‘Fratelli tutti’, encíclica de fraternidad y amistad social | El Nuevo Siglo
FRANCISCO firma tercera encíclica de su papado, en la que insta a demostrar la fraternidad con hechos
Foto Vaticano
Lunes, 5 de Octubre de 2020
Hernán Olano

Se dio a conocer la tercera encíclica del Papa Francisco sobre la fraternidad y la amistad social firmada en Asís sobre la tumba de Il poverello, ese santo, fallecido en 1256 que comprendió la fraternidad en cada criatura de Dios y la transformó en una canción intemporal.

Previamente, el 5 de julio de 2013, Francisco había expedido Lumen fidei, la fe desde la teología católica con motivo del año de la fe y, el 24 de mayo de 2015 Laudato si, el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Fratelli tutti se basa en el escrito Admoniciones de san Francisco, en el cual está la inspiración para el romano pontífice "miremos todos los hermanos al buen pastor que sostuvo la pasión de la cruz para salvar a sus ovejas".

La encíclica también se refiere al valor central del magisterio de Francisco que en el 13 de marzo de 2013 en la noche de su elección, se presentó al mundo como "hermanos" y para él, hermanos son las invisibles víctimas de Lampedusa homenajeadas en su primer viaje fuera de Roma, e incluso, habló de la hermandad en el documento sobre la hermandad humana de Abu Dhabi con el Gran Imán Ahmad Al Tayyeb, a quién cita tres veces durante la encíclica. En ese documento el Papa, en medio de un país musulmán, dijo que la hermandad nace de la fe en Dios que es padre de todos y padre de la paz.

Ésta fue la cuarta visita del Papa argentino a Asís, ya que ya estuvo allí el 4 de octubre de 2013, el 4 de agosto y el 20 de septiembre de 2016 y, ahora, el 3 de octubre de 2020.

Desprovisto de la mitra y el báculo, para mostrar la sencillez de su pontificado ante el santo de la humildad, Francisco tuvo en cuenta que debe haber una conversión humana y ecológica en el mundo, desnudando una economía enferma que devasta al ser humano y al planeta en este mundo poscovid, lo cual es mencionado como las pandemias actuales en el texto pontificio, así como otras epidemias que nos acechan, en especial la de la cultura del descarte.

En cuanto al título de la encíclica, llovieron algunas críticas por no haber tenido en cuenta el denominado “lenguaje inclusivo”, porque algunos dicen que se ha debido llamar fratelli e sorelli tutti, hermanos y hermanas todos. Sin embargo, el director del Dicasterio para las Comunicaciones de la Santa Sede, Andrea Tornielli, explicó que el Vaticano resolvió que el título en todas las versiones debe ser en italiano, porque éste sale de una frase de san Francisco y en realidad, la intención del Papa es incluir a toda la humanidad. Incluso en el ámbito italiano el himno nacional se denomina fratelli d´Italia y toda la gente siempre lo ha considerado como un símbolo de unión como ojalá lo sea esta encíclica.

Es la segunda vez durante el pontificado de Francisco que se firma un documento magisterial fuera del Vaticano. La primera vez fue en Loreto, el 25 de marzo de 2019, cuando firmó la exhortación apostólica postsinodal Christus vivit.

Francisco tuvo en cuenta que debe haber una conversión humana y ecológica en el mundo, desnudando una economía enferma

Capítulos

En ocho capítulos ha querido el Papa dividir la Encíclica, escrita originalmente en castellano, con un mensaje de entrada que se encuentra en el numeral primero y con dos oraciones de cierre: una al creador y otra, una oración ecuménica.

Son 287 numerales en los cuales el documento cuenta con citas de varios jesuitas entre ellos el colombiano Jaime Hoyos Vásquez, Antonio Spadaro, Karl Rahner y Marcelino Zalva; del dominico Antonio Royo; del Gran Imán Ahmad Al Tayyeb; de san Pablo, santo Tomás, san Basilio, san Ireneo de Lyon, san Juan Pablo II y de Benedicto XVI.

Así mismo, de George Simmel y de la Samba de bendición, obra de Vinicius de Moraes. Igualmente, en la parte final, el Papa ha querido hacer un reconocimiento a las memorias de la hermandad y la reconciliación, en las personas del beato Carlos de Foucauld, de Martin Luther King, de Mahatma Mohandas Gandhi y del arzobispo Desmond Tutu.

En la primera parte nos habla de las sombras de un mundo cerrado, donde el marketing y el inmediatismo promueven el descarte mundial y los derechos humanos no son suficientemente universales porque generan una globalización y progreso sin un rumbo común, matizado por la fría indiferencia. Aquí mismo se refiere a las pandemias y otros flagelos de la historia, que atacan la dignidad humana en las fronteras y que acaban con la ilusión de la comunicación, demostrando una agresividad sin pudor y una información sin sabiduría que lleva al sometimiento y al autodesprecio.

Un extraño en el camino es el segundo capítulo, donde nos habla de recomenzar y ver al prójimo sin fronteras. En el tercer capítulo habla de pensar y gestar un mundo abierto más allá, donde el valor único del amor integre a todos frente a comprensiones inadecuadas, para que podamos trascender un mundo de socios en libertad, igualdad y fraternidad hacia el amor universal, que promueve a las personas hacia la solidaridad y la función social de la propiedad.

En el cuarto capítulo se refiere a un corazón abierto al mundo entero, donde debe estar viva la gratitud que acoge. El quinto capítulo acerca de la mejor política y la crítica a los populismos y liberalismos, así como al poder internacional que ha motivado crisis financieras y políticas.

El sexto capítulo, diálogo y amistad social, sobre la recuperación de la amabilidad y ver la vida como el arte del encuentro. El séptimo capítulo nos habla de caminos de reencuentro, donde no deja de hablar de la arquitectura y la artesanía de la paz, reconociendo momentos críticos de la humanidad como la shoah y las bombas de Hiroshima y Nagasaki, hablando del perdón sin olvido y de la pena de muerte.

El octavo capítulo nos habla de las religiones al servicio de la fraternidad en un mundo, donde la verdad trascendente desde nuestra experiencia de fe, debe ser el fundamento último como llamamiento a la fraternidad.