LA ORDEN perentoria que le dio el presidente Gustavo Petro al entrante ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes, de sustituir las divisas que le entran al país por carbón y petróleo, por desarrollar el turismo internacional hacia Colombia, es más un deseo que una realidad para el país.
A esta petición, Reyes, solo se limitó a decir que será el trabajo conjunto con el sector privado el que “permitirá desarrollar y descarbonizar la economía del país”.
Sin embargo, esta, que es una de las principales banderas del gobierno de Petro, solo ha avanzado en un solo sentido: el gobierno decidió no conceder nuevos contratos de exploración de gas y petróleo.
Actualmente, el sector del turismo representa el 4,7% de la economía nacional, con una aportación económica de US $17.800 millones.
Según el WTTC, en 2023 la actividad también reforzó su fuerza laboral con casi 180.000 puestos de trabajo adicionales a lo registrado en 2019, con lo que logró 1,4 millones de empleos en todo el país.
El gasto por turismo internacional alcanzó un récord de más de US $9.000 millones. De igual manera, el gasto nacional continuó aumentando y registró US $4.600 millones.
“El sector de viajes y turismo de Colombia se consolida como uno de los más resiliente a nivel global, y refuerza su papel como un pilar para el crecimiento de su economía y el desarrollo social en el país, al tiempo que el destino continúa siendo un referente turístico a escala mundial”, enfatizó Julia Simpson, de WTCC.
Sectores importantes
Cada vez en el gobierno y dentro del sector de hidrocarburos se habla más de una transición energética. Sin embargo, la industria extractiva continúa siendo importante en las ventas externas del país.
Los combustibles y productos de industrias extractivas, como carbón, petróleo crudo y sus derivados, representaron el 48% de las exportaciones del país en abril, lo que se traduce en más de US $4.400 millones, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Mientras que los ingresos agropecuarios, alimentos y bebidas representaron el 21%.
Entre enero y abril de este año, el turismo aumentó un 7,3% respecto al mismo periodo de 2023, según el Ministerio de Comercio.
En un análisis de ANIF, las cifras que actualmente deja el turismo a la economía no igualan a las que está aportando el sector minero energético.
Implicaciones
José Ignacio López, presidente de ANIF, se refirió a las implicaciones macroeconómicas que tiene la transición energética en Colombia. Según el directivo, “estamos lejos de alcanzar las metas deseadas en transición energética, y estamos hablando de un sector (el de hidrocarburos) que representa el 18% del recaudo total por impuesto a la renta a personas jurídicas, y cuyas regalías representan el 1% del PIB anual ($18,1 billones en 2023)”.
De igual manera, López presentó un análisis sobre lo que se necesitaría en términos reales para reemplazar los ingresos fiscales del sector hidrocarburos en caso de que se desee cortar de golpe su producción.
Según el informe, las implicaciones macroeconómicas de la transición energética fueron un punto focal del análisis para asegurar una transición sostenible ambiental y fiscalmente. El sector de minas y canteras aporta el 18% del recaudo total por renta corporativa. Se estima que para 2025, el recaudo por impuesto de renta a personas jurídicas podría alcanzar $15,4 billones, con recursos de regalías cercanos a $6 billones. La sustitución de estos ingresos requeriría medidas drásticas, como aumentar la tarifa general de IVA del 16% al 25%.
Las divisas
El sector minero-energético también juega un papel crucial en la entrada de divisas al país. En 2023, se recibieron cerca de US $32.000 millones por este concepto. Reemplazar estos ingresos con otras fuentes, como el turismo, representaría un desafío considerable. Se necesitaría quintuplicar el número de turistas (de 5,8 millones a 27,4 millones) o aumentar el gasto per cápita de los turistas de US $1.472 a US $6.878.
En el transcurso del 2023, el sector minero y energético de Colombia se consolidó como líder en la captación de inversión extranjera directa (IED), representando el 34,3% del total recibido por el país, que ascendió a US $17.446 millones.
Esta cifra, revelada por el Banco de la República, subraya el impacto significativo de dichos sectores, sumando un total de US $5.993 millones solo en actividades relacionadas con el petróleo y la explotación de minas y canteras. Esta proporción no solo supera el tercio del total de la inversión extranjera, sino que, además, marca un notable incremento respecto al año 2022, cuando la participación fue de 23,6%
Como conclusión, ANIF destacó que la transición energética es un reto y una gran oportunidad para Colombia, pero que esta no puede hacerse poniendo en riesgo la sostenibilidad fiscal del país, por lo que debe hacerse de manera gradual sin desconocer los impactos macroeconómicos que puede traer consigo.
No se debe perder de vista que por cada punto porcentual de participación en la economía (PIB), la minería y el petróleo aportaron $1,4 billones en impuesto de renta. De estos, la minería aportó $1,42 billones, un poco más que la industria de los hidrocarburos.
Durante 2022, esta industria reportó el que será el mayor aporte de impuestos y regalías, el cual se estima en $15,5 billones, especialmente por las regalías, cuyo aporte será de $6,1 billones. En el caso del pago del impuesto de renta, este significará $5,4 billones.
Reactivación de hotelería y turismo
Después de la pandemia, el crecimiento del sector de hotelería y turismo en Colombia fue atípico, superando no solo su rendimiento histórico, sino también la tasa de reactivación observada en países similares de América Latina y el resto del mundo.
En 2023 se observó un cambio de tendencia con una corrección desde niveles históricamente elevados; la actividad económica del sector se contrajo 5,4%. Esto se generó en gran medida por el cese de actividades de las aerolíneas Viva Air y Ultra Air, y el aumento de los precios de los tiquetes aéreos. Así, la ocupación hotelera, los ingresos hoteleros y el flujo de viajeros nacionales evidenciaron una caída importante.
Los viajeros internacionales fueron el principal mitigante de la desaceleración, expandiéndose un 25% en 2023. Actualmente Colombia se ubica por encima de la región en exportaciones de turismo y en entrada de pasajeros internacionales cuando se compara contra los niveles previos a la pandemia.
Ante el recalentamiento de la actividad económica del turismo en 2021 y 2022, prevemos que el sector normalice su crecimiento y converja a su senda de largo plazo en 2024. En particular, para este año proyectamos que el sector registre una caída de 1,5%, moderando su ritmo de contracción después del resultado de 2023.
Más ingresos en al plan financiero
En el plan financiero 2024 que presentó el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, el pasado primero de febrero, los ingresos fiscales y la economía continúan dependiendo de las actividades extractivas minero-energéticas. La participación de la renta petrolera en los ingresos del Gobierno Nacional Central (GNC) representó el 13,8% en 2023 y para 2024 se proyecta en alrededor del 12,0. El sector petrolero contribuyó con el 2,6% del PIB en 2023.
En cuanto al petróleo, el Ministerio de Hacienda espera que este año esté en US $78 el barril (1,8% por encima del promedio de 2023 que estuvo en US $76,6); además, calcula que el país producirá 749.000 barriles de petróleo por día (-3,6% inferior a la producción promedio de 2023: 776.958 barriles).
El petróleo es uno de los motores económicos más importantes del país y es el responsable del mayor porcentaje de ingresos por exportaciones y los ingresos fiscales. En el pico del principal auge petrolero del país, entre los años 2011-2015, cuando el Brent se cotizaba a más de US $100 por barril, alcanzó a producir un poco más de un millón de barriles diarios. Para esa época, las actividades extractivas minero energéticas representaban alrededor de la mitad del valor de las exportaciones, contribuían con casi el 5% del PIB y una quinta parte de los ingresos del gobierno.