Escudo Azul para los otros amenazados por la guerra | El Nuevo Siglo
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Domingo, 13 de Marzo de 2022
Redacción internacional

MIENTRAS resuenan las bombas en la mayoría del territorio ucraniano, un ‘ejército’ muy pequeños, con escasos medios, pero con férrea voluntad, cumplen su misión: proteger con lo que pueden el tan vasto como rico patrimonio cultural del país.

Las alarmas se dispararon desde el mismo momento de la invasión. Y, desde entonces, miembros de la Sociedad para la Protección de Monumentos, instituciones culturales, artistas y miembros de la sociedad civil emprendieron una titánica tarea, tanto por la cantidad de lugares a proteger de la pesada artillería de la guerra como por la falta de medios para hacerlo.

Ucrania tiene ocho lugares declarados como patrimonio de la humanidad por la Unesco, pero alberga 140 mil sitios de patrimonio cultural y 132 mil monumentos históricos o arqueológicos. Muchos de ellos ya han sido ‘víctimas’ de la guerra como las 25 obras de la artista ucraniana Maria Pryimachenko, representante del arte naïf, que se quemaron en el museo de la ciudad de Ivankiv, impactado por un bombardeo.

Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, reveló que desde que se inició el conflicto ha estado en contacto permanente con todas las instituciones afectadas, así como con los profesionales de la cultura de Ucrania, para evaluar la situación y reforzar la protección de los bienes culturales.

Para ello se comenzó a señalizar los lugares y monumentos culturales con el distintivo "Escudo Azul" de la Convención de La Haya de 1954 establecido para salvaguardar estos bienes en caso de conflicto armado.

“Debemos salvaguardar el patrimonio cultural en Ucrania, como testimonio del pasado y como base para la paz y la cohesión en el futuro. Por ello, la comunidad internacional debe protegerlo y preservarlo”, recordó la funcionaria, al tiempo que destacó el trabajo que han realizado en Leópolis, donde con lonas y otros materiales cubrieron las esculturas inspiradas en la mitología griega y romana, emblemas de la plaza del Mercado de esa ciudad.

Paralelamente con el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación se realiza un monitoreo satelital de los lugares prioritarios, en riesgo o ya afectados, para evaluar los daños. En este sistema de vigilancia están cubiertos, a la fecha doce de ellos, incluidos los declarados Patrimonio Mundial.  

Estos son los ‘otros amenazados’ en Ucrania, testigos mudos del devenir histórico y actual.

Catedral de Santa Sofía y Kyiv-Pechersk Lavra. La catedral simboliza la 'nueva Constantinopla', capital del principado cristiano de Kiev, que se creó en el siglo XI en una región evangelizada después del bautismo de San Vladimir en 988. Está ubicada en el centro histórico de la capital y es uno de los principales monumentos que representan el arte arquitectónico y monumental de principios del siglo XI. Fue declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990. El Kyiv-Pechersk Lavra es un conjunto arquitectónico de edificios monásticos situados en la meseta que domina la orilla derecha del río Dniéper.  Su influencia espiritual e intelectual contribuyó a la difusión del pensamiento ortodoxo y la fe ortodoxa en el mundo ruso desde el siglo XVII al XIX.

Museos de Arte e Historia.  Los tres son los más importantes de la vida cultural del país. El de arte, fundado en 1899, funciona en un edificio de estilo neoclásico y tiene una colección de 40.000 obras representativas del arte ucraniano, desde la época del Rus de Kiev hasta la actualidad. El de historia funciona en un edificio construido entre 1937 y 1938 por el arquitecto Joseph Karakis, y tiene unos 800.000 elementos que incluye colecciones etnográfica, arqueológica, histórica y artística.

Centro histórico de Leópolis. Con arquitectura barroca y renacentista, esta ciudad fundada en la Edad Media es considerada ‘el corazón de Ucrania’. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998 tanto por su arquitectura barroca y renacentista como por tener las huellas de las poblaciones que por allí han pasado. Se salvó de los ataques durante la Segunda Guerra Mundial.

Memorial de Babi Yar. Ubicado en las afueras de Kiev y construido en memoria de los miles de judíos que fueron masacrados durante la Segunda Guerra Mundial, ya fue blanco de esta guerra., cuando un bombardeo contra la torre de televisión de la ciudad impacto el emblemático lugar.

Tserkvas de madera. Entre Ucrania y Polonia, en la región del Cárpatos, hay unas 16 iglesias ortodoxas y católicas construidas con troncos de madera entre los siglos XVI y XIX, siguiendo la tradición local de los pobladores de la zona. Han mantenido su estilo auténtico porque las reparaciones se han hecho con el material (y la forma) original. Por ello la Unesco lo declaró Patrimonio, en 2013.

Palacio Potocki. Ubicado en Odesa, la tercera ciudad más importante de Ucrania contiene más de 10.000 piezas de arte, de artistas como Ivan Aivazovsky, Wassily Kandinsky, Ivan Kramskoi, Alexei Savrasov o Isaac Levitan, incluyendo una colección de arte soviético. Funciona en el tradicional Palacio Potocki, uno de los más antiguos de la ciudad, construido a inicios del siglo XIX.

Escalera Potemkin. Construidas entre 1837 y 1841 estas escaleras públicas que conectan la parte antigua de Odesa con la zona costera tienen 142 metros de largo, 27 metros de alto y 192 escalones, incluyendo diez descansos. Ganaron fama mundial por la película ‘El acorazado Potemkin’, de Serguéi Eisenstein.