Rompió el silencio, Aída Victoria Merlano, la hija de Aída Merlano, prófuga de la justicia y condenada a 15 años de prisión por fraude electoral. La mujer argumentó a través de su abogado que desconocía los planes de su mamá. 

Baldimir Cuero, la defensa de Aída Victoria, aseguró que ella  "se encuentra presta a comparecer ante las autoridades que adelantan la investigación de los hechos" y que "dirigió comunicación electrónica a la Fiscalía indicando su disponibilidad ante cualquier requerimiento y datos de contacto".

La hija de la excongresista admitió haber estado en el centro médico ese día, sin embargo, se defendió al argumentar que no sabía del plan de fuga de su madre y que, en estos momentos, desconoce su paradero. Además, aseguró que solamente se pronunciará publicamente sobre los hechos después de rendir testimonio a la Fiscalía. 

Por otro lado, Javier Guillermo Cely Barajas, el odontólogo y teniente retirado del Ejército que atendió a la excongresista el día de su escape pidió, por medio de su defensa, que el ente regulador lo escuche. 

Cely solicitó esto con el fin de “explicar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que conoció a la exsenadora Aída Merlano, entre otras, por conducto de quién la conoció; así como exponer de manera clara su no condición de arrendatario sino de prestador de servicios profesionales como rehabilitador oral, recibiendo por ello una remuneración económica”.

En ese sentido, la firma de abogados Soto & Ramírez Attorneys SAS, la cual lo representa, asegura que tiene pruebas de que el odontólogo no se encontraba encargado de programar las citas con los pacientes y argumentos para explicar los movimiento de Cely al salir del consultorio. 

“Estamos convencidos de que el dr. Cely Barajas no conocía de los fines perseguidos por la exsenadora Merlano”, se lee en el comunicado donde se informa que el oficial acudirá a todas las citas judiciales que se le soliciten.