Herir la vida es herir la paz: Mons. Urbina | El Nuevo Siglo
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Domingo, 25 de Marzo de 2018
Redacción Nacional
El presidente de la Conferencia Episcopal habló con EL NUEVO SIGLO sobre la reglamentación de la eutanasia, el proceso de paz con el Eln y el proceso electoral
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La Iglesia Católica invitó en esta Semana Santa a reflexionar sobre las problemáticas que vive el país y para buscar las soluciones oportunas que requieren los colombianos. El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Óscar Urbina, le hizo un llamado a los candidatos presidenciales para que hagan propuestas viables para el país.

EL NUEVOS SIGLO: ¿Cuál es el mensaje central de la Semana Santa?

ÓSCAR URBINA: La Semana Santa es un tiempo privilegiado porque incluso hay muchas cosas que se pueden hacer, como detenernos del trabajo, volver a la familia aunque salgamos a diversos lugares, pero es como un espacio que uno necesita y que no lo logramos tener a lo largo del año, porque las vacaciones de final del año coinciden siempre con el mes de diciembre; entonces en este momento es un detenernos para una reflexión, es encontrarse con uno mismo. Este es como el punto de partida y la Semana Santa es un momento para ver cómo va nuestra fe y nuestra vida, es un renacer a una nueva vida.

Un segundo elemento que me parece importante es rescatar la esperanza. Nosotros estamos en un pesimismo muy grande frente a la familia, frente al trabajo, frente a las relaciones sociales, frente a las dimensiones  políticas, entonces éste es un tiempo para rescatar la esperanza; no todo se ha acabado porque hay alguien que nos acompaña, que camina con nosotros, que con su palabra es capaz de interpretar nuestro sufrimiento, nuestras oscuridades, y luego renovar nuestro compromiso de poder ser animadores del bien. Abrir un camino de esperanza para todos, ese es el núcleo del mensaje que la Iglesia quiere dar.

ENS: Es la primera Semana Santa luego de la visita del Santo Padre, ¿cómo se puede aplicar el mensaje de él?     

OU: El Papa nos comunicó un mensaje de alegría, de esperanza, de valentía; a mí me tocó vivir la experiencia en Villavicencio del momento de oración por la reconciliación, y él repitió una y otra vez a los colombianos que no tengan miedo; por una parte, dejarse reconciliar con Dios y también reconciliarse entre ustedes, y una de las cosas del mensaje del Papa es la insistencia y la valoración de lo que somos por el pueblo de Colombia y va unido a esa línea. Después de la visita en el mes de noviembre hicimos una reunión en el que reflexionamos sobre los mensajes que nos dejaba. Yo los concreticé como presidente de la Conferencia en el crear, lo que él llama la cultura del encuentro, que incluso le dijo a los jóvenes ustedes son maestros del encuentro, porque así no hablen el mismos idioma, se envían cartas, comparten, conviven, se alegran y el Santo Padre decía, enséñenos a los adultos la cultura del encuentro, eso es lo que él más dejó.

ENS: Usted tocaba el tema del valor de la familia, de la vida, pero cómo lograrlo cuando se aprueban eutanasias para menores de edad, ¿qué piensa?

OU: Es lo que no entendemos, porque aprobar como se hizo, ese reglamento de la resolución 825 en el procedimiento para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad de los niños, niñas y adolescentes, es un ataque a la vida. La vida y la paz caminan juntos; cuando se hiere la vida, se hiere la paz, y amontonar más muerte a la que también hemos tenido, es generar una cultura de muerte, es muy fácil, porque es echar sobre otros una responsabilidad que tenemos los demás. El que está sano tiene una responsabilidad sobre el enfermo y si tenemos muchos dolores tenemos la ayuda de la medicina y parte paliativa que fortalece, eso es lo que no entendemos, pero yo lo cuestiono desde mi condición de creyente.

ENS: ¿Se promueve una marcha para el 5 de mayo?

OU: Sí, había varias iniciativas, y quisimos apoyar la marcha nacional por la vida para que se haga en todas las diócesis que vienen promoviendo desde las plataformas de laicos, de ciudadanos. Para el 5 de mayo decimos que apoyamos y cada uno de los obispos lo va a organizar, porque antes de entrar como en una batalla, seguiremos proclamando el evangelio de la vida y eso es lo que nos corresponde.

ENS: ¿Hay acciones jurídicas?

OU: Asimismo la Conferencia Episcopal de Colombia respalda las actuaciones jurídicas que puedan impedir la aplicación de la mencionada Resolución e invitan a las instituciones de salud a pronunciarse a favor de la vida y a ofrecer a los niños y adolescentes enfermos, la atención y cuidados que ellos necesitan. Y al pueblo colombiano en general, el Episcopado anima a mantenerse firme en los principios no negociables por el respeto a la vida. Invitamos al pueblo católico a mantener como principio firme y no negociable que la vida es un don de Dios del cual sólo él puede disponer; a las familias, a comprometerse a fondo con su misión de ser cunas donde nace, crece y se defiende la vida; a los jóvenes, adolescentes y niños, para que no se “dejen robar la esperanza”, aun frente a todo aquello que relativiza el valor de la vida humana.

domingo de ramos

Iglesia y lo electoral

ENS: ¿Qué reflexión hacen ustedes de esta campaña electoral?

OU: Varias veces nos hemos pronunciado sobre eso, creo que es una etapa interesante. Primero para los candidatos hacer un llamamiento sin entrar en tema partidistas, ni ninguna naturaleza, porque no nos corresponde, pero sí que en estos momentos complejos, difíciles, pero a la vez muy esperanzador para el país, esperamos que los candidatos nos hagan propuestas grandes. Ser capaces de soñar un país distinto y no quedarnos como en polarizaciones o en sacarnos los cueros al sol, sino decir que queremos un país que en la salud, en la educación, en la tierra, porque los campesinos están sufriendo, esperamos que tengan propuestas realizables, que responda a las necesidades a partir de un país tan real como el que tenemos.

ENS: ¿Frente al proceso de paz con el Eln qué se debe hacer?  

OU: Nosotros estamos acompañando como veedores. Ya anunciaron que viene una etapa de silenciar las armas, de humanizar, porque es que los que más sufren por los ataques a la infraestructura y todo son los campesinos; cuando se ataca a un oleoducto, los más pobres son los que más sufren los brotes de violencia. Yo lo que pienso es que la paz va más allá de los periodos presidenciales y está por encima de los mismos partidos y de los candidatos, que es una realidad que necesita Colombia. Si este tiempo puede colocar unas bases para que el gobierno que se elija pueda continuar, creo que es lo mejor que pueden hacer, así no se haga mucho, pero me parece que tampoco se puede cerrar la puerta y hay que esperar a ver quién llega para ver qué va hacer, porque la paz no es un proyecto personal, sino es un proyecto nacional.      

ENS: ¿Les preocupa el tema de la disidencia de las Farc?

OU: Aquí en Villavicencio la padecemos porque en la parte del Guaviare quedó un grupo grande, pero ya sabemos que eso queda por fuera del proceso que se hizo y tienen que atenerse a las consecuencias de estar fuera del proceso, y allí entra también el papel de las fuerzas militares que tienen que proteger la vida, y la honra de los ciudadanos.

Otros temas

ENS: ¿Qué responder frente a unas denuncias de pederastia en Medellín?

OU: En primer lugar cada diócesis lleva todos los procesos, pero tenemos unos criterios muy claros; es decir, cero tolerancia. Nosotros rechazamos totalmente estas actitudes, porque son crímenes contra las personas más vulnerables que son los niños; estamos también de parte de las víctimas para escucharlas, es el trabajo que tenemos que hacer. Y lo más importante es también todo el trabajo de prevención, es decir, nosotros venimos acompañando muchos espacios que hay adolescentes, y si somos conscientes y nos duele que pasen estas cosas, y en cada diócesis el obispo es responsable de los procesos y ante todo debemos buscar la verdad.

ENS: ¿Cree que ha bajado la fe católica en Colombia?

OU: La visita del Papa hizo aparecer una realidad que estaba escondida, incluso para nosotros. Yo tuve aquí en Villavicencio una participación 131%, que no hubo en las otras ciudades; hubo más gente de la que vive, la ciudad se volcó a la misa con el Papa.  Estamos entre 600 mil habitante, y hubo 750 mil personas, y con la conectividad tan frágil que tenemos, que hubiera habido toda esa población indica el fervor de la gente y aquí la ceremonia que se organiza es una participación muy grande de las personas. Yo diría que hay un fervor de todo un país, y es lo que precisamente me gustaría que resaltara, que es una semana de reflexión, que es un regalo, porque así vayamos a descansar, de todos modos termina uno sacando un rato para pensar en Jesús.

ENS: ¿Y cómo estamos en la vocación sacerdotal? 

OU: Hay disminución en algunas partes. Yo por ejemplo tengo 70 seminaristas y ahora el Papa nos ha dado como carta de navegación, donde clasifica mejor las diversas etapas que son tres: una de preparación, que dura un año, otros dos años de mayor profundización, y ya cuatro años de consolidación de la vocación. Hoy tenemos unas ayudas muy grandes científicas a través de la sicología, la sociología, para el estudio de cada candidato. El acompañamiento dedica diez o más sacerdotes en cada sitio con profesores externos; el obispo también vive pendiente del seminario. Aquí cuando no hay profesores yo asumo las clases, así me toque sacar tiempo de donde pueda.

ENS: ¿Qué llamado le hace a las parroquias?   

OU: invito a la renovación de la parroquia desde un enfoque misionero y con la conciencia de que los tiempos actuales requieren nuevas formas de evangelización.  No es inventarnos un nuevo mensaje, maquillar o crear situaciones ajenas al evangelio, simplemente es discernir los signos de los tiempos, buscar la manera de llevar la buena noticia de forma creativa y humilde. Hoy se habla de la Nueva Evangelización porque vivimos en un nuevo contexto socio-cultural en el que se enmarca la parroquia y donde se presentan “coordenadas históricas y culturales” que requieren su atención.

ENS: ¿Qué exige el momento actual?

OU: El cambio de época, es una primera coordenada marcada por las transformaciones tecnológicas que influyen notablemente en la cultura; la secularización, es otra coordenada que está generando la “crisis de la socialización religiosa”; el cambio científico-técnico, que ha cambiado las formas de pensar, decidir y actuar y que “legitiman los sistemas socio-económicos”; el consumismo, que presenta el bienestar material, como calidad espiritual; la movilidad, que ha cambiado los espacios, los tiempos y los modos de socialización y que “ejerce una repercusión decisiva sobre las parroquias, fuertemente marcadas por el territorio y su ser estático, cerradas”; el pluralismo, que resalta que ningún grupo humano puede monopolizar todo, ni en lo político, ni en lo social y por ello exige a la Iglesia “una purificación de fe”; la pobreza, la inequidad y la violencia, que se han apoderado de los espacios familiares, laborales, deportivos y escolares; la familia, que exige un enfoque “analítico y diversificado.

ENS: ¿Cuál es el mensaje que quiere dar?

OU: Colombia está experimentando significativos cambios a los que muchos de sus ciudadanos se están habituando, pues generaciones por más de 50 años vivieron verdaderos “surcos de dolor”. Ante la dicotomía de paz y la justicia, la reconciliación y el perdón, la Iglesia está dispuesta siempre a dar un paso al frente para ser bálsamo de ternura y ayudar a sanar heridas, especialmente a través de las parroquias.  Es precisamente la parroquia el asunto principal de esta Asamblea, reconociendo en ella el corazón de una nueva evangelización que, a criterio de monseñor Urbina, no consiste en “inventarnos un nuevo mensaje, maquillar o crear situaciones ajenas al Evangelio, simplemente es discernir los signos de los tiempos, buscar la manera de llevar la buena noticia de forma creativa y humilde”.