“Embargo petrolero a Rusia tendrá alto impacto y solo queda negociar" | El Nuevo Siglo
El profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo y experto en política exterior norteamericana 
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Domingo, 13 de Marzo de 2022
Redacción internacional

Esta semana Estados Unidos tomó la decisión de prohibir las importaciones de petróleo, gas natural ruso y carbón como una nueva y máxima sanción por invadir Ucrania. La medida que fue ‘aplaudida’ por sus aliados europeos y otros miembros de la comunidad internacional ya que es un duro golpe a las finanzas del Kremlin, tendrá sin embargo un alto impacto en la economía global.

El presidente Biden, debilitado en las encuestas desde hace meses, enfrenta ahora un difícil escenario económico, con una inflación galopante (la de febrero fue de 7.9%, la más alta en las últimas cuatro décadas) y el precio de la gasolina en alza (en el último mes ha subido 20%).

Para entender cuál será el efecto que tendrá en Estados Unidos y en la economía mundial el embargo a las importaciones de petróleo ruso, EL NUEVO SIGLO habló con el profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y experto en política exterior norteamericana, Mauricio Jaramillo.

EL NUEVO SIGLO: ¿Está bien hablar de un embargo petrolero?

MAURICIO JARAMILLO: Si se puede hablar de embargo, como de hecho se está haciendo, pero hay que hacer una salvedad: antes, cuando se hablaba de embargo petrolero, la referencia era a un embargo de productores.  Eso que significa: Que la decisión era productores de petróleo y no a la inversa. Esto data de la guerra del Yom Kipur en 1973, en el contexto de la guerra de Israel y los árabes. Los países árabes, que eran los mayores productores de petróleo, sobre todo en esa época, lo que hicieron fue sancionar a Estados Unidos por el apoyo que le dieron a Israel y la mejor manera que encontraron fue cerrando el chorro.

Eso creó una carestía de gasolina en Estados Unidos, lo que llevó a que viéramos las famosas colas de gente en las estaciones de servicio y eso afectó al país en forma sustancial. Es una economía muy dependiente de la gasolina. Entonces, tradicionalmente se ha hablado de embargo para referirse a lo que acabo de describir, pero también puede haber embargo por parte de los compradores, como en este caso.

ENS: ¿En este caso es un embargo de compradores?

MJ: Así es. Lo que estamos viendo es que un país decidió sancionar a países que compran el petróleo ruso. Eso es lo que acaba de hacer Estados Unidos con el gas y el petróleo proveniente de Rusia y la Casa Blanca básicamente lo que dijo fue: “No vamos a permitir que Rusia siga exportando sus recursos petroleros. Sancionaremos y no permitiremos a nuestras empresas que extraigan, comercialicen, refinen y distribuyan petróleo proveniente de un determinado lugar. Entonces si hay embargo, pero de países compradores, a decir Europa y Estados Unidos. 

ENS: ¿Qué efectos podría tener sobre la economía norteamericana?

MJ: Los efectos son variados y algunos ya comenzaron a evidenciarse. Hay una inflación que ya se está comenzando a sentir, el precio de la gasolina ya se está elevando y de hecho hace rato ya el precio del barril de petróleo superó la barrera de los US$100. Entonces este embargo está dibujando a un Estados Unidos que van a tener que utilizar sus reservas estratégicas, es decir las reservas de petróleo que estaba guardando para épocas de carestía.

ENS: ¿Y tiene Estados Unidos suficientes reservas estratégicas para esta coyuntura?

MJ: A raíz de lo que conté inicialmente, lo que hizo Estados Unidos para que no lo pudieran seguir chantajeando después de la década de los años 70 fue el de consolidar un stock de petróleo y que se denominan reservas estratégicas. Entonces lo que tradicionalmente hace Estados Unidos (más allá de esta coyuntura en específico) es que cuando el precio del petróleo es muy elevado, pone ese stock en circulación. Esa es la solución, digamos, que “a la mano” que tiene la economía norteamericana, pero hay especulaciones en otros sentidos.

ENS: ¿Cuáles? ¿A qué otros escenarios podrían recurrir?

MJ: Se ha especulado que recurrirán a Venezuela y que recurrirán a Irán, esto supeditado que levanten las sanciones. Y por supuesto es muy probable que recurran a su aliado en materia enérgica: Arabia Saudita. Esas son las opciones que tiene Estados Unidos, pero aun así va a haber un impacto durísimo en el mercado norteamericano.

Política doméstica

ENS: La popularidad de Joe Biden ha repuntado con el manejo de la guerra, pero cuando se afecta el bolsillo la opinión pública cambia. ¿Qué impacto podría tener esta coyuntura sobre la presidencia de Joe Biden?

MJ: Las encuestas en Estados Unidos hablan de que la gente está dispuesta a pagar más por la gasolina con tal de sancionar a Rusia. Este es un tema muy taquillero que genera consensos en el pueblo norteamericano. Y especialmente con Rusia, un país con el que hay tanta sensibilidad histórica.

No obstante, hay una pregunta que sí debe estarse haciendo el presidente Biden: “¿Cuánto estarán dispuestos a aguantar?” Porque una cosa es que digan: “sí, estamos dispuestos”, pero otra muy distinta es que digan: “sí, estamos dispuestos por diez meses o un año”. Esto, sin lugar a duda, va a tener un impacto, y sobre todo a la luz de un revés duro que ya le pasó su cuenta de cobro a la presidencia demócrata: el retiro anticipado de tropas de Afganistán.


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ENS: ¿Y a largo plazo cómo podrá Estados Unidos salir de este impasse?

MJ: Negociando. Es la única salida y Estados Unidos es la única salida del mundo que puede negociar directamente con Rusia y que puede darle a ese país la garantía que está pidiendo: congelar la extensión de la OTAN hacia el este, es decir declarar la neutralidad de Ucrania frente a este organismo internacional.

Ni siquiera Francia. Si Estados Unidos lo decide, se acabó la guerra. Está en manos de Joe Biden ceder de una manera tal que se vea como un buen negociador, que se vea que no entregó algo en demasía y que bajo su liderazgo frente a Europa se vea como la persona que desmontó la crisis. No es fácil.

ENS: ¿Entonces esa, de acuerdo con usted, la única salida que tiene Estados Unidos?

MJ: No hay, creo yo, ninguna salida distinta a la de negociar con Rusia. Porque la otra es que Estados Unidos apoye a Ucrania en la guerra, pero eso es un suicidio. Y lo es porque suponer una victoria militar absoluta sobre Rusia supondría un costo humano y humanitario grandísimo. Entonces, ¿Qué Rusia está contra la pared? Lo está. ¿Pero que también Estados Unidos y la Unión Europea contra la pared? Lo están

Sanciones

ENS: Este nuevo capítulo del embargo petrolero, ¿era de esperarse? ¿Era una medida que se veía venir?

MJ: Yo creería que no. Primero porque nadie esperaba que Rusia emprendiera una acción militar. Era algo muy poco probable y lo estamos viendo muy costoso. No obstante, antes de que pasara la acción militar por parte de Rusia, Joe Biden ya había advertido que si el Kremlin lanzaba un ataque militar contra Ucrania, le caería todo el peso de las sanciones.

Ahora, de ahí a que Rusia atacara y pasara lo que efectivamente pasó, hubo un salto muy grande. Creo que nadie previa la situación que estamos viviendo actualmente y era muy difícil pensarlo porque el ataque contra Ucrania es un ataque muy difícil de entender desde el punto de vista de la racionalidad.

ENS: ¿Las sanciones han sido graduales?  

MJ: Las sanciones pueden ser graduales y lo han sido. Lo que pasa es que no pueden serlo en cuanto al petróleo. Y hay una gradualidad por tipo de sanciones y hay una gradualidad dentro de las sanciones del petróleo.

Dentro del tipo de sanciones primero se congelaron algunos activos de ciertos ciudadanos rusos en Europa. Vamos a congelar las inversiones rusas en Europa. Vamos a sacar a Rusia del sistema SWIFT y la última fue la del petróleo. Ahí la gradualidad de las sanciones es clara.

Y con relación al petróleo hay esquemas de embargos como el que se le impuso a Sadam Husein, que era petróleo por alimentos, en donde se le condicionó la venta de petróleo a la entrega de alimentos. El pensamiento era: “prohibamos que el use dólares para comprar armas y más bien obliguémoslo a que solo pueda usar el petróleo para los alimentos de su población”.

También se puede establecer un sistema de cuotas en donde se compra petróleo hasta cierto número de barriles, sanciones a empresas etc. Dentro del embargo del petróleo a un país productor el embargo no tiene que ser absoluto, pero en este caso Joe Biden tomó la decisión de que fuera un embargo total por el mensaje que quería enviar: “Vamos con toda. Hay que acabar la guerra cuanto antes”.