Fitch respalda manejo financiero del Metro | El Nuevo Siglo
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Lunes, 15 de Octubre de 2018
Redacción Web
Para el Gerente “significa una muestra de confianza” y ofrece credibilidad para los inversionistas
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La calificadora Fitch Ratings reafirmó las evaluaciones nacionales de largo plazo en AAA y de corto plazo en ‘F1+ a la Empresa Metro de Bogotá (EMB), luego de hacer seguimiento a la entidad.

La calificación de largo plazo de la Empresa Metro obedece a que la Nación garantiza de manera irrevocable e incondicional los montos de hasta $7,8 billones, teniendo en cuenta la estrategia presentada por el Distrito para su contratación.

Vigencias futuras

Bogotá y el Gobierno nacional respaldan con vigencias futuras, a 25 y 30 años, respectivamente, la fase de pre y construcción del proyecto a cargo de la EMB.  Fitch considera que esa garantía es una fortaleza de la Empresa Metro de Bogotá.

Para el gerente de la Empresa Metro, Andrés Escobar Uribe, que la entidad haya sido ratificada con la calificación AAA es “una muestra de confianza que viene de un ente autónomo e independiente, cuya función es calificar, y darle al mercado y a los ciudadanos un mensaje claro de cómo se están haciendo las cosas”. Añade, que “en este caso la calificación AAA significa que la Empresa Metro ha organizado bien sus finanzas a largo plazo, su estructura jurídica y que la naturaleza de los compromisos que asume, ofrece credibilidad para todas las compañías con las que se está contratando, con las entidades de crédito y para los dueños de la empresa que son todos los habitantes de Bogotá”.

El año pasado, Fitch Ratings ya le había asignado la calificación AAA de largo plazo a la empresa Metro de Bogotá, lo que significa que la organización puede cumplir con las obligaciones de deuda para la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá.

Según Fitch, “la calificación de largo plazo de EMB obedece a una igualación respecto a la calificación de la Nación debido a que esta garantiza de manera irrevocable e incondicional los montos de hasta $7,8 billones constantes de diciembre de 2017, o su equivalente en otras monedas de deuda que contrata EMB, conforme con la estrategia de contratación presentada por la administración”.

Participación
Asimismo, Fitch considera que EMB es una entidad relacionada al Gobierno (ERG). Durante la fase de pre y construcción del proyecto a cargo de EMB, los patrocinadores serían Bogotá y el Gobierno nacional.

Señala que la “EMB es una empresa constituida como una sociedad anónima por acciones del orden distrital, con la participación exclusiva de entidades públicas, y vinculada a la Secretaría Distrital de Movilidad. La empresa tiene un régimen jurídico industrial y comercial del Estado, encargada de realizar el Proyecto Primera Línea Metro de Bogotá Tramo 1. La presencia de miembros de la Nación en la Junta Directiva durante la fase pre y constructiva le da una característica positiva a la evaluación de este factor”.

La calificadora considera altamente probable que el Distrito brinde apoyo extraordinario a EMB si esta se encuentra bajo estrés financiero, considerando que cumple con sus responsabilidades con nula presencia de sustitutos potenciales.

Garantías
Las garantías otorgadas por la Nación a las obligaciones financieras contraídas y a ser contraídas con la banca multilateral por el momento y cualquier otro instrumento de deuda, lo que se constituyen como un elemento muy fuerte que soporta este factor.

Sostiene que a partir del Convenio de Cofinanciación para el Sistema de Servicio Público Urbano de Transporte Masivo de Pasajeros de Bogotá de noviembre 9 de 2017, tanto el Distrito como la Nación se comprometen con montos, términos y condiciones bajo los cuales concurrirán a la cofinanciación del sistema de servicio para el desarrollo e implementación del proyecto.

Dicho soporte financiero a EMB está sustentado en documentos Conpes (Consejo Nacional de Política Económica y Social y sus respectivos Confis (Consejo Superior de Política Fiscal), así como en las autorizaciones para asumir vigencias futuras con calendarios y fechas semestrales establecidas para el giro de los recursos a la EMB a través de un encargo fiduciario. Los aportes de la Nación y del Distrito solamente podrán utilizarse para los componentes elegibles así determinados en el Convenio de Cofinanciación, sus modificaciones y en documentos resolutorios complementarios.

Sostiene Ficht, que “el proyecto es estratégico para sus patrocinadores. No obstante, en esta etapa de pre-construcción aún no se puede evaluar si habrá repercusiones sociales, políticas o económicas de la interrupción de la etapa constructiva y mucho menos en la operación desde la perspectiva del Distrito”.

La sustitución de las funciones de gestor no generaría un impacto significativo en la ejecución del proyecto, puesto que el Distrito podría asumir directa o a través de otras entidades distritales temporalmente o de forma permanente todos los compromisos y garantizar la continuidad de la obra.

Conforme a la administración, el haber firmado los contratos de empréstito con la banca multilateral, lo obligó también a cumplir con salvaguardas ambientales y sociales.

Asimismo, señala el análisis de Fitch, “el rol de EMB en la ejecución del proyecto se asemeja a un vehículo financiero, al menos durante el período de pre y construcción de infraestructura (programada para los próximos seis años), incluso mientras los aportes del convenio llegan inclusive a la fase de operación y mantenimiento, ya que la deuda la tomará la empresa, y se honrará con las vigencias futuras de la Nación y el Distrito”.

Asegura la firma que “con la estrategia de contratación adoptada por la empresa, la remuneración al concesionario para el componente de obra civil que será financiada tanto por la Banca Multilateral como con otras fuentes en montos de hasta $7,8 billones constantes de diciembre de 2017, o su equivalente en otras monedas que cuentan con garantía soberana. Los grandes proyectos de infraestructura en el país son financiados usualmente con una participación importante de organismos multilaterales, por lo que un incumplimiento podría tener consecuencias graves para el financiamiento de otros proyectos de importancia estratégica del país en el futuro”.

Explica Fitch que “si el monto de endeudamiento de la empresa fuese tal que la garantía soberana fuese menor que 75% de la deuda total, llevaría a una revisión de las calificaciones. Por otro lado, cambios en las calificaciones de alguna de las entidades patrocinadoras de EMB, es decir, del Gobierno nacional como del Distrito Capital, se reflejarían directamente y en el mismo sentido en las calificaciones de EMB. Además, si la mezcla de la evaluación de los factores de la metodología indiquen un puntaje inferior a 35 habría una revisión a la baja de las calificaciones nacionales de largo plazo de EMB”.