¿Qué tanto impactará nueva acusación la candidatura Trump? | El Nuevo Siglo
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Sábado, 10 de Junio de 2023
Agence France Presse

PRIMERO -y de lejos- en la carrera por la nominación presidencial republicana y picando en punta frente al seguro rival por la Casa Blanca, el actual inquilino de la misma, Joe Biden, el presidente Donald Trump enfrenta una ofensiva judicial que, por ahora, no ha impactado el apoyo de su creciente base electoral conservadora.

La acusación del gran jurado de la ciudad de Nueva York en abril por falsedad contable en 34 registros comerciales que le imputó por la entrega de dinero a una actriz porno, así como la condena por abuso sexual y difamación más no por violación como lo demando la columnista Jean Caroll por hechos ocurridos en la década de los 90’s y por lo que debió pagar una indemnización de USD 5 millones tuvieron un impacto electoral contrario al deseado por sus opositores, ya que la ventaja de Trump en las encuestas aumentó y no sólo en la contienda republicana donde duplica a su más fuerte rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, sino en el escenario del 2024 frente a Biden: le saca entre tres y cinco puntos porcentuales en la intención de voto al nivel nacional, según RealClear Politics, el referente de medición política estadounidense.

Ahora con la imputación penal federal de 37 cargos por presunto mal manejo de documentos clasificados que le hicieran el viernes, que el propio expresidente anticipó y que sus detractores sostienen que es ‘muy grave’ es muy probable que ocurra lo mismo. Es decir, que siga ganando adeptos a su causa por evidenciar, tanto en con su discurso como en la inexistente investigación contra Biden, al que se le encontraron 1.850 documentos clasificados en varias de sus residencias y oficinas, que es blanco de una ofensiva judicial sin real sustento jurídico y desigual.

Esta última causa, que lo convirtió en el primer presidente en la historia de Estados Unidos en enfrentar cargos penales federales realizados por un tribunal de Washington al que le responderá este martes, generó una airada reacción de sus competidores por la nominación conservadora, así como de los líderes del partido y otros más encasillados como independientes.

Polémico, desafiante y hasta mordaz, Trump no ha guardado silencio, inclusive se ha anticipado a hacer públicas las decisiones judiciales en su contra, lo que le ha servido para reiterar que es blanco de una ‘cacería de brujas’, que no ha hecho nada incorrecto y que todas ellas obedecen a un intento desesperado de los demócratas de frenar su candidatura, la que ha recibido viento de cola con todos estos hechos, al punto como reseñamos, de liderar las encuestas del 2024.

Pendiente tanto del proceso en Nueva York, donde la mayor posibilidad es que termine desestimándose la acusación ya que la Fiscalía deberá demostrar que el pago a la actriz porno que hizo un antiguo colaborador suyo y que no fue registrado en los libros contables de la Organización Trump, por decisión de éste que fungía como asesor, tipifica la falsedad en registros contables, como el que inicia curso en Washington por los documentos clasificados guardados en su residencia de Mar-A-Largo en Florida, el expresidente intensifica su campaña proselitista, enfatizando ser blanco de una persecución política.

Este sábado, en el reencuentro con sus bases en las convenciones republicanas en los estados de Georgia y Carolina del Norte aseguró: “soy víctima de una persecución feroz. Me persiguen porque ahora volvemos a liderar en las encuestas por mucho contra Biden”.

En Columbus, Georgia, el precandidato conservador criticó a Biden y al Departamento de Justicia en lo que calificó como "falsa acusación" al clamar ante la multitud que está siendo perseguido en las cortes por su aspiración un segundo periodo en la Casa Blanca.

"Ese es el por qué ellos hacen esto, si no fuera así no habría una caza de brujas, no habría acusación", dijo a sus cientos de seguidores que al unísono clamaban por “Hacer a América grande de nuevo”.

Esa línea la mantuvo durante su intervención en el segundo estado, donde insistió que “este es uno de los abusos de poder más tremendos que ha habido en nuestro país", una "persecución feroz" y una "farsa de justicia".

"Han puesto en marcha una caza de brujas tras otra para intentar parar nuestro movimiento, frustrar la voluntad del pueblo estadounidense…En realidad no vienen a por mí. Están yendo a por vosotros", advirtió al tiempo que insistió que no hizo nada malo porque estaba amparado por la Ley de Registros Presidenciales.

"Toda esta imputación falsa ni siquiera menciona la Ley de Registros Presidenciales porque quieren utilizar lo que llaman Ley de Espionaje", argumentó.

Presentados por el fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, los cargos incluyen la "retención ilegal de información de seguridad nacional" y "obstrucción a la justicia" y conllevan hasta 20 años de prisión cada uno por considerar que con la forma en que gestionó los archivos confidenciales de la Casa Blanca “puso en riesgo” el país, algo inédito para un expresidente.

Antes de su reencuentro con las bases, Trump respondió a la acusación federal con varios trinos en su plataforma Truth Social y una declaración en video, llamando a Smith "trastornado" y "odiador de Trump". En su visión, la acusación constituye una interferencia electoral orquestada por Biden y su campaña de cara a las elecciones del próximo año.

Quien aparece como su retador más firme dentro del Partido Republicano, el gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, también sospecha que el Departamento de Justicia está "armado" para llevar adelante una campaña contra los candidatos de su fuerza.

La respuesta de parte de muchos republicanos -incluyendo algunos rivales de Trump a la nominación de su partido- ha sido apoyada al expresidente y amplificado su indignación.

¿Por qué la imputación federal?

Cuando se fue de la Casa Blanca en enero de 2021 para vivir en su lujosa mansión de Florida, el expresidente, como lo han hecho muchos de sus antecesores, se llevó decenas de cajas con documentos.

Los Archivos Nacionales, a los que una ley encomienda la custodia de todos los archivos presidenciales, le pidieron que devolviera un año después 15 cajas, en las que había casi 200 documentos clasificados. En junio de 2022, agentes del FBI fueron a Florida para recuperar 38 documentos clasificados adicionales.

Los investigadores, convencidos de que tenían más, regresaron en agosto, esta vez con una orden de registro, y se llevaron una treintena de cajas que contenían 11.000 documentos.

La Fiscalía argumenta que Trump se negó a entregar tal material clasificado y de allí deriva los 37 cargos, uno de ellos, por "posesión de documentos relacionados con la seguridad nacional", basado se deriva de una ley sobre espionaje de 1917, que prohíbe conservar secretos de Estado en lugares no autorizados e inseguros.



Para ser condenado por este cargo, sancionable con diez años de prisión, los fiscales tendrán que demostrar que él estaba al tanto de que eran documentos clasificados y, por tanto, sensibles.

Otro cargo, por "obstrucción a la justicia", se castiga con 20 años de prisión. En este caso, los fiscales tendrán que demostrar que el expresidente ocultó intencionalmente información a los investigadores, y la imputación por “falso testimonio” tendría que ver con una carta en la que sus abogados habían indicado que se entregaron todos los documentos, cuando no había sido así.  

Este martes, Trump se presentará ante un tribunal federal de Miami (a donde fue trasladado el expediente) que le notificará formalmente los cargos que se le imputan. Su caso fue asignado a una magistrada conservadora que él designó, Aileen Cannon y ante ella, el expresidente se declarará no culpable. Tras ello, la jueza fijará las condiciones que deberán respetarse en espera de su juicio, en fecha sin definir, y se da por descontado que ordene prisión preventiva.

Como se ve, con la marcada polarización política y la ofensiva judicial contra el líder conservador, la carrera presidencial por el 2023 entra en un terreno inexplorado y muy tenso. Habrá que esperar para ver si se torna desestabilizador.