El Concejo de Bogotá tiene la responsabilidad de vigilar, debatir y controvertir la gestión de la Administración Distrital y de todas sus entidades. En este sentido, los concejales son los principales responsables de la actividad normativa en Bogotá, a partir de la presentación de proyectos de acuerdo, a título individual o por bancadas.

Bajo esta premisa, EL NUEVO SIGLO habló con Edward Arias, nuevo presidente de la Corporación para el año 2023, sobre los proyectos pendientes por debatir durante el año en curso y demás temas relacionados que son de interés público. 

El objetivo para el 2023

El presidente Arias señaló que la idea es priorizar los 19 proyectos que están pendientes para segundo debate. Aunque no entró en detalles sobre cada uno de estos, explicó que el objetivo es que se conviertan en acuerdos de la ciudad. 

Entre ellos hay un proyecto de la Contraloría relacionado con el mejoramiento del control interno en la entidad. A este se suman proyectos ambientales, de salud y de mejoramiento en la calidad de prestación de servicios al adulto mayor y a las personas con discapacidad.

Problemática vial en Bogotá

Desde el año 2022 la ciudad ha sido epicentro de múltiples descontentos por parte de los bogotanos por el estado de las vías y los diversos atascos viales que se presentaron. 

El 2023 no inició diferente, pues los trancones continúan. El presidente del Concejo de Bogotá se pronunció al respecto: “Se requiere con urgencia terminar las obras retrasadas desde la pandemia por parte del IDU. Hoy el flujo vehicular está a bajas velocidades por materia de las obras que no permiten la rapidez que deberían tener los automóviles en las vías de la ciudad”.

Además, señaló que se debe trabajar más en no permitir el parqueadero de automóviles en vías principales, restringir los vehículos de carga en horas de mayor afluencia en la ciudad y generar mayor vigilancia en el cumplimiento de las medidas tomadas como el Pico y Placa.

Diferencias administrativas

Los rifirrafes entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López en lo que respecta a la construcción del metro de Bogotá han sido recurrentes. Al respecto el presidente de la Corporación afirmó que “eran de esperarse las desavenencias entre Presidencia y Alcaldía, más aún cuando lo contratado no era lo planteado por el señor presidente cuando fue alcalde de la ciudad”. 

Actualmente, la posición del Ministerio de Transporte y Presidencia en las últimas conversaciones, según aseveró el presidente Arias, permite mostrar apoyo en la construcción de la infraestructura desde el Gobierno nacional. 

El 29 de octubre de 2023 se llevarán a cabo las elecciones locales de Bogotá, jornada en la que los ciudadanos podrán elegir al nuevo alcalde o alcaldesa de la capital. 

Bajo esta premisa, la actual administración, en cabeza de Claudia López, tiene los meses contados para obtener resultados en cinco pilares: seguridad, el metro, movilidad, ley de garantías estatales y economía.

En ese sentido, los cuestionamientos de sus resultados empiezan a surgir a la par con los análisis de su gestión.

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“La pandemia retrasó una serie de obras y planteamientos de la Administración Distrital que han dificultado la realización del Plan de Gobierno. Aún hay muchos pendientes que hay que resolver en poco tiempo y es normal que muchos de los hechos de la alcaldesa sean realizados por la siguiente administración, como ha sucedido en gobiernos anteriores”, manifestó el presidente del Concejo de Bogotá. 

La seguridad, aspecto fundamental para la capital, ha sido uno de los pilares más criticados por parte de la ciudadanía en lo que respecta a la gestión de la alcaldesa Claudia López. Los residentes de Bogotá han señalado la necesidad de mejorar los índices de seguridad. 

La Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia señala en uno de sus informes más recientes que en lo corrido de 2022 se han presentado 306 hurtos a automotores, 414 hurtos de motocicletas, 432 delitos sexuales, 833 hurtos a comercio, 4.371 hurtos de celulares y 8.692 hurtos a personas, entre otros indicadores. 

Frente al tema y las preocupantes cifras, la Administración Distrital ha implementado diversas estrategias, como aumentar la capacidad de policías en diferentes zonas de la ciudad e incluso la construcción de un nuevo comando para la institución. No obstante, las cifras continúan en aumento, razón por la que la seguridad es el factor principal en el que la alcaldesa debe enfocarse.

Objetivo de los concejales 

El presidente del Concejo de Bogotá señaló que los concejales están concentrados en que los proyectos de la ciudad alcancen a salir antes de terminar el año. De hecho, muchos de estos proyectos serían planteamientos fundamentales de sus futuras campañas. 

En cuanto a la inseguridad en Bogotá, ha sido uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía a partir de las cifras expuestas por la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia. 

Bajo esta premisa, el presidente del Concejo señaló que el control político a las diferentes ideas que se han planteado desde la Administración distrital continuarán en la Corporación, sobre todo en temas como el reforzamiento de la Policía en la ciudad, la ampliación en el número de cámaras en los diferentes sitios de riesgo e inseguridad y la necesidad de replantear el apoyo de una fuerza militar en algunas zonas de la ciudad.

Recientemente, la Policía Metropolitana de Bogotá anunció la utilización de drones en aras de fortalecer la seguridad y prevenir actos delictivos. 

El Concejo de Bogotá reactivará las sesiones el próximo miércoles 11 de enero. 

Restricción vehicular

EL NUEVO SIGLO habló con Fernando Rey, ingeniero civil, docente de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Santo Tomás y consultor en sistemas de transporte, sobre las repercusiones de los cambios en la medida de restricción vehicular. 

El experto señaló que las ciudades que han adoptado el sistema de Pico y Placa tienen como experiencia que es una medida poco acertada porque la gente busca la forma de evadir y conseguir otro vehículo. En el caso de Bogotá, incrementó de manera desmedida la cantidad de vehículos que transitaban por la ciudad.

“Es una medida antipática que en nada mejora el sistema de movilidad de la ciudad, porque los vehículos aumentan en mayor volumen y en desproporción con la malla vial. En Bogotá se ha jugado con el Pico y Placa y se les están acabando las opciones a las autoridades”, enfatiza Fernando Rey.: