El cerco judicial se estrecha en torno a la esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien fue citada a declarar a principios de julio como investigada en un caso de presunta corrupción y tráfico de influencias que el líder socialista tildó de "zafio montaje".
Desde que se anunció esta investigación contra Begoña Gómez, el tema se ha convertido en una pesadilla para el socialista Pedro Sánchez, quien llegó a anunciar a finales de abril, para sorpresa general, que consideró renunciar, algo que finalmente no hizo.
El asunto se escaló este martes, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anunció que Begoña estaba citada a declarar como investigada el 5 de julio.
En un breve comunicado, la justicia explicó que Begoña Gómez debe comparar "en calidad de investigada" ese día a las 10H00 (08H00 GMT), por los presuntos "delitos de corrupción en el sector privado y tráfico de influencias".
En otra carta a la ciudadanía publicada ayer, Sánchez aseguró haber sido ingresado por la prensa de la citación, y calificó el caso de "zafio montaje".
"Estamos absolutamente tranquilos. No hay nada detrás de esta acusación, sólo un zafio montaje", escribió el líder socialista en su carta publicada en la red social X, acusando a la oposición de derechas de explotar este caso para "intentar condicionar las elecciones" europeos del 9 de junio.
Sánchez aseguró que su decisión de seguir al frente del Gobierno "es más firme que nunca", y que su esposa es "una mujer trabajadora y honesta que reivindica su derecho a trabajar".
De su lado, la oposición de derecha tuvo inmediatamente la noticia y pidió la renuncia de Sánchez.
El presidente del Gobierno debe "asumir su responsabilidad política inmediatamente" y "comunicar a la nación cuál es su decisión", escribió en X Alberto Núñez Feijóo, jefe del conservador Partido Popular (PP), principal formación de oposición.
"Cualquier presidente del Gobierno con un mínimo de dignidad dimitiría hoy mismo", señaló de su lado a periodistas el portavoz del PP, Borja Sémper.
La decisión de este martes llega después de que la justicia rechazó la semana pasada la solicitud de la Fiscalía que recomendaba cerrar la investigación, al no haber constatado elementos "suficientes" para continuarla.
También se tomó pese a un informe de la Guardia Civil, en el que informaba que no veía delito.
Pero para el tribunal de Madrid "existen indicios acerca de la presunta comisión de un hecho delictivo", que "son algo más que simples sospechas" y "son suficientes" para que la investigación continúe.
Las pesquisas fueron abiertas ante una denuncia de un colectivo cercano a la extrema derecha, Manos Limpias, que admitió que se basó únicamente en artículos de prensa.
El tribunal, al desestimar el de la Fiscalía, acotó el alcance de la investigación, que se centró inicialmente en los vínculos de Gómez con el director general del grupo turístico español Globalia, en el momento en que este último negociaba ayudas públicas para su reducido Air Europa durante la pandemia de covid.
Pero el tribunal desestimó esa parte del caso alegando que partía de una base "inverosímil", y limitó las pesquisas a contratos públicos adjudicados a un empresario que tenía relaciones profesionales con Gómez.
Las acusaciones contra Gómez provocaron una crisis diplomática con Argentina el mes pasado.
De visita en Madrid para asistir a una convención del partido de extrema derecha Vox, el presidente argentino, el ultraliberal Javier Milei, se hizo eco de los ataques de la derecha española contra la esposa de Sánchez, y se refirió a ella como "mujer corrupta". ".
En respuesta, España retiró "definitivamente" a su embajadora en Argentina.