No más favores Ejecutivo-Legislativo: Amín | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Andrés Rot
Domingo, 7 de Octubre de 2018
Redacción Nacional

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué ha cambiado en la política en estos dos meses del gobierno del presidente Iván Duque?

JAIME AMÍN: Diríamos que hay una enorme expectativa ciudadana frente al reflejo de un Presidente con una enorme preparación, una gran disciplina, un rigor académico pocas veces visto y una sensibilidad social para comprender los urgentes problemas de la sociedad colombiana.

Esa gran ilusión que llevó al poder al presidente Iván Duque se ha materializado en un cuerpo de gobierno, con personas inteligentes, capaces, con una trayectoria profesional importante que tienen una visión moderna de Colombia y el mundo, pero que tiene por delante un enorme reto: cómo transformar las costumbres política en Colombia.

En eso el presidente Duque no ha tenido dos discursos. No ha tenido uno por debajo y uno por encima de la mesa. Ha dicho desde el principio que quiere unas relaciones armónicas, unas relaciones transparentes, eficaces, un gobierno actuante, un gobierno comprometido con el cambio, pero al mismo tiempo autónomo en sus determinaciones; y un Congreso que entienda que el cedazo tóxico de las relaciones del intercambio de favores entre el Ejecutivo y el Legislativo quedó atrás.

Sobre esa base hay una agenda legislativa moderna, unos temas urgentes y prioritarios, que le propuso el presidente Duque a los colombianos en campaña y que espera ejecutar en estos cuatro años.

ENS: En el Congreso se hacen críticas y se comenta que los ministros no aguantarán por falta de piso político ¿Qué piensa?

JA: Hay que darles un margen de espera. Son personas supremamente calificadas que tienen la mejor de las intenciones, con el mayor respeto por los congresistas y unos con más experiencia política que otros, pero todos con la misma calificación para desempeñar sus funciones.

Relación con el Congreso

ENS: ¿Lo más complicado en estos dos meses?

JA: Sin duda, materializar una coalición de gobierno como la desea el Presidente. Es decir, que sea estable y duradera, una coalición de gobierno que comprenda la dimensión de los problemas del país, y que esté a tono con las realidades urgentes de la trasformación de la política colombiana, los indicadores del país en materia social, económica, de competitividad, de eficacia de la justicia, y de otros indicadores sociales que todavía muestran que hay enormes baches y problemas en la sociedad colombiana, problemas que deben resolverse con toda la capacidad del Gobierno.

En eso el Presidente ha enfocado un plan de gobierno que será materializado en los próximos meses, cuando se presente el 7 de febrero del próximo año, que consagrará una realidad positiva de trasformación que busca la sociedad colombiana.

ENS: ¿Y cuál ha sido el obstáculo para conformar esa coalición de gobierno fuerte?

JA: Todo gobierno, sobre todo en sus inicios, busca cristalizar una relación con el Congreso en donde haya una mayoría que comprenda y apoye las iniciativas del Gobierno.

La sociedad colombiana tiene un cansancio natural y al mismo tiempo acumulado en torno a lo que significa el ejercicio de la política. Creo que si en algo coinciden los colombianos es en la necesidad de transformar las costumbres políticas.

No es que haya sido difícil. Más bien ha sido un paso lento por las complejidades del tema y por el mensaje que quiere trasmitir el presidente Duque al Congreso: cada loro en su estaca, con sus propias competencias, con sus funciones. Un Gobierno ejecutando y un Congreso haciendo control a la gestión política, control político a la gestión del Gobierno, y al mismo tiempo acompañando un paquete normativo de leyes en las más diversas áreas de gobierno, que pueda transformarse en instrumentos útiles al servicio de los colombianos.

ENS: ¿Qué responde a quienes dicen que hay división entre el Centro Democrático y el Gobierno?

JA: No hay ninguna división. El Centro Democrático es un partido que tiene un plus: haberle devuelto al ejercicio de la política la eficacia, el rigor y la disciplina de actuar como bancada.

Eso no se veía en las últimas décadas. Los partidos políticos se habían vuelto una montonera. El gran plus que entrega el Centro Democrático a la actividad pública y política en Colombia es que es una bancada antes de oposición y ahora de gobierno, que es el partido del presidente Duque y que está acompañándolo como el gran tractor de transformación de los proyectos que como agenda legislativa le propone el Jefe de Estado al órgano legislativo.

ENS: ¿Cómo cambiarle el chip a los partidos sobre la ‘mermelada’?

JA: El ejemplo empieza por casa. Mi abuelo me decía que nada hace más y mejor que el ejemplo. En ese orden de ideas, la alta votación que recibió el presidente Duque, una votación calificada, la más alta en la historia de las justas electorales presidenciales, lo llevaron con un lenguaje muy sencillo, muy diáfano, muy abierto a la gente a decirle que “tenemos que trasformar las costumbres políticas”. Y yo creo que ese mandato popular, es también un viento refrescante de que, quienes ostentan las responsabilidades públicas en Colombia, entiendan que hay que estar a la altura del desafío de tener unas relaciones armónicas, independientes y complementarias entre el Presidente y los congresistas.

ENS: Pero hay quienes dicen que se dejó la misma ‘mermelada’ de antes…

JA: No, que no quede ninguna duda. Obviamente todos los comienzos de cualquier gobierno tienen sus velocidades, pero que no quede duda de que todas las personas, desde los ministros, hasta los directores, los gerentes, y de ahí hacia abajo, todo el cuerpo burocrático, va a estar definido por personas que cumplan con los perfiles. Podríamos demorarnos un poco, pero sin duda trabajaremos con las personas más capaces para cada uno de los cargos.

La coalición

ENS: ¿Por qué la coalición se reúne por separado y no toda junta?

JA: Por eficacia en el manejo de los temas. Sin duda, los partidos políticos que confluyen alrededor del Gobierno como partido de gobierno -hablamos del Centro Democrático, del Partido de La U, del Partido Conservador y de los movimientos cristianos- tiene cada uno de ellos unas posturas afines, y otras que son diferentes entre sí. Luego no es bueno ni conveniente meter todos los huevos en una sola canasta para el diálogo de los temas, porque ideológicamente hablando pueden haber unas aproximaciones, pero los partidos entre sí tienen algunas diferencias en las bases, y todo esto tiene que pasar finalmente por las votaciones en el Congreso, que es donde confluyen los partidos que están alrededor del Gobierno.

ENS: ¿Esperan el ingreso de Cambio Radical a la coalición?

JA: El Gobierno no hace cálculos. Serán bienvenidos aquellas colectividades políticas que pensando en el bien común quieran acompañar al Gobierno en una relación transparente, armónica y respetuosa de los poderes públicos.

ENS: ¿Ustedes apoyan proyectos que quieren reformar la ley de víctimas, la ley de tierras, la JEP?

JA: El Gobierno no hace cálculos políticos frente a los temas que son útiles para la sociedad colombiana. Tiene una agenda legislativa propia, incluso en materia de anticorrupción. El Presidente se anticipó mucho antes a presentar proyectos de ley que buscan atacar con eficacia y con instrumentos la corrupción en Colombia. Apoyó, tanto cuando era Senador como ahora de Presidente, el proyecto de consulta anticorrupción y después lideró, y sigue liderando con su cuerpo de gobierno, las iniciativas que pasaron por la mesa temática y que hoy están en el Congreso en tránsito para convertirse en leyes antes del 16 de diciembre.

ENS: ¿Esas reformas son el desmonte del acuerdo de paz con las Farc?

JA: No. El tema del acuerdo de paz con las Farc es un tema que ya está superado. Es un acuerdo entre el Estado colombiano y un grupo irregular, un grupo subversivo que acudía al terrorismo y que maltrató mucho a la sociedad colombiana, pero sin duda el Presidente quiere honrar su palabra y hacerle algunos ajustes a ese acuerdo de paz por la vía que ofrece la democracia que es el Congreso. Y en ese orden de ideas se tramitarán algunos puntos específicos, que también conocerán tanto el órgano legislativo como los colombianos, pero sin duda ese proceso de paz con las Farc no tiene marcha atrás.

ENS: Los críticos del Presidente dicen que llegó a desmontar el acuerdo de paz y el del Eln está congelado…

JA: Frente a eso creo que el Presidente ha sido muy claro. Se le hacen ajustes normativos por la vía del Congreso, es decir, por la vía constitucional al acuerdo de paz con las Farc, ajustes que conoce y conocerá la opinión pública, tanto nacional como internacional, que ha estado tan atenta a estos temas. Y frente al acuerdo con el Eln, hay unas condiciones y unos mínimos que el Gobierno ha puesto sobre la mesa y que espera que el grupo armado subversivo los cumpla.

ENS: ¿Hay tiempo para tantas reformas en el Congreso?

JA: Esto es un poco a la manera de Napoleón: sin prisa, pero sin pausa; porque las urgencias del país claman un Congreso a tono con las realidades de las reformas normativas que se requieren. Por eso el Gobierno apretará el acelerador en estos últimos meses de sesiones.

Críticas al Gobierno y otros temas

ENS: ¿Qué responder frente a las críticas de nombramientos como el de Claudia Ortiz en la Agencia de Desarrollo Rural?

JA: Se pueden presentar en algunos temas formales frente al ejercicio de la función pública. El Gobierno busca ser lo más cuidadoso con ello y toma atento nota de los asuntos que van conociéndose, tratando de superar dentro del marco de la ley los mismos.

ENS: ¿Cómo entender que el movimiento de Gustavo Petro no tenga personería jurídica sacando 8 millones de votos?

JA: En la democracia hay reglas. Y la democracia no hace excepciones frente al ejercicio de los derechos ciudadanos. Que si una persona se llama de una manera u otra, o representa a un sector ideológico u otro, las reglas de la democracia son para todos y hay que respetarlas.

ENS: ¿En qué se diferencian los consejos comunales del expresidente Uribe, con los talleres Construyendo País?

JA: Uno diría que tiene un fin común, que es acercar el ejercicio de gobierno al ciudadano de a pie, permitir que ese diálogo popular logre expresar las inconformidades, los anhelos, los problemas de la comunidad, del ciudadano de a pie y que además este pueda hacerlo público, incluso en un nivel de exigencia.

Y tal vez son estilos, pero más allá de sus semejanzas en el diálogo y en el contacto, lo que traduce el diálogo en los talleres son conclusiones que se recogen en unas actas de compromiso, que tienen unos espacios sucesivos de verificación.

ENS: ¿Son una especie de microgobierno?

JA: No. Es un estilo muy gerencial, muy directo y muy de contacto que pone de presente la gran sensibilidad social que tiene el presidente Iván Duque.

ENS: La moción de censura contra Alberto Carrasquilla no prosperó…
JA:
Para el Gobierno fue claro que el Ministro de Hacienda fue preciso, firme, contundente en las explicaciones y que además hay un tema que no se puede soslayar: que las mociones de censura están montadas sobre la base de actuaciones de una persona que en ese momento era un ciudadano común y corriente, privado y liberal de su profesión, y no tenía ninguna responsabilidad pública.

Las mociones de censura, y en eso el Presidente del Congreso ha sido claro, tienen que ser sobre actos o hechos relacionados en las funciones del responsable que se pretende censurar. No es el caso del Ministro de Hacienda que goza de la total confianza del presidente Duque.

ENS: ¿Encontraron contratación amarrada?

JA: Se hizo un examen y una valoración que aún no termina, pero en términos generales una situación difícil. Algunos compromisos de los tantos que se firmaron en las actas para levantar los paros que tuvo que soportar el gobierno anterior y que tienen un reflejo económico que aún no ha sido medido por el gobierno actual.

ENS: ¿Usted es el hombre del computador de Palacio?

JA: No. Yo soy un simple servidor público, un soldado de la causa del presidente Iván Duque y de su gobierno.