“No es momento de cerrar las puertas, es momento de abrirlas. Lo que espera el pueblo colombiano es que el Eln, el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc, al igual que otros grupos armados ilegales como los Pelusos y los Caparros, cesen todas sus acciones criminales”, aseguró ayer el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos.
El pronunciamiento lo hizo Ceballos luego de que el Eln anunciara que no reconoce a Francisco Galán y Felipe Torres, como promotores de paz.
“Vamos a seguir contando con el apoyo muy valioso de los promotores de paz Francisco Galán y Felipe Torres, quienes con sus mensajes crean conciencia de la necesidad del cambio a una paz real y completa”, dijo Ceballos.
“Quiero recordarle al Eln que el único que puede definir quién es un promotor de paz o un gestor de paz es el Presidente de la República, quien tiene toda la autoridad constitucional legal y ética para hacerlo", señaló.
Como lo publicó ayer EL NUEVO SIGLO, el Eln señaló en un comunicado remitido a la Comisión Facilitadora Civil que “Francisco Galán y Felipe Torres son funcionarios nombrados por el Gobierno colombiano y funcionales a sus planes. Por tanto, están inhabilitados para realizar labores de acercamiento con el Eln”.
El Eln destacó que tomó la decisión de un alto al fuego unilateral, pero “el Gobierno de Duque ni las Fuerzas Armadas tuvieron la grandeza de valorar nuestro gesto para responder de manera similar. Por el contrario, lo desconocieron e intensificaron sus operaciones militares y realizaron pronunciamientos desobligantes”, subrayó la guerrilla.
“Es claro su afán guerrerista y la poca valoración por la paz de Colombia”, remacha el Eln, que en cambio valoró como “muy positiva” la iniciativa de la Comisión Facilitadora Civil de “reactivar los esfuerzos por la búsqueda de una salida política al conflicto social y armado que vive Colombia”.
Además, advirtieron que el alto al fuego es “activo”, porque “nos reservamos el derecho a defendernos ante los ataques de las fuerzas estatales, integradas por tropas regulares, paramilitares y bandas narcotraficantes en varias regiones del país”.
El Eln declaró una tregua unilateral que estará vigente hasta el 30 de abril como un “gesto humanitario”, respondiendo así a la petición del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de cesar los combates en todo el mundo para centrar los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus.
Sin embargo, el Gobierno advirtió que esta tregua no es suficiente para volver a la mesa de negociaciones. El último diálogo de paz con el Eln, que comenzó en febrero de 2017 con el anterior Gobierno, se rompió dos años después, ya con Iván Duque en la Presidencia, tras el atentado perpetrado por la guerrilla contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander (Ecsan), en Bogotá.