¿Podrá nuevo ministro de Defensa recuperar seguridad en lo que resta del Gobierno? | El Nuevo Siglo
El general Pedro Sánchez Suárez presentó su renuncia para asumir como civil el Ministerio de Defensa. / Foto X @infopresidencia
Viernes, 21 de Febrero de 2025
Redacción Política

EL GENERAL (r) de la FAC Pedro Sánchez Suárez llega a la cabeza del Ministerio de Defensa en uno de los momentos más críticos del orden público en los últimos años en el país por el accionar de los grupos armados ilegales. EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de expertos sobre qué tan viable se ve que pueda revertir esta situación en apenas año y medio que le queda a la administración Petro.

La experticia de Sánchez queda fuera de discusión: su hoja de vida militar está llena de logros, pues fue comandante del Comando Aéreo de Combate N.° 4, segundo comandante y jefe de Estado Mayor del Comando Aéreo de Combate N.° 5 y director del Centro de Doctrina Aérea y Espacial. En la actualidad se desempeñaba como jefe de Protección del presidente Gustavo Petro, la primera dama, Verónica Alcocer García, y la familia presidencial.

También el uniformado ganó relevancia recientemente porque comandó el operativo que rescató a cuatro niños indígenas que duraron más de 40 días perdidos en la selva, tras accidentarse la avioneta en que viajaban con su progenitora, quien murió.

Sin embargo, las dudas que algunos han expresado de que el general (r) Sánchez pueda recuperar el orden público en el país, no son solo porque el tiempo se agota para este gobierno, sino porque se preguntan si la administración Petro le dará el margen de acción para aplicar los correctivos en la política de seguridad o, por el contrario, seguirá sometido a unas directrices en materia de la paz total que han restringido la operatividad de la Fuerza Pública por las conversaciones y ceses el fuego que el Gobierno ha sostenido con distintos grupos armados.

Distintas opiniones 

El experto en seguridad Andrés Nieto Ramírez considera que “hay que reconocer la experiencia operativa de articulación y la formación que tiene el general Sánchez, es una de las personas que más saben en términos de los territorios complejos de este país. Sin embargo, el problema no es el ministro que esté, sino que lo será la paz total, que no ha logrado avanzar, que generó una disputa territorial mucho más fuerte y que dejó a las Fuerzas Armadas sin la legitimidad, porque un día están en enfrentamientos y otro día en cese”.

Añadió que “eso se debe a que no existe una política clara de orden público; hay política de seguridad, pero no política de defensa y orden público, porque esta nueva dinámica de la paz total es absolutamente confusa”.

Nieto dijo, sobre el margen de acción que tendría el entrante ministro Sánchez, que “constitucionalmente el comandante supremo de las Fuerzas es el presidente, solo que delega algunas funciones administrativas, logísticas y fiscales en el ministro, pero finalmente quien da la mirada, la proyección y la orden es la Presidencia. Y ahí es donde tenemos el vacío, porque pareciera que no existe una línea continua de política pública o por lo menos de mirada continua sobre qué hacer con los grupos armados. Y ni hablemos de la seguridad ciudadana, que ha sido absolutamente descuidada”.

Desde Acore (Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia), el secretario general, el vicealmirante (r) Pablo Romero, dijo: “Creo que lamentablemente el Gobierno dejó pasar mucho tiempo viendo que se deterioraba la seguridad del país antes de intentar, como parece estar intentando con este nombramiento, algún tipo de ajuste firme a la conducción de la estrategia de seguridad. Efectivamente, en año y medio es muy complicado lograr algunos resultados contundentes contra estas organizaciones criminales”.

No obstante, dijo que “si se asume voluntad política, si se ajustan algunas de las decisiones políticas de este Gobierno y si se provee a la Fuerza Pública del presupuesto que se le había recortado, los medios y de las capacidades para operar, creo que de todos modos hay un margen importante en el sentido de lograr restaurar por lo menos las zonas críticas en este momento: Catatumbo, Chocó, Cauca, en las que hicieron que se decretara la conmoción interior. Creo que habría una oportunidad importante en esas zonas de ajustar en algo el camino”.

Añadió el vicealmirante (r) Pablo Romero que, en su opinión, en la coyuntura actual el general (r) Pedro Sánchez “sí tendría un amplio margen de acción contra el Clan del Golfo, contra el Eln, contra las disidencias de ‘Iván Mordisco’ y contra otras organizaciones criminales”.

No obstante, añadió: “Creo que por el estado de las conversaciones de paz hoy en día, contra la Segunda Marquetalia y contra las disidencias de alias ‘Calarcá’, va a tener de todos modos algunas restricciones”.

De todas formas, reiteró Romero que “naturalmente eso depende en una medida muy importante de que haya la voluntad política para respaldar ciertas operaciones, sobre todo contra objetivos de alto valor; y fundamentalmente depende de que se asigne a la Fuerza Pública el presupuesto, porque si no hay el presupuesto, no tienen siquiera cómo movilizar tropas o cómo movilizar embarcaciones y aeronaves, para los casos de la Armada y de la Fuerza Aérea”.

A su turno, Óscar Palma, académico vinculado a la Universidad del Rosario y quien fue investigador del Centro de Estudios Estratégicos para la Seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de Guerra, dijo sobre qué tanto podría corregir el entrante ministro Sánchez la política de seguridad y orden público en el año y medio que le queda a este Gobierno: “Tengo muchas dudas, porque creo que esta gestión no está dependiendo de quién sea el ministro de Defensa, sino de los lineamientos que está dando el presidente de la República, y ahí es donde está fallando la cosa. El presidente estaba empecinado en una idea de paz, en una política de paz, la famosa paz total, que realmente no tenía mucha estrategia de por medio y que de todas formas al tratar de buscar esto se descuidó significativamente la seguridad”.

Advirtió que puede ser un ministro militar o un ministro civil, “pero si no hay un lineamiento claro desde la Presidencia, difícilmente se va a poder recuperar el ambiente de la seguridad. Creo que en año y medio va a ser muy difícil darle vuelta a todo, porque el presidente no está dando lineamientos estratégicos claros para avanzar en el problema de seguridad. Incluso, parecería desconocer algunos de los elementos básicos de cómo se construye seguridad en las regiones, y peor si mantiene una política de paz que ha demostrado ser insuficiente”.  

En cuanto a si ve que el entrante titular de Defensa tendrá margen de acción para aplicar correctivos a la política de seguridad, Palma dijo que “lo veo difícil si se mantiene esa política de paz en la cual no se ve combatir de una forma clara a los grupos armados. Veo muy difícil que se pueda avanzar en la agenda de seguridad. Van las dos cosas de la mano: estrategia de seguridad o política de seguridad, y por el otro lado, la idea de la paz total. Y si no se establece una estrategia clara desde arriba, difícilmente vamos a lograr avanzar en ambas cosas, mucho menos en seguridad”.

Crítica situación

La más grave afectación al orden público se presenta desde hace semanas en la región del Catatumbo. Sin embargo, vale recordar que la defensora del Pueblo, Iris Marín, recientemente llamó la atención porque en 790 municipios hay presencia de grupos armados.

También, la Defensoría aseguró que actualmente hay once focos de emergencia humanitaria en el país, causados por el aumento de la presencia y confrontación entre al menos 10 grupos al margen de la ley.