En medio de incertidumbre peruanos votaron por nuevo presidente | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 6 de Junio de 2021
Redacción internacional

La incertidumbre reinaba anoche en Perú en espera del escrutinio final de las elecciones presidenciales que se desarrollaron ayer en medio de un ambiente político bastante polarizado.

Con mensajes de unidad la derechista Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo prometieron durante la jornada electoral que respetarían cualquiera fuera el resultado de uno de los comicios presidenciales más reñidos de la historia de Perú, en un país arrasado por la pandemia y una feroz crisis política.

Con proyectos antagónicos, el maestro de escuela rural y la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori llegaron empatados en los sondeos a este balotaje, tras una campaña marcada por la incertidumbre y la exacerbación de los miedos, lo que elevó el precio del dólar el viernes a un récord de 3,9 soles.

Castillo encabezó por la mañana un desayuno familiar en el patio interior techado de su casa en el caserío de Chugur, en la región norteña de Cajamarca, y acudió a votar al mediodía al cercano pueblo Tacabamba, seguido por las calles por centenares de lugareños.

"He tomado una decisión, no voy a estar en Lima por la salud de mis padres", anunció el candidato tras sufragar en la escuela Simón Herrera, al anular su plan de viajar a la capital a esperar los resultados.

"Vamos a ser respetuosos en cuanto haya algún informe oficial" del escrutinio del balotaje, indicó también el candidato de 51 años, vestido con casaca marrón y sombrero blanco de copa alta, típico de los campesinos de Cajamarca.

Su rival, que participó en un desayuno familiar sobre las faldas de un cerro en una pobre barriada del distrito limeño de San Juan de Lurigancho, también indicó que reconocerá los resultados del balotaje, algo que no hizo en 2016, cuando perdió ante el banquero Pedro Pablo Kuczynski.

"Desde ahora puedo decir que sea cual sea el resultado, respetaré la voluntad popular como debe ser", prometió la candidata de 46 años, que se juega por tercera vez la posibilidad de convertirse en la primera presidenta de Perú.

Fujimori votó en la tarde en el distrito limeño de Surco.

Los más de 11.400 locales de votación en ciudades y pueblos de la sierra andina, la selva amazónica y la costa funcionaron hasta las siete de la noche. Había 25 millones de ciudadanos habilitados para sufragar.

Gane quien gane, Perú seguirá manteniendo un perfil conservador con el rechazo de ambos a legislar sobre aborto, matrimonio homosexual e identidad de género.

Ambos candidatos pasaron las últimas horas con sus familias, tras cerrar sus campañas el jueves en Lima en mitines con centenares de seguidores amontonados, mientras la pandemia no da tregua. Perú esta semana pasó a tener la mayor tasa de mortalidad del mundo por covid-19, tras ajustar las cifras, y acumula casi dos millones de contagios y más de 180.000 decesos.



"No es tarea fácil"

Castillo concentró apoyo en las áreas rurales del "Perú profundo", como su natal Cajamarca, pero como había muchos peruanos temerosos de que el país se convierta en una nueva Venezuela, es seguro que votaron por Fujimori como "el mal menor".

"Yo ni siquiera quisiera votar, para mí los dos no merecen el voto, pero le tengo pánico a Castillo, así que voto por Keiko", indicó el transportista limeño Johnny Samaniego, de 51 años.

Cualquiera que gane tendrá un reto enorme, pues deberá que tomar medidas urgentes para superar la pandemia, la recesión económica y la inestabilidad política, lidiando con un Congreso fragmentado, la corrupción y la deficiente gestión pública.

Si gana Fujimori, "no es tarea fácil, dadas las desconfianzas que su nombre y el de su familia genera en amplios sectores. Deberá rápidamente tranquilizar los mercados, y generar medidas que permitan la reactivación", dijo la politóloga Jessica Smith.

Y si vence Castillo, deberá "mostrar un liderazgo independiente" de los líderes de su partido y "consolidar una mayoría parlamentaria que le permita llevar a cabo su ambicioso programa", añadió.

En tanto, el analista Luis Pásara indicó que "tomará tiempo calmar las aguas, porque la polarización es feroz y hay un ambiente de conflictividad social".



Respetar la voluntad"

Unos 160.000 militares y policías fueron desplegados para garantizar la seguridad del proceso electoral.

Perú ha visto pasar cuatro presidentes desde 2018, tres en apenas cinco días en noviembre de 2020.

En esta jornada también debían votar un millón de peruanos residentes en 75 países, entre ellos 140.000 en Venezuela, Chile, Paraguay y Aruba que no pudieron hacerlo en la primera vuelta por restricciones por la pandemia.

El nuevo presidente asumirá el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, en reemplazo del mandatario interino centrista Francisco Sagasti, quien exhortó a sus compatriotas "a respetar escrupulosamente la voluntad expresada en las urnas".

Al cierre de esta edición no se conocían todavía los primeros resultados oficiales, que se habían prometido para las once de la noche, hora local. Los cuarteles de campaña de Fujimori y Castillo se mostraban cautelosamente optimistas en espera del escrutinio final

En las primeras horas se vio poca afluencia entre los 25 millones de convocados a elegir presidente por voto obligatorio, pero con el pasar de la jornada mejoró la asistencia de sufragantes en todo el territorio.

En el Estadio Nacional, uno de los grandes centros de sufragio de la capital de 10 millones de habitantes, hubo escasos electores en la apertura, en una mañana de cielo cubierto en pleno otoño austral.

En Tacabamba, el municipio de la región norteña de Cajamarca, donde votó Castillo, tampoco acudieron muchos votantes a sufragar a primera hora.