¿Va más rápida la expansión del virus que las ayudas? | El Nuevo Siglo
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Domingo, 29 de Marzo de 2020
Redacción Economía
La gran cantidad de decretos tiene en ascuas a la población, pero también a las firmas calificadoras y a los analistas sobre el impacto que tendrán algunos sectores claves de la economía

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Luego que el Gobierno sacó a la luz pública el Decreto 417 sobre la emergencia económica y detrás de ello, una seguidilla de otros decretos hasta llegar ayer al 483, el impacto del virus sigue afectando al país a una velocidad tal que supera todos los intentos por contenerla.

Al cierre de esta edición, los afectados estaban cerca a los 550 en todo el país y las autoridades hacían esfuerzos ingentes para advertirle a la gente que no pueden salir durante la cuarentena que va hasta el 13 de abril.

Sin embargo, mucha gente se queja que está saliendo porque muchas de las ayudas establecidas en los decretos expedidos por el Gobierno no les están llegando.

Otros, principalmente los adultos mayores, salieron despavoridos a las calles a reclamar los subsidios como si ya estuvieran dispuestos en un cajero electrónico, arriesgando con ello su salud por las enormes filas que hicieron.

La enorme dificultad del Gobierno es hacer que esas ayudas, tanto a Familias en Acción, como a los ancianos y a los jóvenes les lleguen rápido los subsidios. Distribuir los recursos siempre ha sido complicado en el país, porque aunque les dicen a las personas que ese dinero será por medio de cuenta bancaria, miles de ellos no tienen abierta ninguna.

 

Los anuncios

Otro elemento que ha causado  incertidumbre es que, los anuncios del Gobierno hacen creer a la gente que estos entrar en vigor inmediatamente. Esto sucedió por ejemplo, con la disminución en la rebaja a la gasolina que prácticamente se demoró más de una semana en ser aprovechada por los usuarios, así como en el no pago de los peajes, que solo hasta el jueves pasado pudo ser aprovechado por los transportadores.

Pero como si esto no fuera suficiente, muchas personas se han quejado que los alivios del sistema financiero, así como algunos bancos que han promovido el no pago de los intereses durante un tiempo, pero esto no se ha implementado porque les sigue llegando el cobro de los créditos con los mismos intereses.

Otra ayuda, como lo es la suspensión del pago de los servicios de luz y agua para los estratos más bajos de la población, todavía no se aplica porque primero es el  usuario el que debe solicitar la medida. Además, muchos ven complicado que el supuesto alivio que ofreció el Gobierno para que las familias puedan pagar las facturas de los servicios con una condonación de hasta por seis meses, es un crédito que los va afectar más.

 

 

Los hospitales

Un elemento que se le ha añade a esta situación, es la reacción de algunas firmas calificadoras a las ayudas. Por ejemplo, Fitch Ratings dice que “las calificaciones nacionales de los hospitales públicos colombianos están en riesgo de ir a la baja si las medidas de apoyo gubernamental no tienen el impacto esperado en su situación financiera”.

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Sostiene la firma que “los perfiles crediticios individuales de los hospitales ya se encuentran dentro de los rangos más bajos observados para el sector público colombiano, reflejan su vulnerabilidad a situaciones de estrés. Sin embargo, algunas calificaciones nacionales podrían estar expuestas a una disminución, conforme a la magnitud del impacto de la emergencia. Pese a que la agencia no observa un riesgo significativo de incumplimiento financiero en el corto plazo, al considerar que el endeudamiento actual de los hospitales calificados es bajo, el desafío más alto para el sector sigue en la presión estructural sobre la liquidez y el aumento potencial de los pasivos no financieros”.

Asegura en un informe Fitch Ratings que, “este desafío podría magnificarse como resultado del brote de coronavirus. Los resultados financieros de los hospitales serían afectados debido a que en varios de los hospitales calificados se ha suspendido la prestación de algunos servicios médicos considerados no prioritarios con el fin de reducir la velocidad de contagio y Fitch considera muy probable que estas determinaciones sean adoptadas a nivel nacional. Esta disminución en la rentabilidad de la operación tendría un impacto directo sobre la posición de liquidez, por lo cual, tanto la efectividad como lo oportuno del apoyo del Gobierno serán muy importantes para que no haya modificaciones en el riesgo financiero de largo plazo”.

Señalan que “en medios diferentes, el Presidente de la República ha anunciado alivios del Gobierno nacional para el sector salud por cerca de $6 billones. Con el objetivo de mejorar la liquidez del sector, la Nación adoptó medidas como la aceleración del esquema de punto final, el cual busca el pago efectivo de las deudas históricas que tiene el sistema de salud con los hospitales. Además, se eliminarían transitoriamente algunos impuestos sobre la adquisición de equipos e insumos necesarios para enfrentar la emergencia”.

En opinión de Fitch, es probable que los hospitales reciban aportes de los gobiernos tanto nacional como de algunos gobiernos locales y regionales (GLR) para el aumento requerido de su capacidad instalada, con lo cual, este componente no presionaría los flujos de efectivo o el apalancamiento. Sin embargo, los detalles de este tipo de apoyos aún no han sido definidos en general, y es posible que haya dificultades en el abastecimiento de equipos e insumos, como ha ocurrido en otros países.

De otro lado, en un informe de última hora, la ANIF sostiene que “consideramos que, ante este choque inesperado, se deben tomar medidas extraordinarias y construir estrategias para que se mitiguen los efectos de la propagación del virus. De otra manera, los impactos sobre el bienestar, los ingresos, el consumo, el empleo y la pobreza serán demasiado grandes y de difícil recuperación posterior”.

Sostiene el gremio financiero que, “las medidas adoptadas por las autoridades, así como por el sector privado son adecuadas y oportunas. Sin embargo, es importante mencionar que, en la implementación del paquete de medidas se deberá tener en cuenta, además de los más vulnerables, las micro y pequeñas, a las medianas e incluso, grandes empresas que enfrenten dificultades por causa del aislamiento”.

 

La velocidad

Además, es tal la velocidad con la cual va cambiando el escenario de la propagación del virus y sus efectos, que el Gobierno nacional tiene el inmenso reto de tener listo un nuevo paquete de medidas, si la situación así lo requiere, que abarque también esos segmentos.

Indica el informe de la ANIF que, “si el aislamiento se prolonga mucho, en poco tiempo los recursos se agotarán y la economía entrará en una espiral negativa de difícil recuperación. No existe capacidad fiscal ilimitada para financiar ayudas de emergencia a personas, hogares y empresas durante periodos muy largos. Por eso, es fundamental que exista un plan organizado para superar esta etapa inicial de la propagación del virus y proceder a tratar de reactivar la economía”.

Dice la ANIF que, “probablemente nuestro mensaje más importante es que el aislamiento debe cubrir el periodo de tiempo estrictamente necesario y debe implementarse un plan para reactivar la economía y superar la propagación del virus. De lo contrario, nos veremos abocados a situaciones mucho más complejas”.

“En ANIF consideramos que ese plan de reactivación debe desarrollarse por etapas: primero, es el aislamiento para los más vulnerables (adultos mayores y los enfermos crónicos, especialmente del corazón, renales y con problemas inmunológicos, más aquellos que tienen enfermedades de base respiratoria), quienes deben mantenerse aislados después del 13 de abril para salvaguardar su salud y su vida”, sostienen.

Luego, está el retorno a las actividades económicas de la población no vulnerable para “reiniciar” la economía manteniendo, por supuesto, las medidas básicas para evitar contagios (por ejemplo, algunas restricciones de aglomeraciones de personas y continuar con las campañas de salud pública para la prevención del virus).

 

Pruebas masivas

Posteriormente, están las pruebas masivas de diagnóstico y aislamiento a los diagnosticados que tengan resultado positivo, lo que requerirá de un equipo de salud y epidemiología fortalecido en todos los departamentos y que se reserve parte de los recursos de liquidez anunciados por el Gobierno, para que el país tenga la capacidad de hacer centenares de miles de pruebas de diagnóstico.

Asimismo, está la atención en hospitales y clínicas a las personas con complicaciones de salud, lo que resalta la necesidad de contar con la capacidad instalada suficiente para atenderlos en el sistema de salud, incluso, habilitar otro tipo de instalaciones (salones de eventos, hoteles) y ampliar así la capacidad instalada de atención. Esta estrategia recoge las mejores experiencias internacionales en manejo del virus. Por ejemplo, Corea del Sur usó una parecida para contener la enfermedad que le permitió abstenerse de hacer aislamientos de la población.

También, diversos expertos internacionales, como el Dr. David L. Katz (director fundador del Centro de Investigación de Prevención Yale-Griffin), han manifestado que hay que cambiar la estrategia de horizontal (aislamiento completo) a una vertical que permita regresar pronto al trabajo (aislamiento a los más vulnerables y aplicación de un plan masivo de pruebas de diagnóstico).

Asegura el gremio financiero que, “no debemos caer en la dicotomía de salvaguardar a las personas del virus o entrar en recesión económica. Se debe tener claro que la manera para superar la crisis requerirá un adecuado equilibrio entre las dos opciones. Y por último, cabe recordar que el éxito de esta estrategia también dependerá del cumplimiento del aislamiento inicial por parte de toda la población, al igual que de todas las medidas que adopte el Gobierno en materia de salud pública. Aquel que sale a la calle creyendo que es muy inteligente, nos está perjudicando a todos, tanto en la salud como en lo económico. Las personas y empresas que no son solidarias en este momento están haciendo que el choque sea más profundo y doloroso para todos”.

 

El “frenazo en seco”

De otro lado, la ANIF considera que “el “frenazo en seco” que está teniendo nuestra economía por el Aislamiento Preventivo Obligatorio para prevenir la propagación del Covid 19 tendrá un impacto desfavorable sobre la demanda agregada, lo cual significa menores ritmos de crecimiento. En efecto, con este nuevo panorama, la ANIF proyecta un crecimiento del PIB en el rango 1,8% y 2% para 2020 (inferior al 3,4% que preveíamos inicialmente), lo que estará sujeto a la duración del “frenazo”, donde esperamos alguna recuperación durante la segunda mitad del año”.

Señala que, “en caso de persistir la crisis de salud pública, el escenario macroeconómico del país podría ser más complejo, con una desaceleración del PIB hacia el rango 0,5% y 1%”.

Al hacer una revisión del rumbo económico, la ANIF indica que “implica también un reajuste en el crecimiento sectorial. Ese ajuste lo estimamos considerando los siguientes puntos: (i) la duración de la crisis de salud, limitándonos a tres y seis meses (escenario base y escenario estresado, respectivamente), donde esperamos que las medidas adoptadas por el Gobierno permitan controlar exitosamente la propagación del virus en los próximos meses; y (ii) el nivel de afectación de cada sector, calificándolo como bajo, medio, alto o muy alto”.

En este último cálculo, “nuestras simulaciones consideran la evidencia de países en etapas de propagación del virus más avanzadas y el comportamiento histórico de los sectores. Entre los sectores con afectaciones “bajas”, hemos incluido: (i) el agro (con crecimientos de 2,4% en el escenario base y de 2,2% en el escenario estresado), considerando que los hogares estarán priorizando la compra de este tipo de bienes durante el Aislamiento Preventivo Obligatorio y, además, el Gobierno ha anunciado que garantizará el abastecimiento y la logística para proveer alimentos”.

 

Afectación baja

Sostiene el Organismo que otro sector con afectación baja es comunicaciones, debido a que la permanencia de los hogares en sus casas continuará requiriendo de este tipo de servicios para poder realizar actividades de trabajo, estudio y de entretenimiento u ocio.

Asimismo señala que entre los sectores con afectación “media” estarían: (i) servicios sociales, jalonados principalmente por las actividades relacionadas con la salud humana, en línea con el incremento esperado en el uso de los servicios, procedimientos para las pruebas de diagnóstico y tratamientos del virus; y (ii) servicios públicos de electricidad, gas y agua, debido a que se tendrían mayores consumos.

Con afectación “alta” estaría el sector de servicios empresariales, donde se incluyen las actividades profesionales/científicas/técnicas y de servicios administrativos o apoyo, las cuales muestran un comportamiento pro-cíclico con la dinámica de la economía general. Sin embargo, cabe anotar que varias de estas actividades deberían continuar desarrollándose a través de esquemas de teletrabajo (con impulsos en el subsector de informática), al igual que las actividades de tercerización relacionadas con servicios de aseo (particularmente en entidades de servicios básicos) y vigilancia.

Las mayores preocupaciones están en los sectores con afectación “muy alta”, como las actividades financieras, debido a los potenciales riesgos relacionados con el deterioro en los pagos de créditos por parte de hogares y empresas; la construcción, con menores dinámicas tanto en las obras civiles como en las edificaciones, difícilmente observándose una reactivación de las ventas de vivienda por las reducciones en los ingresos de los hogares; y las actividades inmobiliarias, en línea con el comportamiento de las edificaciones y la menor dinámica de los arriendos o alquileres, tanto de hogares como de negocios.