Debates en partidos a 11 meses de las regionales | El Nuevo Siglo
En las elecciones del 2023, los distintos partidos se jugarán el poder regional.
ENS-Alex Londoño
Sábado, 19 de Noviembre de 2022
Redacción Política

Los partidos están en la etapa de alistamiento para las elecciones regionales del 2023. Es un momento en que todos en su entraña deben empujar del mismo lado; sin embargo, no dejan de presentarse discusiones sobre la forma como se deben hacer las cosas. La praxis política indica que la unidad es clave en un momento como este, pues de lo contrario las urnas podrían pasar cuenta de cobro. 

En el caso del Partido de La U es claro que afrontará estas elecciones como parte de la coalición de gobierno, y después analizará qué camino tomar. 

Analistas consideran que podría ser una de las colectividades damnificadas si se aprueba el transfuguismo en la reforma política que cursa en el Congreso, pues se cree que varios de sus senadores y representantes, así como concejales y diputados, podrían irse a la Colombia Humana, formación base del Pacto Histórico, o al Partido Liberal, que también hace parte de la coalición de gobierno. 

Este asunto es importante pues, dependiendo de cómo le vaya a La U con el transfuguismo, tendrían relevancia las diferencias que hoy se presentan, porque algunos consideran que las alianzas en 2023 deben ser con formaciones que integran el Pacto Histórico; en tanto que otros piensan que no tiene que ser así pues podrían aliarse, por ejemplo, con Cambio Radical, que es un partido independiente, o el Centro Democrático, de la oposición.

El Partido Liberal es uno de los llamados a ganar las elecciones regionales. En 2019 su votación en concejos y asambleas estuvo arriba de los dos millones. 

Además, los liberales obtuvieron el mayor número de representantes a la Cámara en los comicios de este año. Estos antecedentes dan a pensar a la mayoría de la bancada que deben presentar listas propias en el 2023, no en coalición con el Pacto Histórico, como algunos parlamentarios cercanos al petrismo lo han manifestado. 

Otro amago de debate en la colectividad es por el inicio del proceso con candidatos para las elecciones, pues algunos consideran que debe comenzar ya para que no los coja la tarde; mientras que hay quienes piensan que se debe esperar la Convención Nacional de mayo próximo, por cuanto en este encuentro, entre otras, se tomará una decisión sobre si se mantiene en la dirección el expresidente César Gaviria o hay cambio de timonel. 

Las inscripciones para esos comicios se abrirán en junio próximo, luego los candidatos a cargos uninominales y a integrar listas a concejos, asambleas y JAL deberán ser escogidos en el Partido Liberal a más tardar en mayo, que en el caso de los aspirantes a alcaldías de ciudades capitales y gobernaciones es una decisión que ha estado en manos del expresidente Gaviria. 

Es una discusión que está por resolverse, si el proceso de alistamiento del Partido para las elecciones queda supeditado a la realización de la Convención Nacional o no. 



Otras discusiones 

Se sabe que en el Partido Conservador, en el seno del Directorio Nacional y de las bancadas del Senado y Cámara, se ha analizado cómo se presentará la colectividad en las elecciones regionales, teniendo en cuenta que desde un comienzo se declaró como integrante de la coalición de gobierno, a pesar de las grandes diferencias ideológicas que tiene con la izquierda y con el petrismo. 

Entonces hay quienes consideran que en 2023 el Partido Conservador debe marcar distancia con el Pacto Histórico y la coalición de gobierno presentando listas propias o, cuando se den las condiciones dependiendo de cada región, con fuerzas que le son ideológicamente afines y con las que ha hecho alianzas en pasados ejercicios electorales, como el Centro Democrático y eventualmente Cambio Radical. 

Los conservadores tienen entre ceja y ceja  recuperar el poder en regiones que históricamente han sido fuertes, como Boyacá, Nariño e inclusive Antioquia, y por ello varios de sus parlamentarios consideran que en las próximas elecciones deben mostrar como colectividad y sus candidatos que son distintos, que no son Gobierno, que apoyan al presidente Petro solo por las reformas sociales que se propone. 

Podría pasar que el electorado conservador en regiones como Antioquia quisiera cobrarle a la colectividad en los comicios venideros hechos de gobierno como la reforma tributaria, la cual se aprobó en medio de polémicas porque incluso estuvo a punto de gravarse las pensiones y alimentos de consumo popular como las obleas y el pandebono. 

Sin embargo, los parlamentarios conservadores, en el acompañamiento a sus candidatos en las campañas, tienen a su favor para esgrimir que varios de los artículos más polémicos se cayeron por su concurso, como el impuesto que se planteaba a las iglesias por actividades que no hicieran parte del culto. 

En el Centro Democrático hay discusión en cuanto a la reorientación que se le debe dar a la colectividad tras los resultados inferiores a sus expectativas en las elecciones de este año, entre un ala más radical y otra más de centro, que como consecuencia tienen ideas distintas de cómo afrontar las elecciones de octubre próximo. 

Es el único partido que hace oposición al gobierno de Petro, lo que espera capitalizar en las elecciones. Para ello trabaja reorganizando sus direcciones departamentales y municipales, al tiempo que está moviendo liderazgos y probables candidaturas en foros que viene haciendo desde hace varias semanas,  comandados por el mentor del Centro Democrático, el expresidente Álvaro Uribe. 

Para la colectividad uribista las elecciones regionales venideras son vitales en su futuro como formación y como fuerza de oposición. Antes que intentar ganar más alcaldías, gobernaciones, concejos o asambleas, que no es fácil ante conservadores y liberales, le apunta a posiciones clave como la Gobernación de Antioquia y Cundinamarca, así como las alcaldías de Medellín y Bogotá. 

En la Alianza Verde se han escuchado voces que indican que está bien hacer parte de la coalición de gobierno, pero que deben mostrarse más independientes frente a la figura de Gustavo Petro porque, de lo contrario, se podría diluir su imagen como partido. 

En tanto que Cambio Radical intentará repetir o mejorar los resultados de los comicios en 2019, cuando alcanzó 1,6 millones de votos en asambleas y más de dos millones en concejos.  

En ese sentido, hay quienes consideran en Cambio Radical que las alianzas deben ser con fuerzas que como ellos son independientes frente al Gobierno, como MIRA, o de la oposición, como el Centro Democrático, y descartar unirse con colectividades que han sido afines en otras elecciones, como el Partido Conservador y La U, pero que hoy son parte de la coalición oficialista. 

Pacto Histórico 

El Pacto Histórico tiene en la mira las elecciones venideras con el propósito de consolidar a nivel regional lo que ha hecho este año al ganar la Presidencia con Gustavo Petro y lograr que por primera vez las fuerzas de izquierda y alternativas, que integran esta coalición, sean mayoría en el Senado y la segunda fuerza política en la Cámara. 

Lograr ese propósito radicaría en buena medida en que el Pacto se presente unido porque las fuerzas que lo componen, individualmente, no tienen todavía peso regional. Sin embargo, se sabe que ya comienzan los disensos entre las ocho fuerzas políticas que integran esta coalición por los candidatos que se escogerán a algunas gobernaciones y alcaldías y quiénes estarán en las listas a corporaciones públicas. 

El pulso es especialmente complejo en lo relacionado con las alcaldías de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena, así como las gobernaciones del Valle, Nariño y Cundinamarca, entre otras, en algunas de las cuales fuerzas del Pacto Histórico como Colombia Humana y el Polo Democrático tienen sus propias cartas e intereses.