Reingeniería policial | El Nuevo Siglo
Martes, 9 de Mayo de 2023

* Los nuevos énfasis operativos e institucionales

* Afrontar pico de inseguridad y desorden público

 

Muchos y de alto calado son los retos que tiene el general William René Salamanca, nuevo director general de la Policía Nacional. Como lo hemos advertido en estas páginas, la situación de seguridad y orden público es delicada, no solo por el repunte del accionar de los grupos armados ilegales sino por los picos de delincuencia común y organizada en campos y ciudades.

En ese orden de ideas, revertir ese deterioro de la tranquilidad y convivencia ciudadanas se impone como la prioridad del general Salamanca, cuya trayectoria y experticia son carta de garantía para afrontar esta complicada labor.

La Policía, al tenor de las encuestas, al igual que el resto de la Fuerza Pública, continúa en la parte alta del top de instituciones en las que los colombianos más confían. Sin embargo, es innegable que ante el aumento de la criminalidad la ciudadanía exige de la institución una acción más eficaz contra redes de extorsión, sicariato, hurto, narcotráfico, minería criminal, ‘gota a gota’ y otros delitos de alto impacto. También es evidente que los grupos residuales de las Farc, la guerrilla del Eln y las bandas de macrocrimen (tipo ‘Clan del Golfo’) han aprovechado los ‘cese el fuego’ planteados por el Gobierno en el marco de su política de paz para aumentar su actividad ilegal.

Pero hay otros flancos delictivos que son tanto o más preocupantes. Tal es el caso de la violencia intrafamiliar, el creciente número de muertes o heridos por acciones de intolerancia, así como la peligrosa tendencia de las personas a la mal denominada ‘justicia por propia mano’.

Otro de los retos de la nueva cúpula policial es, sin duda alguna, redoblar la seguridad alrededor de la campaña con mira a las elecciones de octubre próximo. Ya gobernadores, alcaldes, Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, así como organizaciones no gubernamentales han advertido de grupos ilegales, así como de mafias regionales y locales tratando de interferir en la contienda proselitista.

También se espera del nuevo Director una respuesta más eficaz al aumento de la extensión de narcocultivos en varias zonas del país. Respetando los estándares antidroga fijados por el actual Gobierno, no se puede permitir que el área sembrada con hoja de coca, marihuana o amapola siga creciendo y con ello no solo la capacidad de producción de alcaloides, sino la esfera criminal y violenta con que estas organizaciones narcotraficantes actúan.

Para hacer frente a este desafío, según lo determina la Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana presentada dos semanas atrás por el Ministerio de Defensa, hay una serie de ajustes y énfasis operacionales en cuanto a medidas para desarticular las organizaciones armadas, recuperar control institucional territorial, aumentar la presencia en zonas fronterizas, aplicar una nueva óptica en lucha antidroga, avanzar en la seguridad urbana así como fortalecer la protección a poblaciones vulnerables y combatir delitos contra el medio ambiente y la biodiversidad. Todo ello aunado de una ruta para fortalecer a la Fuerza Pública en su talento humano, su legitimidad y sus capacidades para apoyar el desarrollo en los territorios.

Ayer el nuevo Director de la Policía anunció algunos de los cambios que se aplicarán, referidos a reforzar el pie de fuerza, equipamiento y capacidad humanas y técnicas de la institución para recuperar los niveles de seguridad y orden público en todo el país. También enfatizó en una estrategia para fortalecer el respeto a los derechos humanos y aumentar la confianza y colaboración ciudadanas para neutralizar a los criminales. Igualmente se trabajará en combatir delitos de alto impacto, como extorsión, sicariato, microtráfico, minería criminal, casos de intolerancia y violencia intrafamiliar. Asimismo, habrá una reingeniería al sistema de los CAI y se reentrenará a los uniformados para desarrollar lazos de comunicación y confianza con la población, con el fin de hacer una llave más efectiva para enfrentar amenazas a la convivencia y seguridad.

En la misma línea se implementarán nuevas direcciones regionales a nivel nacional, fortaleciendo los servicios de inteligencia y otras especialidades. Igual, se lanzará un nuevo plan de seguridad vial para disminuir la accidentalidad y aumentar la protección en las carreteras. A ello se sumará, que los bachilleres que presten servicio militar en la Policía cumplirán labores de pedagogía y cultura ciudadana. Asimismo, se activarán nuevos protocolos para el manejo de la protesta social y reformas para mejorar la calidad de vida y condiciones laborales y profesionales de los uniformados…

Como se ve, hay una nueva hoja de ruta para la Policía y hacemos votos para que los planes delineados por su Director General empiecen a dar resultados de manera pronta y efectiva.