La denominada banda criminal Águilas Negras amenazó de muerte a todos los cabildos indígenas del norte del departamento del Cauca, al sur occidente del país.

El Bloque Capital D.C. de la organización criminal divulgó un panfleto en el que anuncia un "plan pistola" en contra de todos los miembros de los gobiernos indígenas locales y en el que ofrece dinero para terminar con sus vidas, que oscila entre los COP 5 millones y un millón.

El texto circuló por los municipios de Caloto, Corinto, Tóez, El Palo y López Adentro, luego de una audiencia pública y jornada de movilización realizada este martes por las comunidades indígenas caucanas tras el asesinato de Edwin Dagua Ipia, gobernador del Resguardo Huellas, el pasado 7 de diciembre.

“Esto nos preocupa en tiempos de paz y de posconflicto, pero lo que nos preocupa mayormente es que las entidades del Estado colombiano, en cabeza de los Ministerios del Interior y de Defensa, lo único que salgan a responder a este tipo de situaciones es que son problemas internos y de las comunidades, desvirtuando toda la información y poniendo en mayor riesgo la integridad de nuestras comunidades”, denunció Óscar Montero, asesor de derechos humanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC.

El vocero aseguró que los asesinatos ocurren por asuntos de defensa de su territorio, al tiempo que reiteró su intranquilidad, porque con lo ocurrido “es evidente que se quiere exterminar con un proceso organizativo y desestructurar una estrategia política de los pueblos indígenas en Colombia”.

“No podemos permitir que se nos silencie. Estamos cansados de esta guerra en Colombia, por eso le apostamos al proceso de paz y hemos sacrificado muchas cosas, pero así no podemos”, le dijo Montero a la Agencia Anadolu.

El vocero confirmó que las autoridades indígenas alertaron tanto al Gobierno de Iván Duque como a organismos de control, de derechos humanos e internacionales como la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAAP/OEA), entre otras, pero que no ha habido un pronunciamiento.

A inicios de este mes, la ONIC alertó que los pueblos nativos del país andino están en alerta por el “genocidio” al que se enfrenta su gente. Las comunidades indígenas son víctimas de violencia, intimidaciones y hasta estigmatizaciones, por lo que piden a la comunidad internacional una misión de verificación de la situación humanitaria que atraviesan.

Solo entre finales de noviembre e inicios de diciembre, al menos 15 miembros de pueblos indígenas han sido asesinados.