Activista: "Defensores de DD. HH. hacemos estorbo" en Arauca | El Nuevo Siglo
Foto Anadolu.
Martes, 4 de Septiembre de 2018
Agencia Anadolu

Este 5 de septiembre, la organización internacional Diakonía, conformada por las iglesias libres en Suecia, entrega el Premio Nacional de Derechos Humanos a un defensor y a una ONG destacados por su trabajo con las comunidades en Colombia. En 2018 se celebra la séptima versión de este galardón.

María Ruth Sanabria, defensora de derechos humanos en el departamento de Arauca, al oriente de Colombia, y galardonada con el premio Diakonía a toda una vida en 2016, fue la invitada de honor a la presentación del premio en la Universidad Javeriana en Bogotá.

Sanabria es miembro del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Arauca y desde hace años trabaja con las mujeres en su región para que sean ellas las principales “constructoras de la paz”. En la actualidad, según la líder, más de 160 mujeres en el departamento se han formado en la defensa de sus comunidades.

La Agencia Anadolu conversó con Sanabria sobre su vida como defensora, la importancia del reconocimiento de Diakonía para los líderes en las regiones y cómo ve ella la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia en donde, según cifras de la Defensoría del Pueblo, van 343 líderes sociales y defensores asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 22 de agosto de este año.

“Nosotras siempre hemos dicho que las organizaciones internacionales son los escudos humanos de nosotros los trabajadores y defensoras de la vida en Colombia”, señala Sanabria sobre la importancia de este reconocimiento para los defensores y organizaciones.

En dos ocasiones, en 2014 y 2016, la Federación Luterana Mundial nominó a María Ruth Sanabria para el premio Diakonía. 

“Jamás se me pasó por la cabeza que yo me iba a ganar el premio, por eso el día que me lo gané, casi me muero de la dicha (risas). Hay veces cuando voy así sentada en el esquema de protección que tengo atrás, me recuerdo eso... eso me ha marcado mucho a mí como María Ruth, como mujer, y ha sido una motivación”, recuerda con mucha emoción.

A pesar de haber obtenido este galardón, el riesgo contra su vida no disminuyó. Tiene un esquema de protección del Gobierno que, en el momento de la entrevista, la espera en la puerta del evento; tiene que desplazarse a cualquier ciudad con escoltas debido a las amenazas en contra de los líderes sociales.

“Por eso es muy importante el acompañamiento internacional y yo sí pido que por favor nos acompañen mucho más en el territorio, no solamente aquí en Bogotá sino directamente allí en el territorio donde están los líderes y lideresas”, afirma la defensora.

Sanabria cree que es importante que la comunidad internacional sepa qué está pasando en Colombia tras la firma de los acuerdos de paz porque, según afirma, "ya vamos a llegar a los 400 líderes asesinados y en este año ya somos más de 100 los asesinados desde enero".

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Defensora de nacimiento

María Ruth Sanabria dice que nunca estudió para ser defensora de derechos humanos, un oficio que ha ejercido desde niña.

“Uff, yo considero que desde que nací soy defensora de derechos humanos. Mi abuelita siempre me decía que debería estudiar derecho porque a mí me gustaba estar metida en todo lado, defendiendo a todo el mundo. Es algo que lo traigo en la sangre, es el don que Dios me dio, el del servicio, de la defensa de la vida”, sostiene la líder.

En ese recorrido como defensora ha logrado formar a “un grupo más o menos de 160 mujeres”quienes desafortunadamente, reconoce Sanabria, no son visibles en su mayoría.

“Éramos muy poquitas. Y hoy en día podemos decir que Arauca cuenta con lideresas que estamos educando a las otras, podemos contar con más o menos unas 50 mujeres, que no todas son visibles. Pues la tarea de nosotras es hacerlas visibles”, cuenta.

El programa principal del comité se llama “Hacia la territorialización de la paz, del cuerpo, con la voz y la palabra de las mujeres" y su propósito es lograr que muchas más aprendan sobre la defensa de los derechos humanos “porque es la mujer el eje principal de la sociedad y por lo tanto, la llamada a la construcción de paz”.

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“Los defensores hacemos estorbo”

Sanabria proviene de Arauca, una de las regiones de Colombia donde el conflicto armado ha sido una constante debido a la importancia geográfica y económica.

Es el cuarto departamento productor de petróleo, después de Meta, Casanare y Santander, con 44.227 barriles de crudo diario, según cifras de 2017 de la Asociación Colombiana de Petróleo, y es frontera con Venezuela.

Este contexto genera intereses políticos y económicos por los que, Sanabria reconoce, “los defensores hacemos estorbo (...) pues continuamente estamos denunciando las violaciones de los derechos humanos”.

Ser frontera con Venezuela crea un conflicto ya que “el Estado colombiano no cumplió en ocupar los territorios que dejaron las Farc y sí los están ocupando nuevas fuerzas oscuras en el departamento (...) se utiliza a la población venezolana para engrosar los nuevos grupos al margen de la ley”.

Otra de sus denuncias es que “a las transnacionales, los grandes terratenientes en el país y las grandes empresas no les interesa que, por ejemplo, los excombatientes empiecen a producir la tierra, porque les interesa tener el territorio así, vacío y sin producción para que las compañías puedan seguir haciendo su trabajo”.

Por estas denuncias, además del abandono del Estado y la corrupción a los defensores de DDHH, Sanabria cree que más organizaciones internacionales deberían involucrarse en la problemática, “para visibilizar el trabajo que nosotros [los defensores de DDHH] hacemos y lo necesarios que somos... somos los constructores de paz”.

“Nosotros siempre hemos dicho y reconocemos el acompañamiento que hacen las organizaciones internacionales y consideramos que si ellos nos abandonan, la masacre va a ser peor”, concluye Sanabria.