Con el reinicio de la socialización por UPZ del proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial, la alcaldía de Bogotá retomó las mesas de participación ciudadana que viene realizando desde diciembre con el proyecto del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que el Distrito espera presentar ante el Concejo en el segundo semestre de este año.
El proyecto ya fue radicado ante la CAR para su estudio ambiental. A la par, el Distrito ha venido desarrollando los procesos de participación en los que presenta y escucha las propuestas de las comunidades con respecto al nuevo POT.
Por ahora, se ha socializado el plan con los habitantes de Usaquén (UPZ 9 Verbenal y 10 La Uribe, 12 Toberín, 13 Los Cedros, 14 Usaquén, y 15 Country Club) y Chapinero (UPZ 89 San Isidro – Patios, 88 El Refugio, 90 Pardo Rubio, 97 Chico Lago, y 99 Chapinero), en los que han intervenido alrededor de 1.000 personas.
“Las jornadas se realizan en horas no hábiles para que la gente pueda asistir. Cada presentación contiene generalidades de las UPZ como visión de ciudad o aspectos de movilidad en los próximos 12 años, entre otros temas. Además, se presentan aspectos de cada UPZ en particular, explicando qué va a suceder en el marco de la propuesta del POT”, manifestó el Secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez.
Una vez terminada a discusión, el Distrito espera que se haya surtido el debate ambiental de la CAR, luego del cual el Distrito deberá hacer los correspondientes ajustes para entregarlo al Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD), que deberá dar sus observaciones, necesarias para llevar ante el Concejo de Bogotá el proyecto de acuerdo.
Una vez en esta corporación, los concejales tendrán 90 días para debatir y aprobar o negar el proyecto. Si eso no ocurre, el alcalde lo podrá expedir el Plan de Ordenamiento Territorial por decreto.
Con el POT donde se plantea el modelo de ocupación y ordenamiento territorial urbano y rural de los próximos 12 años.
Retos para Bogotá
Bogotá debe ser una ciudad eco-eficiente, desarrollada de forma densa, compacta y cercana, que prevenga y se adapte con facilidad a la realidad del cambio climático y llegue a ser un modelo de resiliencia (capacidad de reacción ante contingencias ambientales), y bajo consumo de energía. Donde todos conozcamos y disfrutemos de los cerros, las reservas, los ríos y los humedales, y así los valoremos y protejamos.
La capital del país debe ser cada vez más sostenible, equitativa, competitiva y democrática, una ciudad en donde todos tengamos derecho a lo público, donde los más vulnerables sean protegidos, como los niños, ancianos, mujeres, y las personas con discapacidad, y donde sea universal el acceso al espacio público de calidad. Un territorio en donde todos tengamos cerca el colegio, el hospital, el parque y el transporte público masivo.
En relación con la gestión del riesgo y el cambio climático, Bogotá prevé la implementación de instrumentos de planificación como los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Sectoriales y Territoriales, al igual que programas y proyectos de adaptación al cambio climático.
Modelo de ocupación
Modelo de ocupación regional: el distrito reconoce un modelo de ordenamiento y de ocupación supramunicipal desconcentrado (aunque su ámbito es superior al territorio del distrito), fundamentado en una red de asentamientos humanos funcional e interdependiente articulados alrededor del eje del río Bogotá, constituida por un núcleo central compuesto por Bogotá, Cajicá, Chía, Cota, Funza, Mosquera, Madrid y Soacha, los nodos subregionales de Zipaquirá, Facatativá y Fusagasugá.
Modelo de ocupación urbano: el territorio distrital debe ser denso, compacto y cercano, basado en directrices generales de ecoeficiencia, competitividad, equidad y gobernabilidad. Implica una mejor forma de vivir, a partir de la optimización del crecimiento de la ciudad, con un sistema de movilidad accesible, de bajo costo y alta frecuencia. Plantea la democratización de los espacios públicos, donde las personas se encuentran como iguales, se reconocen las diferencias y se protege a la población vulnerable.
El modelo de ocupación rural: se concibe integrado, protegido y productivo bajo el principio de la sostenibilidad ambiental y social. Implica un patrón de asentamientos humanos en una matriz de espacios naturales ordenados en función del equilibrio de la estructura ambiental y de espacio público, y de las áreas de producción rural.
Estrategia Espacial del POT
La formulación del proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá integra estratégicamente las tres estructuras principales de las áreas urbana y rural: Estructura Ambiental y de Espacio Público, Estructura Social y Económica y Estructura Funcional y de Soporte. Cada una de ellas propende por la sostenibilidad en una articulación necesaria para su funcionamiento, pues es claro que ninguna de las tres funciona individualmente.
“El POT deja clara la urgencia de conectar a Bogotá con la región. Plantea la necesidad de conectar por el norte la avenida Boyacá hasta Chía, y unirla con la Autopista Chía- Cajicá -Zipaquirá. La necesidad de hacer la doble calzada de la calle 170 hasta Cota. Propone la Avenida 63 de los Cerros Orientales hasta cruzar el Río Bogotá y llegar a la Autopista de Siberia a Funza. Plantea la conexión de la Avenida de Las Américas con el municipio de Mosquera llegando a Mondoñedo. La urgencia de que la Autopista Sur tenga un soporte en la Avenida Ciudad de Cali, que podría llegar hasta el sur de Soacha, para que esta importante población tenga por lo menos dos líneas de transporte público masivo”, explicó Andrés Ortiz Gómez.
Además, en el POT queda planteado el túnel de la calle 100 a La Calera, con el fin de conectar con la vía a Cáqueza, y tener así una segunda alternativa para ir a Villavicencio y al Llano”, puntualizó Ortiz.