Desde que el Príncipe Alberto de Mónaco decidió convertirse en el mecenas de una organización que promueve la paz y el desarrollo de las sociedades a través del deporte, ha conocido cientos de iniciativas de este tipo, pero hay una que sin lugar a dudas lo impactó y lo llevó a aceptar una invitación para venir a Colombia.
El Príncipe estará en Cartagena, junto con la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, el próximo 18 de marzo en la final del Torneo de Rugby “Sevens” que jugarán jóvenes que han viajado alrededor del mundo con la iniciativa Diplomacia Deportiva de Cancillería que busca proteger a menores en riesgo de reclutamiento forzado en zonas del país afectadas por el conflicto armado.
En el evento también participarán el Presidente de la organización internacional Peace and Sport, Joël Bouzou, y Didier Drogba, el futbolista de Costa de Marfil que logró detener una guerra civil en su país, y quien también se enamoró de este programa que durante siete años ha ofrecido perspectivas de vida a través del deporte y la cultura a 1.539 niños, niñas y jóvenes de 78 municipios afectados por la violencia.
El Príncipe Alberto II de Mónaco conoció esta iniciativa colombiana el pasado 7 de diciembre cuando entregó el premio en la categoría Acción Diplomática del Año, de la organización Peace and Sport, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En un evento en el que participaron 32 organizaciones, el reconocimiento fue otorgado a la Cancillería por el constante esfuerzo para promover el deporte y la cultura como medios de convivencia pacífica, inclusión social y diálogo intercultural entre niños, niñas y jóvenes en riesgo de reclutamiento forzado.
Las imágenes del momento en el que el Príncipe entrega el galardón a la Viceministra de Relaciones Exteriores, Patti Londoño, y a los ocho niños de diferentes regiones de Colombia que la acompañaron a Mónaco, en representación de todos los niños de Colombia afectados por la violencia, fueron conmovedoras. Visiblemente emocionado y después de abrazar a cada uno de los jóvenes, uno de los cuales no pudo contener el llanto, el Príncipe tomó una de las banderas que llevaban los niños y la puso en la solapa de su saco tras prometerles que se verían pronto. En el escenario los acompañaba Didier Drogba quien públicamente se comprometió a que los visitaría en Colombia.
Los dos les están cumpliendo a los niños, niñas y jóvenes de Colombia. En los próximos días llegarán al país para participar en las actividades programadas con niños y jóvenes de Bolívar, La Guajira, Córdoba y Antioquia y que están enfocadas en el deporte como una herramienta de cambio en sus vidas y en las de sus comunidades que desarrollarán la Cancillería colombiana y Peace and Sport.
La iniciativa Diplomacia Deportiva y Cultural de la Cancillería ha desarrollado 120 intercambios en 45 países, en los que han participado 1.539 jóvenes, y 287 entrenadores y maestros de música provenientes de 78 municipios de 21 departamentos del país.
El lunes 19 de marzo, el Príncipe Alberto II de Mónaco visitará Ciudad Perdida, en la Sierra Nevada de Santa Marta, con el Presidente Santos y la Canciller Holguín. Al día siguiente, la Viceministra Patti Londoño lo acompañará a Malpelo, en el Valle del Cauca, isla por donde navegará el navío monegasco M. V. Yersin, que realizará una exploración en el lugar. La expedición tendrá participación de investigadores científicos colombianos.
Como parte de la agenda política, con la visita del Príncipe Alberto II de Mónaco se busca explorar posibilidades de cooperación con su país, en áreas como preservación de los océanos y agricultura biológica para proyectos productivos identificados en el posconflicto.
Didier Drogba: el futbolista que detuvo una guerra
El 8 de octubre de 2005, uno de los futbolistas más grandes de la historia de África, Didier Drogba, luego de haber clasificado por primera vez a su natal Costa de Marfil al Mundial de Alemania 2006, tomó un micrófono y, junto a sus compañeros, se arrodilló frente a todo un país para detener una guerra civil que había afectado a su nación por casi tres años. “El único país que tiene todas esas riquezas no se puede hundir en la guerra de esa forma. Por favor, dejen todos las armas. Que haya elecciones”, dijo, y fue así como unió a los ciudadanos del norte, sur, oriente y occidente para que dejaran las armas y celebraran una jornada electoral sin precedentes y sin derramar una gota de sangre.
Doce años después, el 7 de diciembre de 2017, en algún lugar de Montecarlo, Mónaco, después de haberse consagrado en lo más alto del fútbol internacional y de haber ganado casi todas las competiciones con el Chelsea F.C, Drogba se enamoró de una iniciativa de la Cancillería colombiana que durante siete años ha ofrecido perspectivas de vida a través del deporte y la cultura a 1.539 niños, niñas y jóvenes en riesgo de reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales, en zonas del país afectadas por el conflicto armado. La iniciativa Diplomacia Deportiva y Cultural, creada por la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, busca además, fomentar el deporte y la cultura como medios de convivencia pacífica, inclusión social y diálogo intercultural.
El astro marfileño prometió venir a nuestro país para seguir llevando mensajes de esperanza a los niños colombianos. En días pasados informó que cumplirá su promesa. El próximo 18 de marzo pisará suelo cartagenero para reunirse con jóvenes deportistas de varias regiones del país que han participado en intercambios desarrollados por la Cancillería alrededor del mundo, dará una charla motivacional a los jóvenes y los acompañará en varias actividades deportivas para que ellos entiendan que, como lo dijo Drogba durante su encuentro con los deportistas en Mónaco: “La mejor manera de cumplir los sueños es a través de la educación y el deporte (…) con esperanza y sueños ustedes empiezan a vivir. Tienen que creer y no rendirse nunca”.