Al interior de la Comisión Segunda de Gobierno se adelantó el debate de Control Político sobre “Consumo de sustancias psicoactivas –SPA- en niños, niñas y adolescentes”, encabezado por el concejal Liberal, Armando Gutiérrez González.
En el mismo manifestó su preocupación por las elevadas cifras de consumidores de sustancias legales e ilegales a edades muy tempranas, cifra que está en aumento, junto a la facilidad que encuentran los menores para conseguirlas, motivo por el cual el Concejal hizo un llamado a la Administración Distrital, a las familias, a las instituciones educativas y a la sociedad en general para aunar esfuerzos con miras a la prevención del consumo tempano de éstas sustancias.
Así mismo, elevó una voz propositiva relacionada con la implementación de medidas alternativas que permitan enfrentar esta problemática desde una perspectiva más integral, abordándola desde la salud pública, pero sin dejar a un lado el enfoque de seguridad con el cual se enfrente con la mayor rigurosidad y fuerza estatal a las bandas criminales de microtráfico y narcomenudeo responsables de la presencia de drogas ilícitas en las calles de la capital.
Con el objetivo de poner en conocimiento de la ciudadanía los apartes más importantes de la referida intervención, presentaremos diferentes informes mediante los cuales serán abordados diferentes aspectos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, sus causas y consecuencias.
En primer lugar, es importante tener como referencia el contexto nacional, teniendo en cuenta que, según el informe ‘Narcomenudeo, un lucrativo negocio que mueve $6 billones anuales’: “este negocio en Colombia movió en el año 2015 a través de las organizaciones criminales del microtráfico 6 billones de pesos, equivalentes al 0,75 del PIB, como consecuencia del aumento del consumo de drogas ilícitas en el país. (…) Hoy en el país existen cerca de 1.500.000 consumidores, de los cuales 832 mil, es decir el 56%, viven en las ciudades capitales: Bogotá, Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Santa Marta y Pereira”.
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Narcomenudeo
El país pasó en los últimos siete años a ocupar el 4° puesto en Suramérica en consumo de cocaína y marihuana. En 2008 estaba en el 6° y 7° puesto respectivamente. El estimado de consumidores a nivel nacional a corte del 2015 es de 1.487.126 personas que adquirieron drogas ilícitas como marihuana, cocaína, bazuco y éxtasis, ocupando la primera el primer puesto.
El narcomenudeo implica una transición de puntos fijos de expendio a redes móviles de distribución, además, el uso de inmuebles para hacer venta fija, llamadas telefónicas, redes sociales e Internet y domicilios a residencias, bares y discotecas. Para las entregas de la droga se utilizan habitantes de calle y recicladores, el mototaxismo, taxis y bicicletas.
La vinculación de menores de edad a estructuras criminales, que los cautivan a través de ofrecimientos de dinero y objetos personales, el suministro de estupefacientes y la garantía de protección son formas que se utilizan para conseguir nuevos consumidores.
Por otra parte, de los jóvenes que están en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (SRPA) por la comisión de un delito, 30% de mujeres y 25% de hombres presentaron dependencia de sustancias psicoactivas, según el estudio nacional sobre el tema de 2014.
Ahora bien, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en Bogotá durante el 2017 se registraron 1.363 niños, niñas y adolescentes consumidores de sustancias psicoactivas y 219 casos entre enero y febrero del 2018, para un total de 1582 menores de edad. Detrás de este preocupante fenómeno se encuentran siniestras prácticas criminales de las cuales se vale el microtráfico para iniciar al grupo etario descrito en el consumo temprano de las sustancias ilegales.