Coalición de gobierno, a prueba de fuego de las reformas | El Nuevo Siglo
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Domingo, 5 de Febrero de 2023
Redacción Política

Uno de los analistas consultados piensa que, como van las cosas, antes de las elecciones de octubre próximo el partido Conservador y la U habrán abandonado el bloque que defiende las políticas del presidente Gustavo Petro

En los próximos días, en sesiones extras comienza la discusión de la reforma a la salud, que de antemano ha generado controversia incluso en la coalición oficialista. Luego, en marzo, el Gobierno presentará las reformas laboral y pensional, que también radicalizan posiciones. Es una oportunidad para medir qué tan fuerte es el bloque de fuerzas que apoya las políticas del jefe de Estado. 

La administración de Gustavo Petro tiene un reto grande por cumplir, porque al proclamarse como el gobierno del cambio, considera necesario hacer varias reformas de fondo en el sistema de salud, la justicia, laboral, pensional y en educación, entre las más importantes. 

Para ello el presidente logró construir las mayorías en el Congreso, juntando sus sectores más afines, como la izquierda y los alternativos, agrupados en el Pacto Histórico, con los partidos tradicionales Liberal, la U y Conservador. 

En el pasado período la coalición operó en función de la agenda legislativa del Gobierno, pues sacó adelante la gran mayoría de iniciativas, comenzando por la punta de lanza del paquete de proyectos, como lo fueron la reforma tributaria y la reforma política, aunque no sin una fuerte discusión interna en el oficialismo. 

El presidente Petro fue consciente de que no era posible meter todos los ‘huevos’ de la agenda legislativa en la misma canasta en el pasado periodo, porque podrían terminar quebrándose varios.  

Por ello guardó la parte más fuerte de los proyectos para este semestre, con el reto de sacarlos aprobados en 2023, pues así como la coalición podría durarle los cuatro años, igual puede colapsar en cualquier momento, dejándolo sin las mayorías en el Congreso y por lo tanto sin posibilidades de éxito para su agenda legislativa. 

Vista la necesidad que tiene el Gobierno de que le aprueben con premura las reformas, también corre el riesgo, por repicar en tantos frentes, de generar fuertes controversias e incluso resquebrajamientos en su coalición, dado el calibre de los proyectos y los cambios planteados, por ejemplo en salud la desaparición de las EPS. 

La semana anterior, el partido Conservador anunció que se reuniría con sus bancadas para fijar una postura frente a la reforma a la salud. De antemano previno que no acompañará cambios que pongan en riesgo el sistema y el bienestar de los colombianos. 

También el partido de la U y los liberales en los próximos días se reunirán para fijar sus respectivas posturas frente a esta reforma. Aunque ya varios de sus parlamentarios han manifestado que no comparten la eliminación de las EPS y otros aspectos del proyecto. 

EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de reconocidos politólogos sobre si el alto voltaje que generan estas reformas podrá ser resistido por la coalición gobiernista. 



Habrá fracturas

Carlos Augusto Chacón Monsalve, director ejecutivo en el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP), dijo que “seguramente sufrirá (la coalición) fracturas, porque claramente está en juego la responsabilidad política de quienes voten esas reformas, y si esas reformas van a generar perjuicios, la gente va a responsabilizarlos políticamente”. 

Consideró el politólogo que “eso será clave para saber también de alguna manera los congresistas cómo empiezan a medir a la gente en las regiones, porque lo cierto es que las reformas, al menos a la salud, la reforma pensional, todas, tienen grandes críticas de distintos sectores, y a nivel regional hay enormes preocupaciones”. 

Dijo también Chacón que los congresistas a la hora de depositar su voto no pierden de vista que está en juego su reelección en el largo plazo, “porque finalmente sus electorados fuertes en la mayoría, salvo los de voto de opinión, están en las regiones. Por eso ya, por ejemplo, el partido Liberal y el partido de la U le dijeron al Gobierno que no van a apoyar la reforma a la salud como la han formulado”. 

Agregó que los parlamentarios también “saben en su mayoría tener en cuenta que hay una enorme responsabilidad política en juego de cara a las elecciones de octubre. Que además es muy poco el tiempo, queda nada más de aquí hasta más o menos mitad de año de trabajo legislativo serio, porque en el segundo semestre muchos van a estar concentrados en las elecciones de octubre”. 

El analista consideró que es la prueba de fuego, “eso es lo que estamos esperando a ver si efectivamente esta coalición se va a mantener de cara a las elecciones de octubre, y va a empezar con las reformas, porque estas al final del día son las que van a poner en juego la coherencia de los partidos frente a sus electores”. 

Por su lado, Pedro Medellín consideró: “Creo que va a ser muy difícil para el Gobierno sostener la coalición en un escenario en el cual, en primer lugar, los proyectos que se presentan no se conocen en su totalidad. El presidente está exigiendo a los miembros de la coalición una especie de cheque en blanco y a eso los miembros de la coalición no están dispuestos”. 

En segundo lugar consideró el politólogo que “el Gobierno está presionando con la calle” la discusión de los proyectos. “Tampoco es una cosa que los partidos acepten de una manera más o menos abierta”, dijo. 
Y en tercer lugar, dijo Medellín, “la falta de transparencia, la falta de legitimidad, va a llevar muy rápido a que esa coalición explote antes de elecciones regionales”. Consideró que “se van el partido Conservador y el partido de la U”. 



 “No hubo aplanadora”  

Yann Basset, director del Observatorio Grupo de Estudio para la Democracia - Demos, de la Universidad del Rosario, dijo que las reformas van a ser “el gran campo de batalla de este semestre. Cuando se inauguró el Gobierno se hablaba de que Petro tenía una aplanadora. Pero creo que nunca tuvo una aplanadora, lo que pasa es que logró formar una coalición, pero esta coalición tiene sus límites porque es muy heterogénea, tiene dentro fuerzas de izquierda, fuerzas de derecha, el partido Conservador; fuerzas tradicionales o fuerzas nuevas”. 

Consideró Basset sobre la coalición gobiernista que “no es obvio que esté para soportar toda la agenda reformista que tiene este Gobierno, que se está peleando sobre muchos frentes a la vez, y creo que va a ser muy difícil que todas esas reformas pasen”.

Dijo que "la más complicada que veo es la reforma política, porque toca directamente los intereses de los políticos. No creo que los partidos tradicionales que están en la coalición se muestren dispuestos a aprobar eso”. 

Sobre la reforma a la salud, dijo el analista que “la veo complicada, porque como reveló la encuesta que salió en días pasados es impopular, y entonces los congresistas tienen aquí una buena razón para oponerse a esta reforma. Y digamos que detrás de los partidos hay una oposición muy fuerte de los gremios económicos que quieren influenciar en el Congreso. Entonces va a ser muy difícil para el Gobierno pasar esta reforma”. 

Señaló que las reformas laboral y pensional, “quizás por el momento por lo menos no generen tanta resistencia, pero vamos a ver cuando salgan las propuestas ya escritas, De todos modos siempre va a ser complicado. Ya hemos visto en el caso de la reforma a la salud que incluso hay divisiones en el mismo Gobierno”. 

Concluyó el politólogo que “va a ser el momento de la verdad para el Gobierno en este semestre para ver hasta dónde le camina esta coalición, y creo que va a ser un panorama complicado. Todo el activismo que vemos del presidente en Twitter y demás, creo que es también la forma de tratar de encontrar escenarios un poco más favorables, porque finalmente el escenario que va a contar es el Congreso”.