que está en el trasfondo de la persecución y la represión. Los de la OCDE y otros países enfrentan déficits poblacionales que terminan por suplir los migrantes y son significativos los aportes que estos realizan a las economías –trabajo, impuestos, otros saberes– y, en el sentido inverso, repercuten con entre 1 % y 20 % del PIB a sus naciones de origen a través de remesas, según la misma instancia.

Pese a ello continúan siendo perseguidos, discriminados y humillados. Hasta ahora resulta imposible organizar y regular masivamente los flujos migratorios para evitar la infame cadena de atrocidades que tienen que enfrentar los migrantes, en especial los más pobres y débiles. Si tantos países siguen tan quedados en el objetivo de construir sociedades justas e incluyentes, es fácil concluir lo mal que pinta el panorama global en la materia