LA POLÍTICA de vivienda del gobierno Petro fue puesta ayer bajo la lupa en un debate de control político que se realizó en la comisión Séptima de Senado, enfocado principalmente en el cuello de botella que se generó en el primer trimestre de este año con el giro de los subsidios del programa ‘Mi Casa Ya’. La titular de la cartera de Vivienda, Catalina Velasco, fue interrogada en torno a por qué se presentó esta parálisis en el giro de los subsidios a más de 25 mil familias que ya tenían adelantado su proceso para la adquisición de su casa o apartamento, especialmente en lo relativo al pago de una parte de la cuota y el crédito financiero pre aprobado.
En relación a lo que pasó en materia de recursos para los subsidios en la transición al final del gobierno Duque, Velasco indicó que “tenemos que decir que se hicieron unas promesas que no tenían un soporte presupuestal y eso es un asunto muy serio”.
“En el año 2021 se otorgaron 67 mil subsidios de ‘Mi Casa Ya’, y el programa se estructuró para 30 mil subsidios al año. El plan nació en el año 2015 y este es el octavo año, han pasado 3 gobiernos, y en el 2022 empezaron los problemas”, precisó.
Frente a las medidas tomadas por este Gobierno para destrabar el giro de subsidios, la ministra indicó que “para el 30 de marzo, cifras de Camacol, tenemos 52 mil familias que ya tienen el proceso listo, que es el ahorro, crédito y negocio inmobiliario, listas para firmar su escritura pendientes del subsidio de ‘Mi Casa Ya’”.
“Mi gran preocupación son las familias, resolverles lo del dinero y necesitamos que la adición (presupuestal) sea realidad para poder financiar los que ya están y los que vienen”, expresó.
Respecto a los cambios en el sistema de asignación, precisó que “los recursos que tenemos hay que dirigirlos de manera prioritaria a quien más lo necesita, anteriormente el otorgamiento de subsidios se hacía por la auto declaración de las familias de sus ingresos, pero este no era un instrumento perfecto”.
Reiteró que con el nuevo esquema el Gobierno proyecta el desembolso de 75 mil subsidios de vivienda para este año. Insistió que ya se está adelantando la gestión para adicionar $1 billón que se suma a los $1,24 billones dispuestos para cubrir el programa durante el 2023.
Además, recalcó al respecto, la ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio, Catalina Velasco, informó que se solicitará al Congreso de la República una adición presupuestal para que “todas las familias que han hecho su ahorro, tienen su crédito aprobado y han realizado un negocio inmobiliario que está pendiente de la firma de escrituras en los próximos 6 meses, puedan recibir su subsidio”.
Contrapunteo
A su turno, senadoras como Norma Hurtado, señaló que “muchas personas vulnerables de regiones que superan ingresos promedios de dos salarios mínimos verán reducción del monto del subsidio entregado y la dificultad para el cierre financiero”.
En el caso particular de su región, la congresista de La U y presidenta de la Comisión Séptima sostuvo que “no estén todos pidiendo vivienda y sean 700 mil personas únicamente, mi pregunta es: ¿Cuándo vamos a acabar en Cali?”. "El Sisbén hoy no tiene el recurso humano suficiente en los municipios, Cali cuenta con 16 personas para atender una población de 2 millones y medio", expresó la senadora, en referencia a que uno de los requisitos en el nuevo esquema de adjudicación de los subsidios es la clasificación de la persona en el Sisbén.
Entre tanto, la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico, señaló que era “necesario que el país conozca de primera mano sobre este programa, cómo lo recibimos y cómo hoy estamos pensando en ampliar para que más colombianos pobres puedan tener acceso a una vivienda”.
Para la senadora Ana Paola Agudelo, de MIRA, es claro que “el tema de vivienda definitivamente ha causado mucha incertidumbre para todos los sectores, para el ciudadano que inició su proyecto, para la constructora y los empleos… Quisiera que, a través de este debate, podamos sacar una línea donde haya un proceso de transición para que los procesos sean transparentes”.
Por su parte, la congresista conservadora Nadia Blel, advirtió que “las familias colombianas hoy ven con angustia cómo sus sueños se desvanecen. A veces es muy difícil que entendamos la problemática cuando estamos aquí en Bogotá sentados en un escritorio, pero hoy escuchamos que son casos reales”. “En realidad tener casa si es un sueño y con este programa se hizo real para muchas familias trabajadoras. Lo que más me gustaba de este subsidio es que estamos reconociendo el trabajo de colombianos buenos y que aportan al sistema", expresó.
Advirtió que “solamente en Bolívar hay más de 4 723 familias que hoy están esperando ese desembolso de Mi Casa Ya”.
La senadora conservadora advirtió sobre el nuevo esquema para los subsidios: “¿Qué banco le va a prestar a una persona que está en el grupo A en el Sisbén, si saben que es un hogar de extrema pobreza y el riesgo es demasiado alto?”.
Puntualizó que “decir que este programa va a beneficiar a familias que se encuentran en este grupo, es generar una falsa expectativa en los hogares colombianos”.
Para el senador uribista Alirio Barrera, este lío con Mi Casa Ya es “un problema que está atacando a todas las regiones y mucho más a las clases menos favorecidas”.
Otra congresista del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, se preguntó: “¿Cuál es el papel de las constructoras? ¿Quién las vigila y las controla? Le suben 20, 30 millones al costo de la vivienda. Quisiera que Camacol nos contara con base en qué se toma esa decisión”.