Que una campaña electoral en Miami se ‘hable en español’ y tenga candidatos latinos no es novedad. Si lo es que Colombia, Cuba y las alertas sobre las ideologías extremas se convirtieran en los ejes del debate en la contienda por un escaño en la Cámara de Representantes.

Eso es lo que ocurre, desde semanas atrás, en el Distrito congresional 27 de Miami, donde dos mujeres de origen latino protagonizan un interesante y cerrado duelo por una curul en esa corporación. Oriunda de la colombiana ciudad de Barrancabermeja, Anette Taddeo busca evitar la reelección de la republicana María Elvira Salazar.

Con amplia trayectoria política (la primera es senadora estatal y la segunda representante de la Cámara), reconocimiento del electorado (especialmente del hispano, cada vez más creciente y que se avizora decisivo estas midterms), comparten su origen latino y, de allí, que sus hayan apelado al orgullo nacional del mismo como advertido sobre de los riesgos del comunismo, del que en distinta forma fueron víctimas.

Taddeo nació en Barrancabermeja, se crió en Bucaramanga y emigró a Estados Unidos, junto a su familia, luego de que su padre fuera secuestrado por las Farc. Salazar es de Miami. Sus padres se instalaron en la Pequeña Habana tras lograr huir del régimen cubano de Fidel Castro.

Desde años atrás, tanto la colombiana como la cubano-americana se han dedicado al servicio público teniendo como banderas la defensa de la libertad y la comunidad hispana, cuyo constante crecimiento y aporte al desarrollo estadounidense es reconocido nacional e internacionalmente.

Con ese electorado en constante crecimiento y más joven que el general, se prevé no sólo que en la jornada de las urnas de este martes participen unos 34,5 millones de estadounidenses de origen hispano, que ya son el 14.3% del censo electoral -hace una década eran el 9.2%-, sino que el número de latinos que logren curul en la Cámara de Representantes imponga récord, pasando de los actuales 38 a 45 o más.

Son precisamente los hispanos del Distrito 27 los que tienen la palabra final para dirimir el cerrado duelo que mantienen Taddeo y Salazar, ya que la intención de voto da una diferencia de seis puntos porcentuales, pero dentro del margen de error (44% vs. 50%), según la encuesta de Cygnal, que también destaca que los indecisos superan el 6%.

Como nunca antes, emblemáticos sitios de Miami han vivido y disfrutado al ‘ritmo’ latino. Por la Calle 8, Ocean Drive, Colins Avenue, Lincoln Road, circuló una icónica “chiva” con Taddeo liderando una gran caravana que “rumbeó al estilo colombiano” e invitando al electorado a “hacer historia y enviar a la primera colombiana al Congreso de los Estados Unidos”, según dijo esta dirigente política de 55 años.

Entre tanto, Salazar presidió el homenaje al cantante cubano Willy Chirino por su medio siglo de vida artística y que tuvo lugar en la Calle 8. Allí, esta mujer de 60 años, férrea crítica del comunismo cubano, el bolivariano y del progresismo del hoy presidente colombiano Gustavo Petro, reiteró su sueño de ver una Cuba Libre, al tiempo que recordó que sus padres perdieron su país por el socialismo. “¡Sobre mi cadáver perderemos el nuestro!”.

Bajo esta óptica es que más que programas lo que ha centrado la campaña entre estas dos líderes políticas han sido los sentimientos, sus orgullosos orígenes y los ataques personales por declaraciones puntuales que sobre diferentes temas.

Basta citar una reciente frase con que la colombiana Taddeo rechazó los señalamientos que le hiciera Salazar, otrora periodista y presentadora de CNN: “cómo puedes luchar por la democracia en Cuba y Nicaragua si no luchas por la democracia dentro de los EEUU”, afirmó precisamente a esa cadena informativa y de paso calificó de "hipócrita y mentirosa" a su adversaria quien en un anuncio de campaña la tildó de “marxista y comunista”, entre otras cosas.

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En respuesta a ello también publicó un comercial de campaña recordando que “Hui de Colombia cuando mi papá fue secuestrado por un grupo marxista financiado por Fidel Castro. Nunca me senté con Castro a elogiarlo como María Elvira. Nunca me presté para hacerle un infomercial a Maduro como lo hizo ella. Nunca he dicho que es un orgullo estar frente a alguien con el ADN de un criminal como el Che”.

Y, en reciente manifestación pública la candidata de origen colombiano dejó en claro que “Petro ganó y ganó en Colombia, en Miami no ganó…Petro nunca ha sido santo de mi devoción, yo he hecho campaña contra él”.

Por su parte la cubano-americana y carta republicana en este duelo espera conservar su curul en la Cámara, a la que llegó con el respaldo del expresidente Donald Trump, de quien ha sido abierta defensora, al punto que en días pasados en el programa MegaTV sostuvo que “con el gobierno de Biden, EE.UU. está en manos de “neomarxistas” e insistió que en las pasadas presidenciales huno “profundas irregularidades”.

Salazar derrotó en 2020 a la demócrata Donna Shalala y recuperó para los conservadores este distrito electoral de Miami, una ciudad que, aunque se considera bastión demócrata es al igual que el Estado que la alberga, Florida, muy cambiante. A hoy se considera que está exactamente dividido en 1/3 Demócrata, 1/3 republicano y 1/3 no partido, por lo que son éstos los que tienen la última palabra.

Estados claves

Pero al igual que en Florida, los hispanos serán decisivos también casi una decena de estados de todo el país en las elecciones de medio mandato del martes.

Los votantes hispanos se concentran principalmente en estados como Nuevo México, California, Texas, Arizona y Florida, entre otros, y se han vuelto una pieza clave para hacerse con un mayor número de escaños.

La mayoría procede de países como México, El Salvador, Cuba y República Dominicana y centran sus preocupaciones en la economía, la sanidad, la educación, la violencia y la seguridad. Varias encuestas señalan que tres de cada cuatro votantes hispanos se han mostrado insatisfechos con el actual liderazgo, mientras que un 50 por ciento ha expresado su desaprobación a la administración del presidente Biden.

California cuenta con un 32 por ciento de votantes hispanos, una cifra que lo sitúa como el estado con mayor proporción de electores de dicho origen, solo superado por Nuevo México. El voto de este sector poblacional será decisivo en la región dado que los comicios podrían estar muy reñidos.

El estado es considerado un 'blue state', de mayoría demócrata, por lo que no se esperan grandes sorpresas a la hora de elegir al próximo gobernador. No obstante, la distancia entre los candidatos demócratas y republicanos es significativamente menor en la lucha por hacerse por los escaños.

Texas también cuenta con aproximadamente un 32 por ciento de votantes hispanos, si bien se ha registrado recientemente un giro hacia el Partido Republicano. Más allá de su impacto concreto en los resultados electorales, que será muy elevado, el comportamiento del voto hispano en Texas podría constatar nuevas tendencias en determinados distritos.

Al contrario que California, es considerado un feudo republicano donde la formación rara vez ha perdido influencia. Los demócratas lograron hacerse con el apoyo de estos grupos en los comicios de 2020, aunque el margen se redujo significativamente.

En Arizona, que cuenta con un 25 por ciento de votantes hispanos, la victoria no está clara. En 2020, Biden ganó solo por 10.000 votos y gracias al apoyo de los sectores hispanos. No obstante, el Partido Republicano ha cosechado avances desde entonces y ha logrado reducir la ventaja con sus rivales.

Al igual que en Florida, en Texas se ha producido paulatinamente un cambio en el voto, que favorece a los conservadores.

Nevada, con un 21% de votantes hispanos, también depende del voto hispano, que puede resultar determinante. En este estado Biden logró hacerse con un 2,39% de votos más que Trump gracias al apoyo de los hispanos.

En esta línea se sitúan también otras zonas como Pensilvania y Georgia, donde a pesar de que el voto latino presenta una proporción mucho menor, dicho electorado desempeña un papel fundamental ante unos márgenes de victoria mínimos para los principales candidatos.

Como se ve estas elecciones intermedias que generalmente se interpretan como el tradicional duelo del bipartidismo van mucho más allá de ello porque son decenas de disputas con real foco local. Y en ellas, el “más reñido” es el que protagonizan la colombiana Taddeo y la cubano-americana Salazar por una de las 435 bancas de la Cámara.