Crece la afectación en la mayor parte del territorio nacional por la segunda temporada de lluvias, esta vez acrecentada por el fenómeno de La Niña, frente a lo cual el Gobierno nacional, así como los regionales y locales, brindan atención humanitaria de emergencia a los miles de damnificados. Sin embargo, el mayor reto será el otro año por la reconstrucción de carreteras, puentes, acueductos y viviendas, entre otros. Está por establecer fuentes de recursos y se dependerá mucho de la eficiencia administrativa, que por lo general ha dejado que desear en la recuperación por desastres.

En lo que va corrido del año se han registrado 205 personas muertas por eventos relacionados con las fuertes lluvias, 281 heridos, 53 desaparecidos y  496.226 damnificados en los 32 departamentos, según recientes cifras entregadas por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).

De igual forma, por efectos de las lluvias este año 5.858 viviendas han sido destruidas, 77.816 casas averiadas y 23.518 hectáreas de tierra anegadas con la pérdida de cultivos y animales.

En cuanto a infraestructura pública se han afectado 2.236 vías, 247 puentes vehiculares, 114 puentes peatonales, 321 acueductos, 84 alcantarillados, 19 centros de salud, 247 centros educativos y 57 centros comunitarios. 

La principal medida que ha tomado el Gobierno para enfrentar la grave crisis por el fenómeno natural, fue la declaratoria, el pasado 1 de noviembre, de desastre nacional, hasta el próximo 31 de diciembre, que le permite disponer de manera ágil recursos para atender a la población damnificada en lo que tiene que ver con alimentación, alojamientos provisionales, kits de cocina y materiales de construcción como tejas para reparaciones básicas. 

Para la atención de la emergencia, que, como se dijo, en esta primera etapa es meramente humanitaria, el Gobierno asignó $2,1 billones de recursos no ejecutados por los departamentos y algunas entidades. 

En la etapa de reconstrucción se requerirían más de $9 billones, de acuerdo con estudios preliminares de necesidades en todo el país. En esto también entran obras para evitar inundaciones en algunas regiones, pues el Gobierno dice que no quiere quedarse solo en atender la emergencia sino también trabajar en prevención.  

Al respecto, el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Javier Pava, indicó a EL NUEVO SIGLO que “estamos haciendo lo que es el plan para las fases de recuperación temprana y recuperación del buen vivir, en donde tenemos una identificación de una serie de programas como el tema de recuperación de sistemas cenagosos para evitar que se repitan las inundaciones en muchos de estos sectores, recuperación de zonas degradadas, temas de reasentamientos, estabilidad de vías, construcción de puentes”. 

Añadió que “inicialmente estamos viendo una cifra cercana a $9,3 billones, pero eso es solo en proyección de necesidades que se han identificado de cada uno de los municipios que están en situación de calamidad pública”. 

Explicó Pava que “los $9,3 billones es la identificación de necesidades de recursos para el 2023, pero eso aún no se ha aprobado, eso será objeto de discusión en un nuevo comité nacional de gestión de riesgos de desastres”. 

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Recursos para el 2023 

Un gran reto que tiene el Gobierno nacional para la etapa de reconstrucción es obtener los billonarios recursos que, como se mencionó, inicialmente se cifran en más de $9 billones, es decir, casi el 50% de lo que se recaudaría en 2023 en el primer año de la reforma tributaria. 

El presidente Petro dijo el pasado 1 de noviembre, al anunciar la declaratoria de desastre nacional, que “el año entrante nos fortaleceremos con el Presupuesto (General de la Nación) y con la adición presupuestal que se presentará si la reforma tributaria es aprobada (efectivamente fue aprobada por el Congreso por $20 billones)”. 

El Decreto 2113 indica que el Ministerio de Hacienda y demás entidades competentes realizarán las gestiones pertinentes para que el Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres cuente con los recursos suficientes que permitan asegurar de manera inmediata el apoyo a las entidades nacionales y territoriales para hacer frente a la situación de desastre. 

De igual forma, en este Decreto se contempla que “de ser necesario, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se realizará el llamamiento internacional con el fin de solicitar el apoyo que se requiera para la atención del desastre declarado”.

Precisamente sobre los recursos que demandará la reconstrucción, EL NUEVO SIGLO consultó al representante a la Cámara Óscar Darío Pérez Pineda, uno de los coordinadores ponentes de la recientemente aprobada reforma tributaria. 

“Esa plata debería salir de las sumas que quedaron a cargo del Ministerio de Hacienda en el Presupuesto General de la Nación. Va a haber una adición presupuestal, producto de la reforma tributaria, de la que deberán salir esos recursos”. 

El parlamentario del Centro Democrático destacó que es “bueno que se acuerden que fui uno de los que intervine cuando se estaba discutiendo el Presupuesto (General de la Nación del 2023), y pienso que lo que le asignaron a atención de desastres es una suma famélica, y no necesitamos mucho tiempo para que resultara realidad”.

Cómo se observa reacción 

Se han escuchado algunas críticas por la atención que le está dando el Gobierno nacional a la crisis por las lluvias. 

El excandidato presidencial y director del Movimiento Salvación Nacional, Enrique Gómez, indicó que “declaran emergencia por el crudo invierno y no sirve de nada porque no hay planeación de ningún tipo. No son capaces de reaccionar de manera competente”.  

Por su parte, el representante conservador a la Cámara por Norte de Santander, Ciro Antonio Rodríguez, dijo a este Medio que “toda emergencia genera una gran atención del Estado, pues no ha sido la de mayor capacidad”. 

No obstante, el parlamentario, que hace parte de la Comisión Sexta, que tiene que ver con el tema de desastres, agregó que “creemos que con la declaratoria que se ha hecho se pueda realmente atender este tipo de emergencia y podamos superar esta época de lluvias, que ha sido bien grande en nuestro país”. 

Mientras que el representante liberal a la Cámara por Atlántico, Dolcey Torres, también de la Comisión Sexta, expresó a este Diario que “hay que afrontar los daños, los damnificados y una serie de situaciones en toda Colombia”. 

Agregó que la bancada de la costa norte había llamado la atención desde el anterior gobierno sobre la recuperación del Canal del Dique y poner atención al tema del embalse del Guájaro para minimizar las inundaciones. 

Señaló Torres que hay que afrontar esta tragedia por las lluvias “de la mejor forma, de la manera más pronta. Ya el presidente declaró la calamidad nacional y sabemos que los giros correspondientes, que suman más de $2 billones, deben estar ejecutándose”.