La mayor parte de los organismos multilaterales han recomendado al país adelantar una reforma tributaria integral, aprovechando el ajuste fiscal y una nueva carta impositiva que ataque la evasión y reduzca los beneficios.
La última de estas entidades internacionales fue la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE).
Luego de una revisión de una comisión de expertos a las condiciones financieras de Colombia, la entidad aconsejó al país que se centre en una reforma tributaria integral y rompa “el espiral indeseable de introducir continuamente gastos tributarios mal diseñados”.
Sin embargo, la OCDE hizo la salvedad de que Colombia, desde que se dieron las primeras recomendaciones, ha avanzado en mejorar sus disposiciones fiscales. No obstante, hay una serie de cambios que deberían darse en el marco de la estructura tributaria del país.
El reporte de la OCDE, desde el lado del IVA, explica que es clave entender que la base imponible de referencia en este impuesto está constituida por el consumo final más la formación bruta de capital fijo de los hogares, el gobierno y las organizaciones sin fines de lucro.
Adicionalmente, agrega el informe, el Impuesto al Valor Agregado se recauda en función del destino. Al tiempo que, en el IVA de referencia, este se paga por la formación bruta de capital fijo de las empresas que es deducible.
“Dado que actualmente este no es el caso en Colombia, esta definición da lugar a un gasto tributario negativo en el IVA. Este gasto tributario negativo no ha sido reportado hasta el momento y se espera sea de una magnitud no menor”. La actual exclusión del IVA sobre los bienes y servicios que se gravan con el “Impuesto Nacional al Consumo” también da lugar a un gasto tributario en el IVA.
La OCDE puntualiza que Colombia todavía tiene amplio margen para mejorar la identificación, la medición y la forma de reportar los gastos tributarios.
Banco Mundial
De otro lado, el Banco Mundial, por medio de su vicepresidente para América Latina y el Caribe, el colombiano Carlos Felipe Jaramillo, se reunió con varios funcionarios designados por el nuevo gobierno, entre ellos el ministro de Hacienda designado, José Antonio Ocampo, el de Educación, Alejandro Gaviria, y con la ministra de Agricultura, Cecilia López.
Luego de estas reuniones con los funcionarios del gobierno Petro, Jaramillo declaró a los medios que “el Banco Mundial ha venido señalando que es importante para Colombia una reforma tributaria más estructural porque hay falencias grandes y, además, ha sido demasiado frecuente la presentación de reformas tributarias para resolver problemas de momento. Ahí hay cierta sintonía con el gobierno entrante. Y otra área de la misión del Banco Mundial es ayudar a los países a eliminar la pobreza. Vemos que ahí hay oportunidades para dar más asistencia a las poblaciones más excluidas, y vemos también una coincidencia con algunos de los planteamientos”.
El funcionario recalcó sobre una tributaria que “lo fundamental es que no sea una colcha de remiendos, sino algo bien fundamentado y bien estructurado. Multiplicidad de estudios, incluyendo los del Banco Mundial, el de la comisión de sabios fiscales, han concluido que Colombia está muy a la cola en cuanto a la proporción de recaudo que viene del pago del impuesto de renta y especialmente de personas naturales. Un cambio estructural importante es rebalancear para que el país tenga una estructura más moderna. El segundo tema estructural es que en Colombia todavía el Estatuto Tributario tiene cláusulas que facilitan la evasión de impuestos”.
Entre sus recomendaciones, el organismo señala que “se debate mucho sobre el 4x1.000, que tiene sus más y sus menos. Nos ha preocupado el impacto que tiene en el encarecimiento de los servicios financieros. Sería ideal que se pudiera ir desmontando, quizás gradualmente, porque no se puede de un día para otro”.
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Otra reforma
De otra parte, el ministro de Hacienda entrante dijo que no descarta presentar una segunda reforma tributaria para reforzar los resultados de la primera que entraría a regir inmediatamente.
Ocampo, anunció “que si tenemos éxito con esta reforma tributaria haremos otra para bajarle impuestos a las empresas porque la tasa de impuestos del 35% es una de las más altas del mundo, pero eso, obviamente, es si tenemos los recaudos para financiar porque nosotros tenemos dos tareas complejas: acabar el ajuste fiscal que quedó incompleto en este gobierno y financiar los programas adicionales”.
Sostuvo que se requiere de una tributaria porque manejar la deuda que deja el actual Gobierno “no es un tema sencillo” debido a que ha crecido mucho y equivale a más del 65% del Producto Interno Bruto (PIB). Recordó que cuando fue ministro de Hacienda por primera vez, entre 1996 y 1997, la dejó en el 10% y ahora se enfrenta a “una deuda seis veces mayor”.
¿Cómo podrían recaudar más? Según el próximo ministro, la clave está en la evasión y la elusión de impuestos, porque son “el problema tributario colombiano” pues se calcula que lo que el Estado deja de recibir por esos delitos asciende a $80 billones. “Si pudiéramos controlarla a lo mejor no habría necesidad de hacer ninguna reforma tributaria, nos sobraría plata”, manifestó.
Asimismo, Ocampo citó cifras de 2021 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) según las cuales los impuestos que pagan las personas naturales en Colombia equivalen al 1,24% del PIB, mientras que en los demás países de ese organismo la media es del 8,14%.
“Ahora que somos miembros de la OCDE eso debería dar un poco de vergüenza en materia de impuesto de renta de personas naturales”, agregó el ministro designado.
En cambio, los impuestos de personas jurídicas en Colombia, que equivalen al 4,92% del PIB, son más altos que en la media de la OCDE, donde son del 3,14%. “Aquí tenemos una estructura tributaria muy recargada sobre las empresas y poco sobre las personas”, indicó.
La visión del comité de regla fiscal
Colombia debe adoptar medidas adicionales en el corto y mediano plazo para reducir el déficit fiscal a niveles compatibles con lo previsto a partir del 2023, dijo el comité encargado de evaluar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) destacó la disminución del déficit fiscal del país en 2021, a un 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB), al tiempo que consideró que se cumplirá la meta para este año, de un 6,2% del PIB, equivalente a un poco más de $80 billones.
No obstante, el organismo señaló que los objetivos a partir del próximo año de continuar reduciendo el déficit fiscal hasta llegar a un equilibrio hacia el 2026 muestran una brecha que no se alcanzaría a cubrir con los recursos previstos.
"En el corto y mediano plazo se requerirán medidas adicionales de ingresos y gastos a las ya contempladas en la ley de inversión social para reducir el déficit primario a niveles compatibles con la regla fiscal y lograr una reducción permanente de la relación deuda-PIB", dijo Juan Pablo Córdoba, presidente del CARF.
El funcionario reveló que entre el déficit previsto para este año y el objetivo del 2026 existe una brecha de entre 3 y 4 puntos del PIB, equivalente a entre $30 y $40 billones.
Asimismo, las agencias calificadoras de riesgo advirtieron que el país requerirá de otra reforma fiscal pronto para tratar de disminuir el alto endeudamiento.
"Con seguridad tiene que ser una combinación de reducción de gastos y movilización de recursos adicionales", opinó Córdoba. "¿En qué proporción?, ya el gobierno y el Congreso tendrán que identificar qué combinación se hace".