La sonda china Chang'e-6 despegó con éxito de la Luna cargando muestras tomadas en la cara oculta del satélite terrestre, algo inédito en la exploración espacial, informó este martes la prensa estatal de ese país.
El hito supone un nuevo paso en el ambicioso programa espacial de China, que ya fue el primer país en colocar una sonda en esa parte de la Luna y prevé mandar una misión tripulada al satélite en 2030.
"El módulo de ascensión de la sonda china Chang'e-6 despegó de la superficie lunar el martes por la mañana, cargando muestras recogidas en la cara oculta de la Luna", afirmó la agencia estatal de noticias Xinhua, citando a la Administración Nacional Espacial China (CNSA).
Este medio lo define como "un hito sin precedentes en la historia de la exploración humana de la Luna".
"La misión ha superado la prueba de la alta temperatura en la cara oculta de la Luna", afirmó la agencia espacial china.
La sonda Chang'e-6 alunizó el domingo en la inmensa cuenca Aitken, uno de los cráteres de impacto más grandes conocidos en el sistema solar, situado en la cara oculta del satélite, según la CNSA.
La nave, que comenzó el 3 de mayo una compleja misión de 53 días, cuenta con un brazo robótico para recoger material de la superficie y de un taladro para tomar muestras de su interior.
Una vez recogido este material, "una bandera nacional china cargada por el módulo de alunizaje fue desplegada por primera vez en la cara oculta de la Luna", dijo Xinhua.
La CSNA no precisó cómo seguirá adelante la misión pero, según portales especializados, las muestras seguirán en órbita lunar algunas semanas antes de iniciar su regreso a la Tierra alrededor del 25 de junio.
"Sueño espacial"
Los científicos consideran que esta parte de la Luna, nunca visible desde la Tierra, atesora un gran potencial para la investigación porque sus cráteres no están tan cubiertos por antiguos flujos de lava como los de la cara más cercana al planeta.
El material recogido por la sonda china también puede aportar pistas sobre cómo se formó la Luna.
Desde su llegada al poder, el presidente de China, Xi Jinping, ha impulsado el "sueño espacial" del gigante asiático.
El país ha destinado enormes recursos en la última década para recortar distancia con las dos potencias tradicionales en este sector, Estados Unidos y Rusia.
En el camino ha conseguido éxitos notables como la construcción de la estación espacial Tiangong, el aterrizaje de robots de exploración espacial a Marte y a la Luna o el envío de misiones tripuladas a órbita.
Estados Unidos asegura que el programa aeroespacial de China esconde objetivos militares y busca establecer el dominio del país asiático en el espacio.
La última misión Chang'e-6 se enmarca en un renovado interés por la Luna, donde China quiere enviar astronautas en 2030 y planea construir una base espacial.
Estados Unidos también quiere volver a llevar humanos a la Luna en 2026 con su misión Artemis 3.