El nuevo detenido es señalado de ser uno de los presuntos coordinadores logísticos de la operación delictiva.
 

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Con la aprensión de cinco de sus miembros fue prácticamente desarticulada la organización narcotraficante que el pasado 29 de enero envió un cargamento de 500 kilos de cocaína de Bogotá hacia el Reino Unido, el cual fue incautado por las autoridades británicas.

Unidades de la Dirección Antinarcóticos de la Policía y la Fiscalía, además incautaron unos 950 millones de pesos. “Las operaciones continúan”, señalaron el fiscal Néstor Humberto Martínez y el director de la Policía, general Jorge Nieto.

La investigación comenzó con el decomiso del alcaloide en el Aeropuerto Farnborough, situado 50 kilómetros al sur de Londres. Ese día, tras la inspección realizada al vuelo chárter tipo jet bombardier Global Express, de matrícula OE-IEL y operado por la empresa austriaca Tyrolean Jet Services, fueron capturados los hermanos británicos Martin James Neil y Stephen John Neil; los españoles José Ramón Miguelez y Víctor Franco, y el chef italiano Alessandro Iembo, vinculados a organizaciones narcotraficantes de España, Reino Unido e Italia. 

A partir de ese momento, la Policía y la Fiscalía empezaron a reconstruir junto con la NCA el paso a paso de toda la operación delictiva.
Así se estableció que el25 de enero, mediante correos electrónicos, la empresa Central Charter -que presta los servicios de chárter VIP, hangar, suministro de combustible, mantenimiento y trámites de migración y de aduana en el aeropuerto El Dorado-, inició los trámites para el arribo de la aeronave a Colombia, procedente de Inglaterra.

También que Jesús María Hurtado, presunto integrante de la organización narcotraficante, hizo las diligencias para alquilar tres camionetas con la empresa Launy Arrendamiento Blindados Ltda., que, a su vez, subcontrató el servicio de dos de los vehículos a otra empresa con sede en Medellín. Los vehículos rentados estaban identificados con las matrículas ZYO-569, MTY-950 e IXL-783.

Los investigadores determinaron también que un hombre identificado con el nombre falso de ‘Ricardo Gómez’, compró en un almacén de Fontibón un uniforme de Policía con botas, heráldicas, gorra, presillas y otros accesorios, por un valor de 531.500 pesos y que lo hizo acompañado por Nelson Enrique Robles, integrante de la Policía, quien fue uno de los capturados.

Minutos antes de ir al aeropuerto, varios miembros de la red narcotraficante se reunieron en un apartamento de la localidad de Fontibón, donde residía Alexander Arias, lugar que fue escogido como base de operaciones.

A Bogotá arribaron en el vuelo chárter los cinco ciudadanos extranjeros que traían 12 maletas, los cuales, pasada la medianoche, fueron llevados en una de las camionetas hacia un reconocido hotel situado sobre la avenida El Dorado, donde se hospedaron.

Ese 27 de enero, dos de las camionetas se desplazaron hacia una bodega en Fontibón donde, se presume, fueron cargadas con los 500 kilos de clorhidrato de cocaína. La bodega fue allanada el pasado 5 de febrero.

En un video quedó registrado como se cargaron 15 maletas a la aeronave sin la debida inspección. Minutos después arribaron al lugar los cinco extranjeros que abordaron el jet. Los demás integrantes de la organización se desplazaron nuevamente al centro de operaciones de Fontibón.

Las investigaciones lograron determinar también que esta organización narcotraficante sería la misma que ejecutó una operación similar el pasado 8 de diciembre, sin ser detectada.

Las unidades de la Dirección Antinarcóticos de la Policía, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, capturaron en el Eje Cafetero, Bogotá y Bucaramanga a Alexander Arias, Luz Dary Espitia, Jairo Hernán Salazar, Nelson Robles y Jesús María Hurtado, quienes quedaron a disposición de la justicia y la Fiscalía les imputará los delitos de concierto para delinquir, lavado de activos y tráfico de estupefacientes agravado.

Durante la primera fase de la operación fueron identificados dos bienes inmuebles avaluados en 5.000 millones de pesos y dos vehículos de gama alta cuyo valor oscila entre los 300 y 500 millones de pesos. Las propiedades serán objeto de medidas cautelares, así como 950 millones de pesos que fueron incautados durante la diligencia de registro y allanamiento.