Cese al fuego con Eln: Una tregua muy difícil de verificar | El Nuevo Siglo
CESE al fuego pactado entre el Gobierno y el Eln ha generado incertidumbres en algunos sectores políticos y sociales, quienes esperan que la medida genere resultados positivos.
Presidencia
Domingo, 6 de Agosto de 2023
Redacción Política

EL PASADO miércoles inició un inédito cese el fuego por seis meses entre el Estado colombiano y la guerrilla del Eln.

Sin embargo, si bien es cierto que muchos sectores se mostraron optimistas por el proceso, desde otros flancos se advierte que se requiere tener mucho cuidado en el experimento para que pueda salir adelante.

En torno a la medida, existe una interrogante general: “¿Qué tan funcional puede ser el cese el fuego entre el Gobierno nacional y el Eln si no hay localización de tropas y si esta guerrilla confluye en un mismo territorio con otras organizaciones criminales?”.

En aras de encontrar respuestas, EL NUEVO SIGLO les hizo la misma pregunta a varios expertos en el tema, entre ellos a un exnegociador de paz, a analistas políticos versados en temas de conflictos armados y a un catedrático de una de las principales universidades del país, conocedor de este tipo de procesos de negociación que involucra a grupos alzados en armas.

Uno de ellos es Juan Camilo Restrepo, exministro y antiguo negociador de paz con el Eln, quien aseguró que, bajo esas condiciones, este proceso será mucho más difícil de ejecutar, aunque no es imposible, siempre que haya voluntad de las partes.

“Es un cese el fuego mucho más difícil que aquellos ceses el fuego en los que haya concentración de tropas en determinada geografía. Pero no es imposible (...). Es que los otros ceses el fuego incluyen delimitación geográfica; es decir, se mete a los ‘elenos’ en un polígono específico, donde son controlados por el Estado y la sociedad civil. En esta oportunidad no, aquí se siguen moviendo por sus territorios tradicionales, con la verificación y la presencia de las Naciones Unidas”, destacó el exsenador en conversación con este diario.

Cree que para que este mecanismo (que inició el 2 de agosto) sea exitoso y arroje al país los resultados positivos que necesita, se requiere de un mejor control y verificación por parte de organizaciones como la ONU e Iglesia Católica; pero, además, de la participación activa de civiles y de las comisiones que hoy hacen parte de las mesas de negociación para lograr el fin del conflicto armado en Colombia.

Restrepo también hizo referencia a la forma de financiamiento del grupo armado, durante los 180 días de vigencia del cese el fuego, considerando que lo dicho al respecto por voceros de la guerrilla sobre mantener las extorsiones y secuestros como mecanismo para la obtención de recursos, es desconcertante.

“El Gobierno no debe aceptar, de ninguna manera, que durante el cese el fuego estos grupos sigan delinquiendo”. Pero también cuestionó la posibilidad de que sea el Estado el que asuma los gastos del grupo alzado en armas durante los próximos seis meses. “El Ejecutivo no puede ceder en ese tema. El dinero de los colombianos no puede destinarse a la manutención del Eln, de ninguna manera”.

Decisión imposible

Sobre la misma interrogante, Alejo Vargas, analista de seguridad, defensa y paz, aseguró que era imposible que el Eln firmará un cese el fuego que incluyera una medida de localización de sus fuerzas en territorio colombiano.

“De hecho, ya fue un éxito que hubiesen aceptado un cese el fuego en un proceso que apenas empieza, pero por fortuna se llegó a ese acuerdo. Claramente, no era posible otra fórmula”, dijo el también profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

Aun cuando aplaude el inicio de una tregua entre el Estado e integrantes de grupos de combatientes como el Eln, reconoce los riesgos que persisten en territorios compartidos por ‘elenos’ y otros grupos al margen de la ley como el ‘Clan del Golfo’ en la Costa Pacífico y disidencias de las Farc en Arauca.

Pero considera que para reducir cualquier posibilidad de ataques entre las organizaciones alzadas en armas en dichas zonas, se requiere que el Gobierno avance en la instalación de las mesas de negociación con las disidencias lideradas por ‘Iván Mordisco’, como fue anunciado hace ya varias semanas; y que retome con el ‘Clan del Golfo’ las conversaciones que abandonaron en mayo de este año, luego de conocerse el ataque con fusil hecho por esta organización criminal a integrante de la fuerza pública.



Vargas también se pronunció por el tema del financiamiento, mostrando escepticismo al hecho de que la guerrilla dejaría de secuestrar y extorsionar para obtener dineros con los que mantener a su pie de fuerza, en medio de la tregua.

“Ellos (Eln) lo han dicho todo el tiempo, que el cese el fuego es cese al enfrentamiento con las fuerzas del Estado, con la Fuerza Pública y con los otros actores estatales, pero no más (…). Lo otro que han planteado es la forma de cómo mantener sus tropas durante el periodo del cese el fuego. Si no logran tener recursos económicos, dicen ellos, los recaudan del secuestro y prácticas extorsivas”, destacó.

Dificultades

Sin la posibilidad de localización de las tropas del Eln, el proceso de verificación de los acuerdos de cese al fuego será difícil, según el analista político Enrique Borda. “Siendo así, sería muy complicado de entender cualquier incumplimiento de lo pactado entre el Gobierno y la guerrilla”, informó a EL NUEVO SIGLO.

También dice que podría ser cuesta arriba determinar responsabilidades en caso de enfrentamientos entre el Estado y la guerrilla, o entre ésta con otras organizaciones alzadas en armas, sobre todo en aquellas zonas donde confluyen.

“Si llega a haber en un mismo territorio varios grupos, entre los cuales está el Eln, y si este recibe la hostilidad de otros grupos, seguramente, tendrá que responder. Entonces, ¿cómo se verifica la responsabilidad del caso? (...). Hay unos vacíos y unos temas de diseño en este mecanismo que son muy complicados. Es que los ceses el fuego suponen separación de fuerzas y zonas de repliegue de fuerzas”, manifestó.

En relación, a la posibilidad de seguir secuestrando y extorsionando como mecanismo de financiamiento, aseguró que, en torno al tema, el Eln ha sido bastante ambiguo.

“Ha sido ambiguo al respecto y ha querido condicionar el cese el fuego a encontrar una fórmula de financiamiento de su estructura mientras que esta exista. Lo que hace es que nos genera a todos grandes inquietudes y sospechas sobre el hecho de que proseguirá en esas prácticas”, sostuvo.

Cese el fuego total o parcial

Si bien es cierto que el acuerdo de cese el fuego establece el fin de las hostilidades entre la guerrilla y el Estado, queda abierta la posibilidad de acciones ofensivas y defensivas entre grupos armados al margen de la ley enemigos que ocupan el mismo territorio.

Así lo informó el investigador de conflictos armados, el periodista Néstor Rosanía. “El cese el fuego se puede enmarcar en una lógica del proceso de paz, pero no como sinónimo de un cese el fuego total en una región”, destacó el comunicador social, quien considera que la tregua “ni siquiera se va a sentir en algunas zonas”.

Sin embargo, también existe la posibilidad de que el Eln persista en sus actividades criminales, siendo estas su principal fuente de recursos, aseguró.

“Su músculo financiero son los portafolios de economía ilegal como la minería ilegal, tráfico de combustible o el narcotráfico. Tiene otras fuentes alternativas de financiación (al secuestro y extorsión)”, enfatizó el analista, quien considera que esta se ha convertido en una oportunidad para que grupos de guerrilla demuestren su cohesión, pero

Los protocolos

El presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, destacó que “este cese el fuego que entró en vigor el 2 de agosto supone protocolos y mecanismos de georreferenciación y comunicación permanentes entre las partes. Por lo tanto, es un esquema distinto al de localización”.

De igual forma, resaltó que “tiene presencia de la fuerza pública, tal y como se hizo en el pasado”.

González Posso cree que habrá resultados positivos para el país, tras la tregua firmada entre el Eln y el Gobierno nacional. Sin embargo, considera que “hay elementos negativos que llevaron a las rupturas de unos, pero también hay otros aspectos de balance positivo que son los que se buscan fortalecer. Sí creo que habrá un resultado positivo”.