El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó  por unanimidad una resolución que prolonga por un año el mandato de los cascos azules de la Finul en Líbano, tras discrepancias con Washington, que quería fortalecer su mandato.

Hubo arduas negociaciones antes de la votación para acercar posiciones entre Estados Unidos y los países europeos, al frente de los cuales estaban Italia y Francia, grandes contribuyentes de tropas a la Finul, según diplomáticos.

"Los nubarrones de la guerra se acumulan" en el sur de Líbano y "la resolución pide a la Finul que redoble los esfuerzos (...) para que no haya armas y terroristas" en esta zona, dijo tras la votación la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, quien se congratuló del mandato más fuerte que se le dio a la Finul.

Según ella, "la situación sigue siendo muy difícil" en el sur de Líbano, con "la acumulación de un arsenal (..) que escapa al control del gobierno" libanés.

Washington, primer aliado de Israel, quiere que la Finul esté mucho más activa en su lucha contra el tráfico de armas en el sur del país, del que se acusa al grupo chiíta Hezbolá.