Más incertidumbres que certezas sobre la matrícula cero | El Nuevo Siglo
Foto cortesía U. Nacional
Domingo, 4 de Julio de 2021
Mario F. Hurtado

El gobierno nacional en cabeza de la ministra de Educación, María Victoria Angulo, hizo un anuncio en medio del paro que fue garantizar la matrícula cero para los jóvenes de las universidades públicas que vivan en viviendas de estratos uno, dos y tres, es decir el 90% de los estudiantes de las universidades estatales.

En anuncio causó sorpresa porque se da en un contexto donde se ha caído la reforma tributaria, el país registra altos niveles de endeudamiento, pérdida de los grados de inversión por parte de las calificadoras de riesgos internacionales y un déficit de recursos.

Por otra parte, se hace el anuncio sin ningún tipo de acuerdo, en medio de altos índices de protesta social, bloqueos, movilizaciones y violencia. En todos los casos se encuentran dentro de lo que se ha denominado la primera línea de las protestas, estudiantes y profesores de la mayoría de las universidades públicas. Adicionalmente, se anuncia como una gran solución, pero no se habla de la calidad de la educación pública, se sigue gastando sin exigir calidad.

¿Para qué ofrecer gratuidad de algo que no está evidenciando calidad?

Ha sido una de las ofertas más inciertas porque se hace sin una claridad de dónde vendrán los recursos y no sirve para aliviar el inconformismo que tienen los estudiantes. Es más, en afirmaciones de líderes de las universidades afirman que no es un logro de las negociaciones, sino un derecho que tienen, es decir, ese río de recursos promedios no sirvió para nada y deja en el sector educación la sensación que el Ministerio no tiene poder de negociaciones y que se abre un grifo de recursos, sin acciones concretas sobre el fin del paro, la reactivación de las clases, y el cese de las acciones en muchos casos violentas que se están presentado dentro del marco del paro nacional que cumple dos meses.

Y es que el panorama no puede ser peor, casi todas las universidades públicas se encuentran en paro decretado por los estudiantes desde hace dos meses. Las universidades con crisis financieras y pagando subsidios, salarios, operaciones y servicios, mientras se acumulan meses sin clases, cuando ya venimos de un paró en este mismo gobierno de 2019 que ha hecho que el calendario académico esté completamente atrasado.

A la fecha, primera semana de julio, 22 universidades decretaron congelamiento del semestre, algunos casos son críticos, como las universidades UIS, Distrital, Antioquia o Atlántico donde solo se alcanzó a desarrollar un mes del semestre 2020 -1. Es decir, en la administración de María Victoria Angulo ocurrió lo que no pasaba en décadas, que se perdiera un semestre completo en casi todas las universidades públicas y que se mantenga la incertidumbre de cuánto tiempo y recursos más se van a perder. La fragilidad de negociación del actual Ministerio es evidente.

Por otra parte, la promesa de la matrícula cero tiene más visos de información falsa que algo real y garantizado a largo plazo. Por ejemplo, se incluyó a la Universidad Militar Nueva Granada en la matrícula cero, cuando su financiación ha sido diferente frente a las universidades públicas y los estudiantes financian gran parte de los recursos al encontrarse en una condición diferente, allí las matrículas oscilan entre 4 y 14 millones de pesos, el 80% de sus estudiantes se encuentran en viviendas de estratos socioeconómico uno, dos y tres. Les han dicho a los estudiantes que paguen la matrícula porque los recursos de la matrícula cero no han llegado, y que cuando lleguen se les devolverá ¿Qué es ese desorden? ¿Cómo se hacen ese tipo de comunicados? ¿De dónde sacará el gobierno los enormes recursos que requiere esta promesa? cuando el déficit fiscal es el más grande de los últimos 20 años.

La actual ministra puede pasar a la historia como la responsable de la gestión más costosa y menos efectiva, pues siempre anuncia que lidera la cartera con mayor presupuesto de la historia, se comprometió con un beneficio como la matricula cero y no ha logrado que las universidades públicas retomen sus actividades y normalicen los procesos académicos, el sector en lo público esta parado.

Ahora que empiezan a anunciarse las campañas políticas, la educación superior pública deberá estar en la agenda para no repetir las promesas incumplidas, los presupuestos sin financiación y así superar el detrimento al que se expuso el sector y el daño que se les ha hecho a las políticas como acceso, calidad y cobertura.

Cuando no hay un proceso de valoración de esa política, es lamentable porque los estudiantes no ven el valor de los recursos no se apropian de la formación, es triste, pero en parte la decisión de parar y no querer volver a las aulas depende en parte de saber que su matrícula no les cuesta nada. En mi experiencia como docente he trabajado en universidades privadas y públicas, en las primeras casi nunca hay cancelaciones, en cambio en las públicas las cancelaciones pueden ser inclusive el 40% de estudiantes en una materia.

Hay que trabajar en la valoración y el cuidado de los recursos públicos, no se puede ofrecer a manos llenas sin trabajar en procesos de formación, apropiación y valoración de dichos recursos. Miles de estudiantes no saben que los cupos universitarios cuestan mucho más que el pago de matrícula, este llega a ser máximo el 10% o 15% de lo que cuesta en realidad un cupo de calidad, trabajar en esas enseñanzas debe ser una prioridad.

La matrícula cero deja en una situación más precaria a las universidades púbicas ya que muchas de ellas utilizaban esos ingresos para resolver temas de mantenimiento, acciones de mejora o políticas sociales. Dejarlas sin ese ingreso sin garantizarles los recursos para una adecuada financiación y con el enorme déficit fiscal del país y el nivel de endeudamiento más que un logro, fue una decisión irresponsable.

*Especialista en educación