Columnistas | El Nuevo Siglo
MIRADOR
Bajos de nota
Los colombianos que creemos en el final del conflicto armado como única salida a la paz, tenemos el ánimo abajo por la reiterada crueldad de las Farc. La paciencia se está copando. La confianza nacional anda alicaída por culpa del ataque salvaje y premeditado de las Farc -con sabor a venganza- y que cobró la vida de 11 uniformados.
El ambiente del país luce apagado tras la emboscada tendida por esa guerrilla contra soldados que estaban encargados de cuidar parte del territorio colombiano.
PLANETARIO
¿Mediación del Vaticano? (II)
En  tal sentido es apenas comprensible que la Secretaría de Estado haya decidido contribuir al proceso de negociación entre el Gobierno Nacional y las Farc.
Puesto que los obispos colombianos exhiben diversas tendencias y algunos son calificados como políticamente parcializados, Parolin habría comprendido que es muy difícil que la Iglesia local tenga un perfil verdaderamente catalizador en el conflicto interno.
ARRECIFES
Halcones, palomas y borregos
La  masacre perpetrada por las Farc en la vereda La Esperanza del municipio de Buenos Aires (Cauca) ha vuelto a sacar la extraña idiosincrasia nacional, resumida más o menos en la paradoja de que la gente protesta porque matan soldados en plenas conversaciones de paz, y ellos prefieren que los maten en medio de la guerra.
DE ALTO RIESGO
No al fracking
Epígrafe
“Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro”.
Albert Einstein
Qué  tal la frase del presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry: “el lujo de no hacer fracking, no nos lo podemos dar”.
 “PORQUE  tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.