Hong Kong: marchan contra la extradición a China | El Nuevo Siglo
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Domingo, 9 de Junio de 2019
Agence France Presse

HONG KONG fue testigo de la mayor manifestación desde que dejó de ser colonia británica, en 1997, cuando más de 1 millón de personas, según los organizadores, protestaron contra el plan de permitir las extradiciones a China continental.

Los manifestantes marcharon bajo un calor veraniego abrasador a través de las estrechas calles de la isla principal de este centro financiero, en una ruidosa y colorida manifestación en la que se pedía al gobierno que diera marcha atrás en sus planes.

No se recordaba una manifestación similar desde la que congregó a 1,5 millones de personas aún bajo el gobierno colonial, en 1989, en apoyo a los manifestantes de la plaza de Tiananmen.

“Hay 1.030.000 personas en la manifestación de hoy”, dijo un organizador entre los vítores de la muchedumbre.

La policía, que históricamente da cifras mucho más bajas que las de los organizadores, calculó que el número máximo de asistentes fue de 240.000, lo que sigue siendo su segunda estimación más alta desde la retrocesión de la excolonia a China.

La protesta estuvo fácilmente a la par con la de 2003, cuando se calcula que medio millón de manifestantes obligaron al gobierno a dejar de lado una ley de seguridad nacional profundamente impopular.

“El gobierno no puede ignorar estas cifras”, dijo a la AFP el manifestante Peter Chan, de 21 años.

Una vez concluida la marcha, estallaron algunos incidentes entre un pequeño grupo de manifestantes, que quería permanecer toda la noche frente a la Asamblea local, y la Policía que intentaba desalojarlos recurriendo a sus bastones y gas pimienta. Un reportero de la AFP relató haber visto un policía con sangre en el rostro.

Este proyecto de las autoridades de Hong Kong pro-Pekín dejará a la población a merced de un sistema judicial chino opaco y politizado, argumentan sus detractores.

No está claro, sin embargo, que los dirigentes vayan a cambiar su postura. La lideresa de la ciudad, Carrie Lam, ha cimentado su carrera política sobre una reputación de sacar adelante las leyes.

Ignorar las protestas podría devolver a los disturbios de 2014, cuando manifestantes a favor de la democracia ocuparon durante dos meses intersecciones callejeras claves de la ciudad.

Los organizadores advirtieron que “incrementarán” sus acciones si el gobierno no da marcha atrás. Tal cosa podría enfurecer a Pekín, ya que la ley tiene el apoyo de varios altos dirigentes del Partido Comunista.

La desconfianza hacia China ha ido en aumento desde que desaparecieron una serie de personalidades críticas con el poder chino, entre ellas un grupo de editores disidentes y un multimillonario, que reaparecieron luego de ser detenidos en el continente.