La Iglesia llamó a la reconciliación y a luchar contra la corrupción | El Nuevo Siglo
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Sábado, 9 de Febrero de 2019
Redacción Nacional

Perseverar en la construcción de la reconciliación y de la paz, combatir la corrupción, promover la equidad, la solidaridad y mantener viva la esperanza, fue el llamado que hizo la Iglesia a los ciudadanos en la Centésima Séptima Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano.

Durante el encuentro, los obispos se refirieron a los desafíos que afronta el país y a la urgencia del compromiso colectivo en la superación de los conflictos, razón por la que invitaron al Eln “a una seria reflexión sobre sus graves acciones” y les pidieron abandonar las armas.

“Recogiendo la voz del pueblo colombiano (…) les pedimos que abandonen su accionar delictivo. Súmense al esfuerzo de tantos hermanos que han dejado el camino de violencia y se integran a la lucha por una paz verdadera”, señalaron.

El mensaje también se dio para el Gobierno nacional, al cual le solicitaron continuar con la tarea de convocar a todas las “fuerzas vivas” del país para definir e implementar una política integral de paz. “Es preciso seguir buscando las condiciones necesarias para llegar a una solución política del conflicto armado”, afirmaron.

En este punto señalaron que “la paz es un derecho y un deber de todos”, en donde la sociedad debe asumir un papel fundamental en el esfuerzo de vencer las distintas formas de violencia en la cotidianidad y en el desarrollo de los procesos, con el fin de alcanzar “la reconciliación y la justicia social”.

En cuanto a la lucha contra la corrupción, manifestaron que “se ha incrustado en nuestra cultura”, llegando a escenarios como la vida política, económica y social, que según la Iglesia, se ha convertido en uno de los más graves flagelos que impide el progreso de las regiones y destruye la confianza de las instituciones.

Frente a ello, expresaron que Colombia tiene una “gran oportunidad” en las próximas elecciones regionales que se llevaran a cabo el 27 de octubre, motivo por el que enviaron un mensaje a los ciudadanos.

“Ejerzamos libre y responsablemente el voto, para que venzamos los vicios de la política que, como dice el papa Francisco, socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social”, precisaron.

Asimismo, insistieron en la necesidad de avanzar en el compromiso de servicio y solidaridad con los más necesitados, con los marginados y con los migrantes. “Hoy, la clamorosa situación de hermanos venezolanos en nuestro país nos llama a una más generosa solidaridad”, dijeron.

En este sentido, agradecieron los esfuerzos de personas e instituciones que han ayudado en la asistencia de los migrantes venezolanos e invitaron a los colombianos a “acogerlos con bondad y a protegerlos fraternalmente”.

Por último, los obispos recordaron que la misión de la Iglesia “implica y exige una promoción integral de cada ser humano”, razón por la que la asamblea tuvo como eje de reflexión la dimensión social de la evangelización, en la que enfatizaron en la importancia de asumir la cultura del encuentro “que nos permite abrirnos a aceptar las diferencias y desactivar los odios y las venganzas”.

Al concluir la última eucaristía de cierre de la 107 Asamblea Plenaria del Episcopado, los obispos del país recordaron  y oraron por los 21 cadetes asesinados en la Escuela General Santander.

El obispo castrense Fabio Suescún, quien presidió la eucaristía afirmó que estos jóvenes “querían hacer cosas grandes en la vida, tenían la voluntad de ser servidores de sus hermanos desde la Policía Nacional, estaban formándose, pero perecieron por pertenecer a una institución que quiere servir a la ciudadanía”.

Durante la eucaristía, que contó con la presencia de representantes de la Policía Nacional y familiares de los cadetes, el prelado resaltó el espíritu de coraje y servicio con que esta institución le sirve al país, siempre haciendo honor a su  lema ‘Dios y Patria ’, “así nos saludan nuestros policías, así ellos lo recuerdan constantemente, que con el nombre de Dios, con la fe puesta en Dios ellos ejercen su labor de ser protectores, de ser servidores de la ciudadanía. Que importantes son nuestros policías”.

“Cada día necesitamos policías más santos, más justos, más convencidos de su vocación. Ayer (jueves) en Bogotá se celebró el Día sin carro, qué sería de nosotros si hubiera un día sin policía, esto manifiesta la necesidad de nuestros policías para el bienestar social, para que ellos sean cumplidores de esa dimensión social, sobre la cual hemos reflexionado durante estos días como resultado de nuestro compromiso con Cristo nuestro Señor”, afirmó.

Finalmente, el prelado pidió orar por la Policía Nacional y por los familiares de los cadetes fallecidos, para que “encuentren en el Señor la verdadera luz y consuelo, seguros que los malos nos pueden matar el corazón, la vida, pero nuestra alma pertenece al Señor y está llamada a la eterna resurrección”.