Campaña en EU: Trump se consolida en estados clave | El Nuevo Siglo
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Domingo, 24 de Mayo de 2020
Redacción internacional con AFP
A seis meses de la presidencial y en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus, tiene un apoyo de 51% y aventaja a Biden en varios territorios. El demócrata hace campaña virtual desde su sótano
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La batalla por la Presidencia de Estados Unidos a la que se lanzaban el presidente Donald Trump y el virtual candidato demócrata Joe Biden prometía ser salvaje. Pero con la emergencia sanitaria por el coronavirus, el panorama cambió.

A menos de seis meses de las elecciones, ninguno de los candidatos puede hacer campaña normalmente. Cuatro meses antes de la pandemia, las narrativas de uno y otro partido parecían claras.  El presidente se apoyaba en el buen desempeño de la economía y un desempleo históricamente bajo, proponiendo cuatro años más en el mismo sentido y poniendo el acento en su perfil de exitoso empresario.

Biden, por su lado, apelaba a que los electores recordaran los años de su vicepresidencia bajo el mandato de Barack Obama, apuntando a restaurar "el alma de Estados Unidos".

Biden, de 77 años, lideraba las encuestas, pero muchos creían que Trump, de 73, tomaría la delantera prontamente con miras a la definición del inquilino de la Casa Nlanca, el 3 de noviembre.

El último presidente en ejercicio en perder una reelección fue George Bush, en 1992. En general, aquellos que gobiernan en período de fuerte crecimiento económico parecen prácticamente imbatibles.

Trump recorrió el país multiplicando actos en los que dejaba satisfecha a su base tradicional, conservadora, con un mensaje simple: la relocalización en Estados Unidos de empresas que habían abandonado el país con sus empleos a cuestas. El mandatario se preguntaba entonces sin tapujos cómo podía hacer "Joe el dormilón" ("Sleepy Joe", el sobrenombre con el que bautizó a Biden burlonamente) para derrotarlo. Pero el coronavirus cambió todo.

Con la llegada de la crisis, el Mandatario ha tenido renunciar a los actos públicos. Aunque todavía sale ocasionalmente en el Air Force One y con frecuencia domina las transmisiones de noticias nocturnas desde la Casa Blanca.

Mientras que, como millones de estadounidenses, el probable candidato demócrata ha pasado los últimos dos meses encerrado en su casa, en el estado de Delaware y ha debido limitarse a las plataformas digitales para comunicarse.

Por ello, ha acelerado su campaña digital para poder competir con la formidable operación en línea del presidente Trump, pero demócratas dicen que si pretende vencer al mandatario republicano en noviembre tiene que ir más allá de los discursos planos que graba desde su sótano.

Biden está en una situación difícil. Mientras habla ante una cámara en un estudio vacío en el sótano de su casa en Delaware, Trump se para en el centro del escenario para dirigir la crisis del coronavirus y reactivar la economía.

El contraste fue claro en días pasados cuando un mitin virtual de Biden en Florida se vio empañado por problemas técnicos. Algunos expertos de campaña demócratas han descrito las grabaciones desde el sótano del exvicepresidente como demasiado estáticas y acartonadas.

Los estrategas están preocupados porque Biden ya ha quedado peligrosamente detrás de Trump en métricas clave que engloban plataformas como Twitter, Facebook, YouTube e Instagram. 

“Los discursos desde su sótano no serán suficientes", alertaron los veteranos del equipo de campaña de Barack Obama, David Axelrod y David Plouffe, en un ensayo reciente en el The New York Times.

Encuestas

Una nueva encuesta nacional publicada en días pasados mostró la aprobación a la gestión del mandatario republicano en un 51%, en medio de la crisis por la pandemia.   

Otra encuesta de CNN, realizada en los estados clave de la contienda electoral (Ohio, Florida, New Hampshire, Pennsylvania, Michigan, Winsconsin, Virginia, Iowa, entre otros) señaló una ventaja de 7 puntos porcentuales de Trump sobre su rival (52% a 45%).  Aunque en el sondeo realizado por la misma cadena en los 50 estados la diferencia es similar, pero a favor de Biden (51% a 46%), las tendencias en los estados denominados ‘campos de batalla’ muestran que la candidatura de Trump tiene números sólidos para ganar la Casa Blanca.

Hay que recordar que en 2016, a pesar de que la demócrata Hillary Clinton logró más votos en el conteo total de los 50 estados, el mandatario se impuso en la mayoría de los estados decisivos, lo que le significó la victoria.

"Esta elección será principalmente un referéndum sobre el presidente Trump", afirmó Allan Lichtman, historiador de la American University, reconocido por sus predicciones precisas sobre anteriores comicios.    

El voto afroamericano

El pasado viernes el candidato demócrata atizó la controversia al decir a un conductor de radio afroamericano que "no es negro" si pensaba apoyar a Trump en las elecciones de noviembre.

“No debería haber sido tan impertinente", dijo luego el exvicepresidente de 77 años, lamentando sus comentarios "desafortunados".

“Nadie debería tener que votar por un partido sobre la base de su raza, religión, orígenes", agregó, según los periodistas que asistieron a su invitación a la Cámara Nacional de Comercio Negra, que promueve el desarrollo económico de los afroamericanos.

El equipo de campaña del presidente Trump calificó el intercambio de "desagradable" en twitter, mientras que su hijo Donald Trump Jr. acusó a Biden en la misma red de tener una "mentalidad racista repugnante y deshumanizante".

El senador Tim Scott, el único republicano negro en el Senado, señaló a su vez que 1,3 millones de estadounidenses negros habían votado por Trump en 2016.  “Diría que estoy sorprendido (por el comentario de Biden), pero lamentablemente es normal que los demócratas den por sentado que la comunidad negra los apoya", tuiteó Scott.

Una hipótesis sobre la derrota de Hillary Clinton en 2016 es que los demócratas dieron por ganados de antemano los votos de los afroestadounidenses y, por lo tanto, no hicieron suficiente campaña con ellos, lo que resultó en una baja participación en comparación con los comicios en los que se había presentado Obama.  Su movilización se considera crucial para ganar la elección presidencial del próximo 3 de noviembre.