A prácticamente un año de que la alcaldesa Claudia López le entregue las riendas de Bogotá a su sucesor, sea quien sea, su gabinete ha sufrido modificaciones sustanciales, la mayoría de las cuales se ha producido durante este 2022.
Con más de 10 cambios en ocho secretarías y cinco reemplazos en otras entidades distritales, la última de las cuales se materializó esta semana con el nombramiento del nuevo gerente de Transmilenio, la Administración de Claudia López ha sido consistente en el liderazgo de secretarías que han resultado claves para su programa de Gobierno, como las de Mujer y Ambiente, pero ha flaqueado al frente de las dos carteras que hoy están enfrentando los problemas más apremiantes que tiene la ciudad capital: las de Seguridad y Movilidad.
¿Quiénes se han mantenido inalterables? Los secretarios de Hacienda, Educación, Salud, Ambiente, Hábitat, Mujer y Jurídica, y también han permanecido sin cambios direcciones clave para el desarrollo económico de la ciudad como el Instituto de Desarrollo Urbano (que en otras administraciones rotó notoriamente de dirección).
Un cambio en Seguridad
Uno de los primeros cambios que sufrió este gabinete fue el del secretario de Seguridad, Hugo Acero, quien presentó su carta de renuncia “irrevocable” el viernes 25 de junio del 2021, aludiendo motivos de índole personal.
En su momento varios concejales habían denunciado una desconexión y falta de comunicación entre el secretario y la alcaldesa Claudia López, y la renuncia se terminó dando en un contexto de manifestaciones, problemas de orden público e inseguridad en algunas zonas de la capital del país.
En su reemplazo llegó el viceministro de Defensa, Aníbal Fernández de Soto, quien desde entonces se ha desempeñado en una compleja cartera y probablemente de la cual la ciudadanía está exigiendo más resultados.
No obstante, y sin ser ajeno a las turbulencias propias de estos cargos en una ciudad tan compleja como Bogotá, voces desde el Concejo han demandado su renuncia pues, si bien es cierto que las cifras de la Administración denotan una tendencia a la baja en los principales delitos de alto impacto, la percepción de inseguridad nunca había sido tan alta.
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Movilidad, la que más cambios ha padecido
Ahora bien, la cartera que ha sufrido más modificaciones ha sido la de Movilidad, pues tanto la Secretaría como la empresa de Transmilenio han cambiado en dos y más ocasiones de dirección. En el primer gabinete que posesionó la alcaldesa, recién llegada al cargo, Nicolás Estupiñán se puso al frente de la cartera de Movilidad y Felipe Andrés Ramírez asumió las riendas de la empresa de transporte masivo.
El secretario Estupiñán fue controversial porque trabajó desde Buenos Aires (Argentina), cuando se decretó la emergencia sanitaria por la pandemia, y también le pasó factura de cobro que argumentara la consolidación de carriles improvisados en calles como la Carrera Séptima, sin ningún tipo de planeación.
Al retirarse, en enero de este año, anunció que se devolvería al país austral, y agradeció a la alcaldesa por toda la confianza depositada en él. Fue reemplazado por el gerente de Transmilenio, Felipe Andrés Ramírez, quien a su vez fue sustituido por Álvaro Rengifo Campo, hasta entonces subgerente general del sistema.
No obstante, ambos nombramientos no resistieron el año. Movilidad volvió a cambiar de dirección el 23 de agosto, cuando la mandataria distrital posesionó a la actual secretaria, Deyanira Ávila Moreno, y Rengifo Campo fue reemplazado el 15 de noviembre por Orlando Santiago Cely.
En la posesión, la alcaldesa aludió a la necesidad de liderazgo para mejorar la calidad del servicio y sacar adelante temas de financiación. Fuentes de la Administración le confirmaron a EL NUEVO SIGLO que el ahora exgerente no salió nada bien de la dirección de la empresa.
Y aunque no alude directamente a la cartera de Movilidad porque aún no transporta usuarios, pero lo hará, la gerencia en la Empresa Metro de Bogotá también sufrió un cambio en enero de este año. En el empalme, recién posesionada, la primera persona a la que la alcaldesa ratificó en su cargo fue al entonces gerente Andrés Escobar, para que le diera continuidad al proyecto en una de sus etapas más cruciales. Desde 2021 entró a asumir el actual gerente, Leónidas Narváez.
Un cambio clave en Gobierno
Una de las salidas menos esperadas del gabinete, también en enero de este año, fue la del secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, quien se fue de la Alcaldía para dirigir la campaña de Gustavo Petro presidente en Bogotá.
No obstante, cuando en enero dejó el cargo, que fue asumido por el actual secretario, Felipe Jiménez Ángel, la Alcaldía confeccionó un cargo que no existía y que pasó a asumir Gómez, más a manera de vocero, pero en el que realmente estuvo menos de cuatro meses. Hoy el de jefe de Gabinete de la Alcaldía es Antonio Sanguino.
Su salida, vale referirlo, estuvo demarcada por una no muy buena relación con el Concejo de Bogotá, que se exasperó en el marco de la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial.
Más secretarías clave
Precisamente el POT también le pasó factura de cobro a la primera secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, “por motivos personales”, quien fue reemplazada por María Mercedes Jaramillo, esposa de Felipe Alberto Morales Sánchez, hecho que varios concejales han cuestionado.
Y de las carteras de peso, otro de los primeros nombramientos que tuvo que ser revocado fue el de la exconcejal Xinia Navarro, cuota del Polo en el primer gabinete, quien entró a liderar la Secretaría de Integración Social. Tras su retiro, para convertirse en jueza de la República, fue reemplazada por la que era la secretaria general, Margarita Barraquer, desde enero de 2022.
Esta es una cartera que en las últimas semanas ha estado bajo la lupa del Concejo de Bogotá, pues cabildantes como Lucía Bastidas han denunciado el cierre de comedores comunitarios y de centros para población vulnerable y de la tercera edad. A Barraquer la reemplazó, en la Secretaría General, María Clemencia Pérez.
Y una renuncia que en el 2021 suscitó revuelo fue la de Andrés Idárraga Franco, director de derechos humanos de la Alcaldía, quien en una extensa carta criticó la “falta de postura ante las violaciones de derechos humanos en la ciudad”, en el marco de las protestas de ese año.
Supremamente crítico ante la (de acuerdo con él) ambigüedad del informe que Claudia López presentó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el funcionario dijo que no tenía contemplado irse a trabajar para la campaña del presidente Petro, y hoy es secretario de Transparencia de la Presidencia de Colombia. Él fue reemplazado por Jonnatha Ivonne González Rodríguez.
Y otra renuncia que se hizo por la línea de los derechos humanos fue la del alto consejero para las Víctimas, Carlos Vladimir Rodríguez Valencia, quien hoy es director de Seguridad Ciudadana del Viceministerio para las Políticas de Defensa y Seguridad. Él fue sustituido por Diego Fernando Peña.
Otros reemplazos
De los secretarios los otros reemplazos fueron el de la Secretaría de Cultura, que durante los primeros dos años y medio estuvo a cargo de Nicolás Montero, a quien se le criticó por una gestión tímida. Hoy la entidad es dirigida por Catalina Valencia; la secretaria de Desarrollo Económico, Carolina Durán, fue sustituida por Alfredo Bateman; al ahora exdirector del Instituto para la Economía Social (IPES), Libardo Asprilla, lo reemplazó Alejandro Rivera.
Y unas de las últimas salidas fue la de la directora del Instituto Distrital de Turismo, Karol Fajardo, quien ahora es reemplazada por Andrés Orlando Clavijo Rangel, y del alto consejero distrital de TIC, entidad asumida hoy por Iván Mauricio Durán Pabón.